Detenido un hombre por extraer del mar un ánfora de 1.800 años en Alicante
El litoral alicantino cuenta con múltiples yacimientos arqueológicos sumergidos en su franja marítima
La Policía Local de Jávea (Alicante) ha detenido a un ciudadano francés al que un agente sorprendió mientras extraía del fondo del mar un ánfora de unos 1.800 años de antigüedad, según ha informado el Ayuntamiento de esta localidad en un comunicado. Los hechos ocurrieron cuando un policía encargado de vigilar las playas con una moto acuática observó ciertos movimientos sospechosos en la zona conocida como El Portitxol.Una boya blanca estaba emergiendo rápidamente del agua con un objeto prendido a ella. La boya era un globo de reflotación, un sistema utilizado en submarinismo para llevar a la superficie elementos pesados.
El agente reclamó apoyo a los compañeros que patrullaban el litoral del municipio con una embarcación. El sospechoso fue arrestado y, una vez trasladado a tierra, quedó a disposición de la Guardia Civil como presunto autor de un delito de expolio del patrimonio arqueológico. El arqueólogo municipal certificó poco después la autenticidad de la pieza y dató en un primer momento su antigüedad en unos 2.000 años. Unos estudios posteriores han situado su origen en África y en los siglos III o IV después de Cristo.
Los primeros indicios recabados por los investigadores apuntan a que el detenido había planeado el supuesto expolio, pues contaba con un equipo completo de submarinismo en el que se incluían tanto el globo de reflotación como botellas de nitrox y localizadores de posicionamiento GPS que han sido decomisados por la Guardia Civil a la espera de que el juzgado de guardia de Dénia determine qué hacer con ellos, según las fuentes de la corporación local.
Por su parte, el Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil está estudiando la posibilidad de llevar a cabo una inmersión en la zona donde fue sorprendido el furtivo para examinar si hay más restos arqueológicos en el fondo marino.
El litoral alicantino cuenta con múltiples yacimientos arqueológicos sumergidos en su franja marítima fruto de múltiples hundimientos de embarcaciones que transportaban en la época romana aceite o pescado en salazón, principalmente. El más importante de estos yacimientos es el pecio de Bou Ferrer, ubicado en Villajoyosa y protegido por un cerramiento submarino para evitar su expolio. Estos restos corresponden a un barco velero del siglo I después de Cristo con una eslora de 30 metros y una capacidad de carga cercana a las 230 toneladas. Fue descubierto en 1999 por dos buceadores deportivos y su cargamento, compuesto por ánforas para el transporte de salsas de pescado, se encuentra prácticamente íntegro.
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