Una amplia mayoría cree que Rajoy ha gestionado mal la crisis catalana
Los propios votantes del PP reprochan al Gobierno su actuación ante el desafío soberanista
Una amplia mayoría de españoles, el 77%, considera que el Gobierno de Mariano Rajoy no ha gestionado de forma adecuada la crisis territorial con Cataluña, que atraviesa uno de sus momentos más complejos tras el bloqueo del diálogo institucional y con la Generalitat dispuesta a una declaración unilateral de independencia, según el borrador de la ley de ruptura que avanzó este periódico. Este porcentaje se dispara hasta el 96% entre los ciudadanos catalanes, según una encuesta de Metroscopia. La censura al Ejecutivo es generalizada entre los votantes de todos los partidos, incluidos los del PP.
Tras ser reelegido presidente, Rajoy puso en marcha la llamada Operación Diálogo, una tarea que encomendó a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, que se instaló un despacho en la Delegación del Gobierno en Cataluña y que ha incrementado de forma notable sus visitas a la comunidad.
Desde entonces, las posiciones se han enconado aún más, pese al despliegue gubernamental, que ha contemplado diversos contactos con representantes de la sociedad catalana y anuncios de inversiones que no se ejecutaron en el pasado. El Ejecutivo de Carles Puigdemont sostiene que estos movimientos son insuficientes y se ha enrocado en la celebración de un referéndum que es inviable.
Las críticas a la forma en que el Gobierno ha abordado el desafío secesionista proceden de todo el electorado, con condenas unánimes de los votantes del PDeCAT, Esquerra y la CUP, los partidos que promueven la independencia. Pero especialmente llamativa es la valoración que hace el segmento de la población que simpatiza con el PP. Un 53% de los votantes populares en España estima que Rajoy ha actuado de forma incorrecta ante la crisis, un porcentaje que crece hasta el 57% entre quienes dan su apoyo a esta formación en Cataluña.
Los votantes de PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos también reprochan de forma abrumadora la gestión que ha hecho el Gobierno de la cuestión catalana, con porcentajes en todos los casos que superan el 75%.
La coincidencia entre lo que piensan los catalanes y el conjunto de españoles se quiebra cuando se pregunta si la manera de salir del laberinto actual es la convocatoria de un referéndum negociado y plenamente legal entre las dos Administraciones para que Cataluña decida si quiere seguir siendo parte de España. El 71% de los catalanes es partidario de esta opción, frente a un 26% que la rechaza. En el resto de España se invierte drásticamente este porcentaje: un 62% rechaza la posibilidad de un referéndum, aunque sea pactado, por un 38% que lo apoya.
Una secesión que se ve muy lejana
¿Qué posibilidades hay de que prospere el plan de los secesionistas para lograr la independencia de Cataluña? A tenor de la opinión de los encuestados por Metroscopia, muy pocas. El 85% de los españoles estima que ese momento tiene muy pocas probabilidades de llegar o, directamente, creen que no se producirá nunca. Solo un 12% considera que se trata de un riesgo real. Trasladado a Cataluña, también son mayoría quienes opinan que los planes de ruptura de la Generalitat no van a cumplirse (un 62%), por un 34% que piensa que ese momento todavía es posible.
En este punto, la posición de los votantes del PP y Ciudadanos en Cataluña y en el resto de España es homogénea: rechazo absoluto a la consulta. Los de Unidos Podemos son partidarios del referéndum en cualquier caso, aunque de forma superior en Cataluña (90%) que en el resto de España (74%).
Asimetría en el PSOE
La principal asimetría, y que refleja las tensiones internas que vive este partido con el debate territorial, se da entre los votantes del PSOE, que intentó unificar su doctrina en la llamada Declaración de Granada en 2013. Quienes apoyan a los socialistas en Cataluña son partidarios del referéndum de forma mayoritaria (61%), pero en el resto de España la mayoría de los simpatizantes del PSOE se muestran contrarios a esta opción (el 56%).
Ante el callejón sin salida en que se encuentra el bloque soberanista en su desafío a las instituciones —el expresidente Artur Mas ya ha sido condenado a pena de inhabilitación por desobedecer al Tribunal Constitucional en la consulta celebrada el 9 de noviembre de 2014—, la mayoría de los catalanes y españoles coinciden en que la mejor salida sería que el Gobierno de Puigdemont abandonara su intención de celebrar el referéndum y optara por una estrategia negociadora. Así, el 60% de los catalanes cree que esta debería ser la actitud de la Generalitat, por un 31% que opina que debería seguir adelante en cualquier caso.
En el resto de España, el porcentaje de quienes consideran que los soberanistas deberían negociar se eleva hasta el 79%, por un 11% que apoya las tesis de los independentistas.
La extenuación sobre la polémica territorial ha hecho mella entre los partidarios de la independencia, que han ido perdiendo terreno en los últimos meses. Si el 66% de los catalanes estima que el proceso para la secesión no está bien encaminado en la actualidad, como avanzaba Metroscopia en el sondeo publicado el pasado miércoles, este porcentaje crece hasta el 79% en el resto del país.
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