El fiscal general dice que dimitir sería “un acto de cobardía e irresponsabilidad”
Maza defiende su actuación y la del jefe Anticorrupción y pide silencio hasta conocer todo el sumario
El fiscal general del Estado, José Manuel Maza, ha defendido este viernes su conducta ante la polémica que envuelve a la Fiscalía Anticorrupción, el supuesto chivatazo a Ignacio González sobre la Operación Lezo y las tensiones entre los fiscales que investigan esta operación con el jefe de esta sección, Manuel Moix, y ha descartado presentar su dimisión. “Supondría un acto de cobardía e irresponsabilidad y no responder a las obligaciones que he contraído con los ciudadanos”, ha dicho antes de participar en unas jornadas en Málaga. También ha respaldado la actuación de Moix y ha descartado que exista “motivo alguno” para su destitución. “De momento, ni dimisión ni cese [del jefe Anticorrupción]”, ha subrayado.
“Sé muy bien lo que yo hago, y lo que he hecho, y no encuentro, analizando mi propia conducta, motivo para dimitir”, ha insistido Maza, que ha precisado que no puede ser destituido del cargo desde que en 2007 se modificó el estatuto orgánico. El fiscal general pidió este jueves disculpas públicas al secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, por ser señalado en uno de los escritos del ministerio público como el supuesto responsable de la filtración al expresidente madrileño, un apunte que calificó de “fallo” en la redacción del informe. Hoy, ha recordado que este caso se encuentra bajo secreto de sumario y que para proteger “la eficacia de la investigación”, es adecuado que las actuaciones no se conozcan. “Creo que lo mejor es que todos nos callemos, esperemos a que se levante el secreto de sumario y, entonces, podremos todos formar los juicios que sean, con toda la información íntegramente”, ha sostenido.
Maza no ha querido pronunciarse sobre cómo afecta al caso que puedan estar en entredicho el secretario de Estado y el jefe Anticorrupción, amparándose en que el asunto está en investigación y es secreto. “Esa es la pregunta nuclear a la que no debo responder, porque si no, revelaría la investigación”, ha puntualizado. Sí ha pedido, como dijo hace dos días en el Congreso, que este tema se desvincule de la labor de la fiscalía y que no se cuestione, ni total ni parcialmente, la “actividad extraordinaria” que hacen los fiscales a diario para toda la población. Eso no tiene que ver, ha dicho, “con el cuestionamiento o la crítica” hacia él o el jefe Anticorrupción. “Pretender extender a todos los fiscales esta sombra de duda, esta polémica, es muy injusto, no conduce a nada, y un problema para una institución básica”, ha advertido. Se trata de que no se “perturbe” este trabajo.
“Comprendan que lo interesante es poder castigar a las personas que han cometido delitos y eso se consigue gracias a la preservación del secreto. Si esto se habla tanto, se destapa, se crea confusión, y se facilita la tarea de los que están defendiéndose o los que en su día puedan ser imputados o investigados”, ha añadido el fiscal general del Estado. No se trata, en su opinión, de que no haya transparencia.
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