Rajoy pide determinación, seriedad y hacerlo bien para reforzar la UE
El presidente español traslada su visión optimista de Europa a los líderes conservadores en plena crisis del Brexit
Llegó Mariano Rajoy a la tarima del Congreso del Partido Popular europeo en Malta y se empeñó en intentar irradiar algo de confianza y hasta de ilusión en el proyecto de Europa en un momento al menos de incertidumbre y confusión tras el Brexit. No pronunció un discurso nuevo ni muy profundo. El objetivo era otro. Intentó contagiar a sus colegas, los líderes conservadores europeos algo desconcertados tras la salida del club del Reino Unido, su creencia en Europa, en la necesidad de más Unión Europea, en lo que define como "la historia de un éxito". Y acabó planteando su fórmula mágica que define no solo su forma de encarar la política: "Determinación, hacer las cosas bien y siendo serios, que es lo único que funciona en la vida en el medio y largo plazo".
La mayoría de los presidentes europeos y los principales cargos actuales en el mando de la Unión Europea, desde el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, al del Consejo europeo, Donald Tusk, el presidente del Parlamento europeo, Antonio Tajani, o la canciller alemana Angela Merkel, se han concentrado durante dos días en Malta para participar en el Congreso del PPE. Las intervenciones este jueves en la clausura coinciden en demandar más unidad para afrontar ahora el gran reto del Brexit. Antes de acudir al plenario del cónclave, Rajoy recibió la llamada de Theresa May en su ronda de explicar la carta de separación de la UE. Hablaron 15 minutos. Rajoy le repitió su postura. Luego, ya en el congreso, mantuvo varias citas bilaterales oficiales y una charla privada en la propia mesa de los líderes de unos cinco minutos con la alemana Angela Merkel.
En el congreso del PPE se suceden muchas alusiones al peligro de los populismos y los nacionalismos en Europa. Rajoy escuchó esas intervenciones y replica ante el afloramiento populista: "Nadie debe engañarse, jamás en la historia un partido populista ha promovido ningún beneficio a su pueblo cuando llegó al poder".
El jefe del ejecutivo español optó por rescatar su versión más entusiasta. Retomó los valores de paz, solidaridad y democracia de Europa para recalcar el "ideal noble" de la Unión Europea. Recordó los efectos de la reciente crisis económica para reseñar que ahora con la recuperación y la creación de empleo se puede afrontar un futuro con más esperanzas. Y enumeró las prioridades en materia de seguridad, flujos migratorios, la lucha contra las mafias y las demandas de mayor integración en política exterior, seguridad, defensa y unión monetaria.
El líder español abogó ahí por una Unión Europea futura "más fuerte, segura y exitosa" y aportó su idea de lo que hay que hacer en este momento en Europa: "Hablar bien de Europa, defender las creencias europeístas, hablemos bien los que creemos en el proyecto europeo". Rajoy detalló luego la importancia de Europa como la primera potencia comercial y económica del mundo, como el espacio donde se presta la mejor y más amplia atención social a las personas y como "el ejemplo para todos y al que todos en todas partes quieren venir".
Ya lanzado, Rajoy remachó con su solución a este momento crítico para Europa: "Determinación y haciendo las cosas bien y siendo serios es lo único que funciona en la vida, en el medio y largo plazo: ser serio y hacerlo bien". El recién elegido presidente del Parlamento europeo, el italiano Antonio Tajani, no desaprovechó la oportunidad de su turno de palabra para piropear precisamente esas renombradas cualidades de Rajoy: "España ha cambiado gracias a Rajoy, un líder que habla poco y hace mucho".
Los representantes institucionales europeos presentes en la cumbre tampoco quisieron obviar los efectos actuales de la crisis del Brexit. Donald Tusk señaló que o "Europa permanece unida o no existirá". Juncker rememoró que Europa es "una historia de altibajos" y "policrisis" que no hace falta que vengan de fuera para hacer mella en su capacidad autocrítica. El presidente de la Comisión también quiso infundir algo de esperanza y planteó la opción de torturarse y martirizarse menos: "El Brexit no es el final de todo, es el inicio de algo nuevo, más fuerte y mejor. Sigue la vida en Europa".
La alemana Angela Merkel eludió desde la plataforma que le concede su liderazgo especial en Europa el tema del Brexit. Prefirió precisar otros retos de la unidad europea, como la crisis humanitaria y de la migración con Siria, los problemas de los centros de acogida, la protección de las fronteras, el "correcto" trato alcanzado con Turquía para la acogida de tres millones de refugiados y la toma de las riendas de la situación con los vecinos de la puerta sur con África. La canciller sí señaló sobre la UE que "es un proyecto de paz y seguridad para las personas" que ahora requiere más puestos de trabajo. Y acabó: "Pertenecemos al mejor mundo posible".
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