Condenado por asesinar a una prostituta durante un juego sexual para poder robarle

Antonio A. B., vecino de Málaga, ha sido condenado a 28 años y medio de prisión por asesinar a una prostituta mientras practicaban un juego sexual con el objetivo de robar el dinero que la mujer tenía en su casa. El acusado, juzgado por un tribunal popular que emitió un veredicto de culpabilidad, también incendió la vivienda de la víctima para intentar borrar huellas y enmascarar el crimen, ocurrido en enero de 2016. La sentencia de la Audiencia de Málaga, que se puede recurrir ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), resalta “la frialdad” del hombre por las características del ataque.

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El 3 de enero de 2016, domingo, el acusado se puso en contacto con la víctima para concertar una cita en su vivienda, ubicada en la capital malagueña. Llegó al piso sobre las 15.00 y mantuvo relaciones sexuales con la mujer, según determinó el veredicto del jurado. Mientras practicaban la asfixia erótica, y aprovechando que ella no tenía posibilidad de defenderse, el acusado la estranguló con una correa y dejó el cadáver junto a la bañera del cuarto de baño.

Durante el juicio quedó demostrado que Antonio A. B., de 39 años, tenía varias deudas. Tras perpetrar el crimen, registró la casa y se apoderó del dinero que la mujer había ganado con su trabajo, cuya cantidad “se desconoce”. Entonces, con la intención de borrar cualquier huella que pudiera incriminarle en el homicidio, quitó la tarjera al teléfono de la mujer a través del cual habían contactado y prendió fuego al colchón de la cama, originándose un incendio que se extendió por el resto del domicilio y afectó a la escalera comunitaria y al piso superior.

El hombre ha sido condenado por un delito de asesinato (20 años y un día de prisión), otro de robo con violencia (tres años, seis meses y un día de cárcel) y un tercero de incendio, por el que se le ha impuesto una pena de cinco años y un día de reclusión. Para los familiares de la víctima, que tenía dos hijos que viven en Colombia, se ha fijado una indemnización total de 100.000 euros por daño moral.

La Sección Primera de la Audiencia de Málaga destaca en el fallo “el inmenso desprecio” que siente el acusado hacia la vida de las personas, ya que mató a la mujer aunque era “cliente habitual” y conocía la “situación de indefensión” en la que podía estar ella por las prácticas sexuales que estaban realizando. El tribunal destaca “la violencia extrema” del ataque y “la desproporcionalidad y gravedad” de la conducta de Antonio A. B. para poder hacerse con el dinero. El jurado fijó el móvil del crimen en la necesidad del hombre de saldar sus deudas.

La autopsia al cadáver de la víctima determinó que su muerte se produjo entre las 14.00 y las 16.00 de ese 3 de enero. El acusado reconoció que había estado con la mujer, aunque adelantó la hora y afirmó que había permanecido en su vivienda entre las 12.30 y las 14.30. Cuando la dejó, según su versión, estaba viva. Un informe de geolocalización a través de las llamadas del teléfono móvil realizado por la policía concluyó, sin embargo, que durante el intervalo de dos horas alegado por el hombre no estuvo en ese domicilio, sino en otro punto de la ciudad. El jurado no creyó la declaración del acusado al entender que existían “numerosas contradicciones”.