Eulogio Paz: “Nos hacen mucho daño las teorías conspiratorias”
El presidente de la Asociación 11-M, que perdió a su hijo en los atentados, destaca la importancia de construir un relato objetivo sobre el ataque yihadista
La última conversación de Eulogio Paz (Fernán Caballero, Ciudad Real, 1952) con su hijo se produjo la noche antes del 11-M. El Real Madrid había ganado esa jornada al Bayern de Múnich con un gol de Zidane. "Y estuvimos hablando del partido un rato por teléfono", recuerda el actual presidente de la Asociación 11-M, apenas unos días antes de que se cumpla el decimotercer aniversario del mayor atentado que ha sufrido España. Daniel, un estudiante de INEF de solo 20 años, murió en aquella masacre yihadista. Iba en el tren de Cercanías que explotó en la estación de El Pozo. En la mesilla de noche dejó un libro, El Proceso, de Kafka. "En estas fechas, se hace difícil recordar todo", sentencia su padre.
Pero en la memoria de Paz está grabado cada detalle de aquel fatídico 11 de marzo de 2004. Acababa de entrar en la oficina cuando sonó el teléfono. El reloj marcaba poco más de las ocho de la mañana. "Era una persona preguntando si había llegado un compañero mío. Le dije que 'no' y entonces me comentó que algo había pasado en Atocha". Fue la primera noticia que tuvo de los atentados. "Encendí el ordenador y vi la información sobre las explosiones. Vi el itinerario e inmediatamente pensé en Daniel", continúa. Rápidamente, llamó a Pilar Manjón —su expareja y anterior presidenta de la asociación— e intentaron contactar con su hijo. "Pero no cogía al móvil".
"Estuve hasta las diez en mi trabajo sin saber qué hacer", prosigue Paz, que emprendió entonces un largo y "duro" recorrido en busca de Daniel. Pasó por la estación de El Pozo y por los hospitales Gregorio Marañón, La Paz, 12 de Octubre y Niño Jesús. "A las dos de la tarde, nos dijeron a la familia que fuésemos al Ifema. Allí estuvimos toda la tarde y la noche". A media mañana del día siguiente, les comunicaron que su hijo estaba entre los fallecidos.
"En un principio, todo el mundo se volcó con las víctimas. Hubo una reacción solidaria de toda España. Pero las teorías conspiratorias, apoyadas por algunos medios y políticos, dividieron a la sociedad después", apunta el presidente de la Asociación 11-M, que ha revivido en las últimas semanas cómo volvían a aflorar esas tesis que "enturbiaron" todo. El excomisario Eugenio Pino reveló el pasado febrero que había ordenado elaborar a la Policía Nacional un informe sobre los atentados tras el juicio. Un documento que, después de conocerse su existencia, Interior remitió a la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que lo archivó de plano por "no contener ningún dato, indicio o elemento incriminatorio nuevo y/o distinto de los ya incorporados en su día al procedimiento judicial".
Es fundamental escribir un relato objetivo de lo que sucedió antes, durante y después
Pero, de nuevo, "los bulos" se reactivaron. "Al dolor de haber perdido un familiar o de sufrir aún las heridas, cuando llega el aniversario del 11-M, se suma que te encuentras con que vuelven estas teorías conspirativas. Y eso nos hace mucho daño", subraya Paz: "Tenemos, además, muchos datos que demuestran que no se sostienen".
Por ello, el presidente de la Asociación 11-M insiste en la importancia ahora de "construir" la "memoria histórica" de aquellos atentados yihadistas. "Dentro de 50 años, lo que va a quedar es el relato. Lo que se escriba; lo que se diga en los institutos, en los libros de texto, en las universidades... Y es fundamental escribir un relato objetivo de lo que sucedió antes, durante y después", concluye.
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