Mario Jiménez: “Rajoy se ha ofrecido a Trump como una suerte de mayordomo”
El portavoz de la gestora del PSOE sostiene que el presidente del Gobierno ha retrotraído a España a la época de la foto de las Azores
El PSOE advirtió este miércoles a Mariano Rajoy de que se opondrá a la reedición del pacto de las Azores que en 2003 alineó al Gobierno de José María Aznar con las tesis del Ejecutivo de George W. Bush. Su máxima expresión fue la invasión de Irak. Los socialistas pedirán a Rajoy que aclare el contenido de la conversación que mantuvo el día anterior con Donald Trump tras concluir que, como ya hiciera Aznar, el presidente de España ignoró sus decisiones más polémicas y no se colocó de forma clara con los socios de la UE. El portavoz de la gestora, Mario Jiménez, calificó a Rajoy de “mayordomo” del presidente estadounidense.
La falta de información sobre el contenido de la llamada “cordial”, según Rajoy, de Trump provocaron el recelo del principal partido de la oposición. En el PSOE no agradó la aparente falta de contundencia ante cuestiones, que parece que no fueron abordadas, como la decisión de prohibir la entrada a Estados Unidos a los ciudadanos de siete países musulmanes, de construir un muro con México y, en general, de las medidas aislacionistas y proteccionistas que caracterizan los primeros días del mandato de Trump.
“La inmensa mayoría de españoles están indignados y enfadados con que el presidente de España no haya reclamado en los mismos términos que otros dirigentes europeos que paren las actuaciones que está llevando a cabo el presidente de Estados Unidos y que están afectando a elementos esenciales de la gobernanza internacional y amenazando las relaciones con la UE”, reprobó Mario Jiménez.
Tampoco trascendió ninguna queja de Rajoy por la visión crítica que el inquilino actual de la Casa Blanca tiene de la Unión Europa, su defensa del Brexit o la sintonía con Rusia, sospechosa de influir en la campaña electoral estadounidense y de la que se teme que quiera hacerlo en las elecciones de este año en Francia, Holanda y Alemania. Frente al tono más beligerante que han adoptado Angela Merkel o François Hollande en representación de Alemania y Francia pero también de los fundamentos de la UE, la intención de Rajoy es “desarrollar una buena relación” con la nueva Administración estadounidense, según la nota sobre la conversación que emitió La Moncloa. Prueba de ello fue su ofrecimiento como interlocutor de Trump en Europa, América Latina, el Magreb y Oriente Medio. “Los españoles comprueban con cierta vergüenza que su presidente se ha ofrecido como una suerte de mayordomo” de Donald Trump, afirmó Jiménez.
La actitud del Gobierno con la actual Administración estadounidense retrotrae, según el responsable de Organización y número dos de la gestora, a las “peores imágenes de las Azores, cuando España se sometía a los intereses de un país”. En marzo de 2003 José María Aznar, entonces presidente del Gobierno, respaldó la invasión de Irak con su presencia en una cumbre en el archipiélago portugués con su homólogo de Estados Unidos, George W. Bush y el primer ministro de Reino Unido, Tony Blair. José Manuel Durão Barroso, posteriormente presidente de la Comisión Europea, ejerció de anfitrión en su calidad de primer ministro luso.
En el PSOE no olvidan que Rajoy era vicepresidente, ministro de Presidencia y portavoz del Gobierno de Aznar en marzo de 2003. El acuerdo de las Azores fue el preámbulo de la Segunda Guerra del Golfo, respaldada por un puñado de países. En España, la amplia contestación social fue el germen del No a la Guerra.
La tibieza del Gobierno contrasta con las críticas y la preocupación con que Bruselas ha recibido a Trump. Lo refleja el rechazo, la semana pasada, de la Eurocámara al embajador propuesto por Trump para la UE. La cumbre de jefes de Estado y de Gobierno en Malta evidenció el malestar con el dirigente de un país durante décadas aliado incondicional del proyecto europeo.
El PSOE aprovechó la reacción de Rajoy ante el nuevo presidente de Estados Unidos para marcar distancias y tratar de recuperar su imagen después del coste que le supuso la abstención en la investidura de Rajoy, que acabó con el bloqueo institucional pero abrió un cisma en el partido. En medio del debate interno en el que un sector del partido les reprocha su acercamiento al PP, la gestora reivindicó la “oposición útil” del PSOE en el Parlamento, atribuyéndole el mérito de las principales medidas aprobadas en los primeros 100 días de legislatura de Rajoy haciendo su propio balance antes de que lo hiciera el Gobierno. “Nuestros esfuerzos están dando su fruto con una recuperación lenta pero continuada”, fue el análisis de Jiménez. El PSOE es el único partido que mejoró sus resultados en el último CIS (18,6%) con un incremento de un punto y medio. Aun así, permanece a 3,1 puntos de Unidos Podemos, segundo partido con la mayor estimación de voto tras el PP (33%). Y sigue por debajo del 26-J, cuando con un 22,7% firmó su peor resultado en unas elecciones generales.
Jiménez sostuvo que desde su abstención han conseguido “beneficiar a 15 millones de ciudadanos” con las iniciativas parlamentarias que han salido adelante. De ellas, cuatro se han alcanzado con el PP; cinco con otros grupos de oposición y suman otra que votaron todos los gobernantes autonómicos en la conferencia de presidentes del pasado mes. “Hemos hecho un trabajo orientado a borrar los elementos más negativos de la legislatura del PP”, esgrimió. La respuesta a los reproches de una parte de los militantes y de los dos candidatos hasta ahora a la secretaría general, Pedro Sánchez y Patxi López, forma parte de este balance frente quienes defienden que se ha producido una derechización del PSOE y existe una coalición con el PP.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.