Israel celebra la cancelación de un acto en favor de la resistencia palestina
Exteriores informó a las embajadas árabes en Madrid de la suspensión del debate
Boicot al boicot. España es escenario de una batalla sorda entre partidarios y detractores de la campaña Boicot, Desinversiones y Sanciones (DBS), que busca presionar al Estado israelí convirtiéndole en un apestado internacional —con la ruptura de relaciones económicas, institucionales, culturales o académicas— hasta que ponga fin a la ocupación de los territorios palestinos. Organizaciones como la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (Rescop) o la ACOM (Acción y Comunicación en Oriente Medio), proisraelí, se enfrentan no solo en las redes sociales, sino también en los tribunales. España encabeza la lista de países con más instituciones locales, medio centenar, adheridas a la iniciativa Espacios Libres de Apartheid Israelí (ELAI), aunque muchos de estos acuerdos han sido anulados por la justicia o recurridos por el fiscal.
Internacionalmente, la campaña ocupó las primeras páginas con el fichaje de la actriz estadounidense Scarlett Johanson como embajadora de una marca israelí y su ruptura con la ONG Oxfam, mientras que en España la polémica saltó con el veto frustrado al cantante judío estadounidense Matisyahu.
El último episodio de este conflicto se produjo la semana pasada, cuando la Casa Árabe anunció por sorpresa y sin explicaciones la cancelación de una mesa redonda que iba a celebrarse en su sede madrileña bajo el título Resistencia no violenta en Palestina, en la que iba a intervenir el activista Omar Barghouti, uno de los fundadores y portavoces del movimiento BDS. Fuentes del Ministerio de Exteriores aseguran que la decisión de cancelar el acto fue suya, ya que no respondía a la política española ante el conflicto de Oriente Próximo, y negaron que se debiera a presiones de Israel. El ministro Alfonso Dastis preside el patronato de la Casa Árabe, aunque sus vicepresidentas son las presidentas de la comunidades autónomas de Andalucía y Madrid y las alcaldesas de Madrid y Córdoba.
Un portavoz de la Embajada de Israel en Madrid aseguró también que la suspensión del acto fue una decisión exclusivamente española, aunque se felicitó por ella. “Estamos contentos de que no se dé paraguas oficial a una iniciativa de la que el Gobierno español ha declarado estar en contra”, argumentó. Aunque la Embajada israelí no haya intervenido esta vez, sus portavoces admiten que el BDS ha sido discutido en varias ocasiones con las autoridades españolas.
El tema es tan delicado que el Ministerio de Exteriores se sintió en la obligación de dar explicaciones a las embajadas árabes en España. La representación palestina en Madrid reconoce que su embajador, Musa Amer Odeh, fue informado. “Respetamos la decisión de Exteriores, pero no compartimos sus razones para anular un acto en el que se trataba de hablar sobre la resistencia popular y pacífica del pueblo palestino”, explicó un portavoz de la misión diplomática.
Finalmente, el acto se celebró en la fecha prevista, el pasado miércoles, pero en otro local: un centro del Ayuntamiento de Madrid en el distrito de Arganzuela. Acudió el embajador palestino.
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