Rivera apuesta por “dar la batalla al PP y no solo pactar” en el próximo ciclo electoral

Tras facilitar la presidencia de Mariano Rajoy con el voto afirmativo de sus 32 diputados, Albert Rivera ha apostado este domingo porque Ciudadanos construya un proyecto para "dar la batalla" al PP a partir de 2019, cuando habrá elecciones municipales, autonómicas y europeas. ¿Su objetivo? Que los integrantes de su nueva dirección asuman carteras políticas, formen una suerte de gobierno en la sombra y preparen al partido para liderar gobiernos y entrar en ejecutivos de coalición en el próximo ciclo electoral.

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"El objetivo es empezar una nueva etapa", ha dicho Rivera, que acaba de ser reelegido como presidente de Ciudadanos. "Tenemos que darle la batalla a los conservadores. Tenemos que ganarles en las urnas, no solo pactar. En la vieja dicotomía entre inmovilistas e innovadores, conservadores y liberales, hay que darle la batalla política e ideológica a los conservadores, decirles que es el momento de reformar", ha argumentado. "La diferencia entre progresistas y conservadores, es que nosotros si queremos reformar. Es la batalla intelectual que hay encima de la mesa. Tenemos que tener las herramientas para que el día que no gobiernen los conservadores no gobiernen socialistas o populistas", ha añadido. Y ha subrayado: "La batalla al Partido Popular hay que ganarla en políticas mejores. Hay que superarles la apuesta a los conservadores. Os invito a que demos esa batalla. Una cosa es llegar a acuerdos y otra distinta es no tener un proyecto alternativo (...) Los liberales progresistas no solo tenemos que pactar con los conservadores sino ganarles en las urnas".

Ciudadanos, que celebrará su Asamblea Nacional el próximo fin de semana, se encuentra en plena redefinición ideológica. El equipo de Rivera ha apostado por extirpar del ideario del partido la referencia al socialismo democrático. También quiere que desaparezca la mención al centro izquierda como espacio natural de la formación. Su meta es que Ciudadanos se posicione en el liberalismo progresista. Tras permitir cuatro gobiernos autonómicos del PP (Madrid, La Rioja, Murcia y Castilla y León), eso coloca al partido de Rivera en rumbo de colisión con el de Rajoy, que ocupa el espacio electoral al que ahora aspira.

En agosto, Rivera firmó con Rajoy un acuerdo de investidura con 150 reformas. Ese pacto supuso que los dirigentes de Ciudadanos rompieran su principal promesa electoral: no favorecer en ningún caso la continuidad del presidente del PP en La Moncloa. Como resultado, la formación de Rivera se ha derechizado a los ojos de los electores, que en el último barómetro del CIS le calificaban ya como un partido de derechas. Los estrategas de Ciudadanos buscan cómo recentrar a la formación. El primer paso ha sido etiquetar al PP de partido conservador. El segundo, anunciar que buscará socios alternativos (PSOE y Podemos) en el Congreso para sacar adelante las reformas que Rajoy no está impulsando. Y el tercero, dado este domingo, es anunciar una batalla: el PP y Ciudadanos comparten una importante bolsa de electores, y Rivera lucha por ellos.