La diputada madrileña que denunció acoso de un superior acude a los tribunales

Nunca antes se había producido en la política española una situación parecida. Un partido político, el PP, que gobierna con solo un voto de diferencia sobre la oposición, y una diputada, su portavoz adjunta, que cae de baja médica por supuesto acoso laboral de su jefe y deja sin mayoría al partido (si la situación sigue así el PP no podrá aprobar en diciembre los presupuestos) ante la imposibilidad de acudir a su puesto de trabajo, foco del acoso, por exigencia de sus médicos. La diputada asegura que mantiene su "lealtad" al partido, pero avisa: "Si me empujan al abismo y alguien quiere nuevas elecciones en Madrid, tendrá que explicar a los ciudadanos cómo es posible que por una baja médica por maltrato en el trabajo, y después de la que ha caído este año, se les convoque otra vez a las urnas", razona.

La ausencia médica de González-Moñux en la Asamblea ha dejado sin mayoría y tambaleándose al PP de Madrid

González-Moñux señala que rehusó inicialmente denunciar ante los tribunales a su jefe “para no hacer daño al partido”. Y que ha decidido hacerlo ahora ante lo que considera una "intolerable campaña de descrédito" que, asegura, han desatado contra ella Ossorio y el Gobierno de Cifuentes. "Estoy de baja y a fuerza de pastillas para poder levantarme por las mañanas de la cama; apelo a la humanidad de las personas", señala la diputada. González-Moñux, ex concejal de Madrid y ex viceconsejera de Justicia del anterior Gobierno regional de Esperanza Aguirre, asegura que no mintió cuando denunció el pasado día 27, a través de EL PAÍS, que desde hace un año es víctima de “humillaciones" por parte de Ossorio.

La diputada ha acudido al abogado José María Garzón, el letrado que representó a la enfermera que se contagió de ébola en un hospital de Madrid, el caso que le costó el cargo al exconsejero de Sanidad Javier Rodríguez. Y acaba de presentar ante el Tribunal Superior una denuncia por cuatro delitos contra Ossorio (ambos son aforados). La diputada pide en su denuncia a los jueces que ordenen a la Asamblea de Madrid la remisión de la grabación íntegra del pleno en el que asegura que Ossorio la llamó “tonta” e incluso le prohibió ir a comer hasta que no se “aprendiese unas enmiendas” relacionadas con la ley de sacrifico cero de los animales de la que ella era ponente. Reitera que ese día ella y Ossorio estaban juntos en sus escaños y que este, mirando a los diputados de enfrente, pero en voz baja, “para que solo yo le oyera” la tachó de “tonta”, entre otras “vejaciones”. Gonzalez-Moñux detalla que las humillaciones vividas han sido prolongadas a lo largo del último año y matiza que no se centran únicamente en los episodios descritos a este periódico.

La diputada ha acudido al abogado José María Garzón (el mismo que llevó a la enferma que se contagió de ébola) y ha presentado una denuncia por acoso contra Ossorio

Pregunta. El portavoz asegura que usted miente y que tiene un testigo que puede acreditar que no es verdad que la haya "llamando tonta" ni la maltratase en su despacho: se refiere al día en que usted comenta que la echó de su despacho a gritos…

Respuesta. Yo no miento, no tendría ningún sentido decir algo así de un colega si fuera falso, y voy a demostrar que digo la verdad en los casos que él dice que miento. Por eso he pedido al juez la grabación y que un perito sordomudo lea sus labios y trascriba lo que dice. Espero, y confío, que esa grabación no se pierda hasta que el juez la pida y, por supuesto, que nadie la manipule ni elimine ningún pasaje... El señor Ossorio dice que miento también en los gritos que me dio el día que me echó de su despacho (“vete de aquí, que no quiero verte…”, me gritó; "y luego entró en mi despacho y, al verme llorando, me dijo que me dejara de llantos"...). Y también dice que tiene un testigo de que no me maltrató. Acreditaré al juez que todo lo que digo es verdad.

[González-Moñux está de baja desde el 10 de octubre por un cuadro de "depresión mayor" del que está siendo tratada desde finales del pasado agosto. El médico de la Seguridad Social le ha dado la baja tras tener sobre su mesa dos informes psicológicos que revelan que desde hace un año padece “angustia, desesperanza y miedo a ir a trabajar”, entre otras dolencias que constan en el parte al que ha tenido acceso EL PAÍS. El informe vincula el maltrato con “las elevadas agresiones verbales” que sufre de “un superior”, de Ossorio].

Gonzalez-Moñux detalla que las humillaciones vividas han sido prolongadas a lo largo del último año

P. La presidenta del PP de Madrid, Cristina Cifuentes, expresó públicamente su “total apoyo” al portavoz y su “cariño” hacia usted y deseos de recuperación.

R. El médico me aconseja que no lea la prensa... Llevo de baja casi 50 días y la presidenta Cifuentes ni siquiera me ha puesto un mensaje o telefoneado para interesarse por mi estado de salud o por mi versión de los hechos. Ella ha optado por dar credibilidad al portavoz alegando que Ossorio tiene un testigo que "desmiente absolutamente" uno de los episodios en que yo he dicho que fui humillada. El testigo sabe que miente y lo demostraré ante los jueces”.

[Cifuentes la ha destituido como portavoz adjunta, lo que supone reducirle el sueldo en unos 1.500 euros, y ha nombrado en su puesto a Isabel González, hermana del expresidente de Madrid y antecesor de Cifuentes Ignacio González].

"Soy víctima de un maltrato laboral, y la respuesta del Gobierno de Madrid ha sido destituirme como portavoz. No es justo".

P. Lleva usted sin acudir a los plenos más de un mes. El PP gobierna gracias al apoyo de Ciudadanos y solo le saca un voto de diferencia a la oposición (65-64). Si usted no vota, Cifuentes no tendrá más remedio que convocar otras elecciones. Pues no tiene mayoría y no puede aprobar leyes.

R. He dicho y mantengo que quiero a mi partido, en el que llevo 35 años (el señor Ossorio ni siquiera está afiliado), y que no me voy a ir a ningún grupo mixto ni tampoco voy a renunciar al acta de diputada.

P. Sus compañeros de la Asamblea, por unanimidad, han expresado su apoyo al portavoz.

Su sustituta como portavoz en la Asamblea se ha negado a remitirle el informe que permitió su cese

R. La verdad es que me siento muy sola y no entiendo nada de lo que está pasando, aunque, a escondidas, he recibido apoyos vía mensajes de algunos colegas y de compañeros de la oposición. En el PP de Madrid manda Cifuentes y el que se mueve o no hace lo que ella ordena no sale o se cae de la foto... ¿Alguien se imagina a un subordinado que se niegue a respaldar al jefe en una reunión del grupo tras recibir órdenes de Cifuentes? Llevo muchos años en política y desgraciadamente sé cómo funcionan las cosas en los partidos.

[Desde que está de baja, González-Moñux ha faltado a tres de los cuatro plenos que se han celebrado en la Asamblea. Sólo ha acudido a uno, el del día 20 de octubre. Durante este tiempo el PP solo ha podido aprobar leyes merced a pactos encubiertos con la oposición para que algún diputado se ausentase del pleno].

P. Si estaba usted de baja, ¿por qué fue ese día a votar? El número dos de Cifuentes, Ángel Garrido, ha manifestado que se enteró de su baja médica el día 19 de octubre, tras pedirle usted hablar con él.

R. Él conocía desde mucho tiempo antes las humillaciones que estaba sufriendo y tuvo conocimiento de mi baja con anterioridad a mi ausencia del primer pleno, el celebrado el 13 de octubre. Ha dicho que no sabía nada y que se enteró de todo en la reunión del día 19, pero no es verdad, y está documentado. Lo cierto es que me citó en su despacho para pedirme que fuese a votar al pleno el día 20. Me dijo que, aunque estuviese de baja, era compatible con ir a las votaciones los jueves. Contra el consejo de mi médico, y encontrándome mal, el día 20 fui a votar: pero todo eran caras largas hacia mí, como culpándome de la situación...

P. Si usted no acude a la Asamblea, el Gobierno de Cifuentes no podrá aprobar los presupuestos este mes de diciembre y tendrá que prorrogarlos...

R. Soy víctima de un maltrato laboral, y la respuesta ha sido destituirme y vapulearme todavía más echándome de la portavocía adjunta aprovechando que estoy de baja médica. No es justo. Yo no quiero otras elecciones en Madrid, no soy ni seré una tránsfuga. Estoy enferma y únicamente quiero que me dejen tranquila para recuperarme y poder incorporarme cuanto antes a mi puesto de trabajo y a mi partido, no pido más. Y si me empujan al abismo porque alguien quiera que haya otras elecciones en Madrid, por un tema de maltrato laboral y con la que ha caído este año, tendrá que explicar a los ciudadanos el motivo de esas nuevas elecciones.

investigacion@elpais.es

"Me presionan para que deje el acta, pero no lo voy a hacer, no he hecho nada malo"

Elena González-Moñux asegura que, aparte de la demanda contra Ossorio por "acoso y daño a su integridad y dignidad personal", también va a llevar ante los juzgados de lo contencioso el informe pedido a la Asamblea de Madrid en el que Cifuentes sustenta su destitución como portavoz adjunta. Y también la tesis del informe de que no existe una relación laboral entre ella y la Asamblea de Madrid debido a que se trata de un cargo político. Señala que pedirá al juez que exija a la Asamblea la entrega de ese informe, ya que su sustituta en la portavocía, Isabel González, hermana del expresidente Ignacio González, se ha negado a enviárselo. "Se lo he pedido y me ha dicho que solo me lo dejará ver cuando vaya a la Asamblea para entregar el próximo parte de baja".

El informe, según informó la sustituta a la prensa, avala que el cargo de portavoz adjunta es revocable, aun estando ella de baja médica, puesto que no se trata de una relación laboral y sí de un puesto de libre adscripción regulado en las normas internas del grupo Popular de la Asamblea de Madrid. La diputada aún no ha recibido una notificación oficial de su cese. Sí le han pedido por teléfono que vacíe el despacho. Su sustituta la telefoneó para comunicarle su relevo media hora antes de ser destituida.

Isabel González argumentó ante los periodistas que su colega había sido destituida de la dirección de grupo porque ella había dicho que era ahí donde sufría el acoso. "Es mentira, yo no he dicho eso ni nadie me ha preguntado; me han echado para presionarme y, además, hacerme daño económicamente. Mis médicos, en el informe, lo que dicen es que no debo volver al puesto de trabajo, que es el foco de mi situación, o que me sean modificadas las condiciones laborales. Lo demás son invenciones”, asegura la diputada madrileña.".

La diputada concluye: “No entiendo por qué se me sigue tratando mal y lanzando desde la Comunidad informaciones falsas y malintencionadas sobre mi. No sé quien lo está haciendo ni por orden de quién, ni tampoco qué pretenden con ello. Me están presionando para que deje el acta, pero por esa vía se equivocan. No lo voy a hacer porque yo no he hecho nada malo, y, la verdad, es mi trabajo y necesito el dinero porque tengo créditos que afrontar. Yo no me he enriquecido con la política".