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El conflicto de los dos diputados Maura

Tío y sobrino, de Ciudadanos y Podemos, chocan tras la bronca de sus partidos por ETA

Diputados de Podemos y Ciudadanos. En el vídeo, el momento de la bronca durante la sesión de investidura.Foto: reuters_live | Vídeo: J. Rojas | EPV
Juan José Mateo

Fernando Maura Barandiarán y Eduardo Maura Zorita son tío y sobrino. Ambos son vascos. Uno es diputado de Ciudadanos por Madrid tras una larga trayectoria política en Euskadi. El otro representa a Podemos por el territorio de Bizkaia. Y apenas se hablan. Su desencuentro prolonga estos días el enfrentamiento a gritos que mantuvieron el sábado sus partidos a cuenta de las víctimas del terrorismo.

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“Acabáis de ovacionar a Bildu y os mofáis cuando 254 diputados aplaudimos en honor a las víctimas de ETA”, tuitea Juan Carlos Girauta, portavoz de Ciudadanos, tras la bronca sesión de investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. “Girauta, mucho cuidado con lo que dices. Algunos venimos de allá y de muy lejos. El insulto barato envilece”, le contesta Eduardo en la misma red social. “La injuria tiene un escaño”, responde a su vez Fernando a su sobrino a través de un artículo en el digital Diario 16.

Fernando Maura.
Fernando Maura.

En Ciudadanos ven una amenaza velada en el mensaje del diputado de Podemos. Este se siente ofendido por esa interpretación. Cinco años después de que ETA dejara de atentar, la incomprensión mutua muestra las heridas sin cicatrizar que el terrorismo ha dejado en la sociedad española.

Los dos parlamentarios son descendientes del político conservador Antonio Maura. Sus vínculos familiares, sin embargo, no unen ya lo que separa la política. “¿Qué pensaría Antonio Maura si viera que un tataranieto suyo está haciendo y diciendo lo que dice?”, se pregunta el diputado de Ciudadanos sobre el antepasado común, cinco veces presidente del consejo de ministros de Alfonso XIII. “No sé hasta qué punto tiene un conocimiento directo de los años de plomo de ETA. Según él ha manifestado en ocasiones, él hablaba con mis escoltas de mi situación personal, o de la de los escoltados, pero nunca lo hizo conmigo”, continúa en una conversación con EL PAÍS en la que critica la apuesta de Podemos por los referéndums de autodeterminación.

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Fernando, abogado de profesión, creció viendo cómo ETA asesinaba a Enrique Aresti, socio de su padre; vivió amenazado por los terroristas y escoltado; militó en el PSE; fue candidato del PDL; entró en el Parlamento vasco con el PP; participó en ¡Basta Ya!; llegó al europarlamento con UPyD; y luego logró el acta de diputado con Ciudadanos.

“Para algunas fuerzas políticas ha ocurrido como si ETA no hubiera existido, una situación de amnesia colectiva, como si no hubiera habido ese problema. Y sí lo ha habido. Hay 800 familias que han perdido a alguno de sus familiares, 300 o 350 asesinatos que no se han esclarecido todavía, muchísima gente más que ha sufrido secuestros, heridas o que han tenido que renunciar a buena parte de su libertad para seguir viviendo”, se lamenta el diputado de Ciudadanos, de 61 años.

Eduardo, su sobrino, colabora con Pablo Iglesias desde antes de la fundación de Podemos; es profesor de filosofía en la Complutense y secretario de política del partido en el País Vasco, donde esta formación defiende la convocatoria de una consulta de autodeterminación.

Eduardo Maura.
Eduardo Maura.

“Nunca he amenazado a nadie, soy perfectamente consciente de lo que significa amenazar y ser amenazado. No forma parte de mi cultura política ni de mi vida la posibilidad de amenazar. Sin embargo, sí he sido amenazado durante dos días y medio de manera bastante vil en redes sociales, hasta el punto de que se me haya acusado de colaborar con ETA y de señalarle objetivos políticos”, se defiende Eduardo Maura, de 35 años, en conversación con este diario.

“Tengo una biografía basada en el País Vasco, de militancia política en Gesto por la paz en el colegio, y por esa militancia también he tenido que pagar un precio”, sigue el diputado de Podemos. “La situación en los años 90 todavía era enormemente tensa en Euskadi. Muchos años después, todavía hemos seguido teniendo situaciones de violencia social, cultural y simbólica de manera continuada. Mi relación con el ámbito de las víctimas del terrorismo es muy amplia”, subraya.

“Me parece intolerable que se reescriba mi biografía y mi compromiso con las víctimas de muchas violencias por interés electoral y partidista. Es superar todas las barreras éticas en política. El comportamiento de quienes me acusan de haber amenazado es deplorable y es igualmente ofensivo que se acuse a mi grupo de connivencia con la violencia”, zanja.

La demostración de que las heridas causadas por el terrorismo siguen abiertas se produce el sábado, en el Congreso. Durante la sesión de investidura de Mariano Rajoy, Iglesias aplaude los duros discursos de Oskar Matute, de Bildu (“todavía huele a cal viva”, dice, en referencia a los asesinatos de Lasa y Zabala) y de Gabriel Rufián, de ERC (“Traidores”, le espeta al PSOE). Antonio Hernando, portavoz de los socialistas, pide la palabra. “El PSOE ha vertido sangre, sudor y lágrimas para que [hoy estéis aquí]”, dice. El PP, el PSOE, Ciudadanos y el PNV se levantan a aplaudir. Los diputados de Podemos se quedan sentados. Los representantes del partido de Albert Rivera se lo afean a gritos (“O estás con las víctimas o estás con los terroristas”). Y estalla una bronca que hoy sigue viva: en el Congreso y entre los Maura.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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