Los incendios activos en Ourense calcinan más de 3.250 hectáreas en un día
El fuego ha arrasado 800 hectáreas del parque natural de O Xurés
Las llamas no dan tregua en la provincia de Ourense, donde cinco incendios han devorado 3.250 hectáreas. La Xunta de Galicia ha vuelto a activar la alerta por la proximidad a las viviendas en el incendio forestal que, hasta el momento, ha arrasado 800 hectáreas en el Ayuntamiento de Muíños, incluidas en el parque natural de O Xurés, una importante reserva ecológica que sufre los efectos del fuego año tras año. La alerta sigue, además, para el otro fuego que avanza imparable en el municipio de Oímbra, donde lleva calcinadas 1.500 hectáreas. A estos dos grandes focos se suman las llamas activas en Entrimo —con focos, además, en los Ayuntamientos colindantes de Lobeira y Lobios—, que han arrasado 450 hectáreas, según datos de la Xunta. Los tres están próximos a la frontera con Portugal.
La retirada de la alerta en el incendio que afecta al municipio de Entrimo ha durado apenas unas horas. A mediodía dos nuevos focos en el mismo término municipal se han adentrado en las aldeas de A Illa y Pereira, poniendo en peligro sus respectivos núcleos de población. La Xunta ha reactivado el nivel de alerta como medida preventiva en este municipio, así como en la localidad de Vences (Verín), donde las llamas se han aproximado también a las viviendas.
De nada ha servido el gran despliegue de medios desplazados la mañana de este miércoles de otras provincias para intentar sofocar los fuegos ourensanos. La falta de visibilidad, provocada por las enormes columnas de humo, ha obligado a abortar las actuaciones en Oímbra y Muíños.
La situación ha sido tildada de "apocalíptica" por el Comité de Defensa do Monte Galego —plataforma integrada por diversas asociaciones que reclaman una nueva política agroforestal de lucha contra los incendios— que a comienzos de verano denunció el "retraso en las labores de prevención", recalcando de que los incendios "se apagan durante todo el año", y carencias en los equipamientos básicos de los agentes forestales.
El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha defendido este miércoles la "alta eficacia" del dispositivo contra incendios que, asegura, está "evitando males mayores" en los grandes fuegos registrados durante este verano. Rueda apunta a la "intencionalidad" de muchos de estos incendios y apela a las “condiciones adversas” de esta época con una climatología “que no se ha dado en muchos años”. El vicepresidente también ha sostenido que los efectivos desplegados tienen “una alta eficacia” y han “salvado situaciones muy complicadas”.
El fuego de O Xurés comenzó el lunes y, tras ser controlado, se reactivó. Empezó en la parroquia de Requiás, a cuyas viviendas se acercan las llamas, y en su extinción trabajan dos técnicos, dos agentes, 10 brigadas, ocho motobombas, tres palas, seis helicópteros y cinco aviones, según la Consellería de Medio Rural.
En Oímbra, el incendio comenzó pasadas las 14.00 del martes y ha puesto en peligro los núcleos de Espiño y Bousés. En las labores de extinción trabajan dos técnicos, 14 agentes, 29 brigadas, 12 motobombas, tres palas, seis helicópteros y cuatro aviones.
A estos se suma otro incendio, activo también desde el martes, en el municipio ourensano de Boborás, que ha calcinado más de 500 hectáreas. Trabajan para controlarlo 10 agentes, 31 brigadas, ocho motobombas, tres palas, 10 helicópteros y dos aviones, además de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias, de Protección Civil y grupos supramunicipales.
De los fuegos registrados estos últimos días en Galicia, la Xunta da por controlado uno registrado en la localidad lucense de Chantada que ha devorado 106,44 hectáreas, 49,14 arboladas y el resto rasas en zonas protegidas dentro de la Red Natura.
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