¿Vacaciones con bloqueo político?

Los pasillos del Congreso y del Senado lucen prácticamente vacíos estos días, salvo por el retén de periodistas que puebla la zona de prensa de la Cámara Baja y los despachos de las direcciones de los grupos. El grueso de los diputados y senadores, por lo general, han dejado de acudir a las Cámaras. El Partido Popular y Unidos Podemos no han presentado ninguna iniciativa parlamentaria desde la constitución de las Cortes, el pasado 19 de julio, el único día de Pleno tras las elecciones del 26-J, aunque sí lo han hecho otros grupos como el PSOE y ERC, los más activos. El calendario de sesiones plenarias de la XII legislatura está en blanco, de momento, hasta que la Mesa de la Cámara decida si se activa el trabajo parlamentario este mes de agosto, como sí se hizo la legislatura pasada aunque no llegara a investirse un presidente.

Las direcciones de los partidos no han dejado de estar activas en la búsqueda de un acuerdo. Los líderes no están disfrutando de vacaciones completas y aprovechan algunos fines de semana para desplazarse a lugares de veraneo, como Mariano Rajoy en Portonovo (Pontevedra) y Pedro Sánchez a Mojácar (Almería). Todos en permanente contacto con sus equipos. “Nosotros las vacaciones por ahora no nos las hemos merecido. Tenemos que estar aquí, para eso nos pagan”, aseguró esta semana Pablo Casado, vicesecretario de comunicación del PP. "Los diputados de Ciudadanos estamos trabajando y vamos a seguir trabajando, es nuestra responsabilidad, porque hay que resolver esta situación de bloqueo y de falta de Gobierno en España”, apunta Miguel Gutiérrez, secretario general del grupo parlamentario de Ciudadanos. Los diputados de Ciudadanos, señala, tienen orden de estar localizables 24 horas al día, y de no desplazarse a lugares que les impidan llegar a tiempo de una reunión a primera hora del día siguiente a ser convocados.

Pero la falta de actividad en las Cámaras provoca que sus señorías no ocupen sus despachos, y que muchos aprovechen también para descansar en sus lugares de origen. La situación de parálisis institucional es la misma que tras las primeras elecciones, donde Congreso y Senado sí celebraron plenos, comisiones e incluso tramitaron leyes, que decayeron por el fracaso de la investidura. Los socialistas han mostrado su disposición a promover que el Congreso eche a andar en agosto aunque no se celebre ningún pleno de investidura, como cada vez parece más probable por las dificultades que está encontrando Mariano Rajoy, presidente en funciones, para lograr apoyos que le revaliden en La Moncloa. Pero dependerá del acuerdo con el resto de grupos. En el Senado, el PP ya ha indicado que la Cámara no tiene “prisa” por funcionar. “Estamos en compás de espera”, resumió el vicepresidente del Senado, Pedro Sanz, del PP.

“Los líderes políticos no están haciendo lo suficiente para superar el bloqueo”, considera Pablo Simón, doctor en Ciencias Políticas por la Universidad Pompeu Fabra. El politólogo no ve, eso sí, extensible esa responsabilidad a los diputados rasos, “que tienen un margen muy limitado para influir”. “Hay modelos, como el alemán, en los que la negociación se estructura con 12 comisiones en paralelo, lo que implica a más parlamentarios”, indica, pero no es el caso de España. “Los que no se tienen que ir de vacaciones son los que pueden romper el bloqueo; el resto no se me ocurre qué pueden hacer”, apunta.

Los diputados y senadores no responden al régimen laboral general. Su descanso no está reglado, como tampoco pueden disfrutar de una baja de cualquier tipo: por enfermedad o maternidad o paternidad. El periodo ordinario de sesiones de las Cortes ocupa de septiembre a diciembre y de febrero a junio, según recoge la Constitución, por lo que tres meses (enero, julio y agosto) son en principio inhábiles, aunque se pueden habilitar por acuerdo de la Mesa. “En el régimen laboral general, las vacaciones se devengan cuando se trabaja”, recuerda el laboralista Jesús Lahera. Se tiene derecho a dos días y medio de vacaciones por cada mes trabajado, lo que da al final 22 días hábiles al año, 30 naturales, según el Estatuto de los Trabajadores. ¿Y si se hiciera una analogía de sus señorías con un trabajador del régimen general? “Tendrían derecho a un día de vacaciones, porque han trabajado 15 días desde que el 19 de julio se constituyeron las Cortes”, contesta el experto.

“El trabajo de los representantes va más allá del que hacen en las Cámaras cuando están reunidas, a pesar de que nuestro sistema electoral da un protagonismo casi asfixiante a los partidos frente a los representantes electos, por lo que ese trabajo queda diluido”, subraya el catedrático de Derecho constitucional de la Universidad del País Vasco Alberto López Basaguren. “En los sistemas mayoritarios está claro que el representante político tiene que seguir trabajando en su distrito electoral para conseguir la reelección. En nuestro sistema es el propio partido el que no dejará que su miembro esté holgazaneando, y si lo hace no le llevará en las listas en la siguiente convocatoria electoral. La mayoría disfruta de vacaciones en mucha menor cantidad y extensión que el resto de trabajadores.”, reflexiona.

Los expertos alertan del riesgo de que este tiempo de impasse aumente el clima de apatía con la política, que ya se encuentra en niveles muy altos, y apuntan medidas. “El Congreso ha fracasado en su labor fundamental que es investir un presidente y se podría hablar de medidas sancionadoras”, afirma el constitucionalista Basaguren, que apunta una: “Que en el caso de repetición de elecciones, los partidos no cobren por los votos obtenidos o las subvenciones electorales. ¿Por qué volver a pagar por voto o escaño cuando las anteriores elecciones no han servido para nada?”, se pregunta. “Pero hay que tomarlo con mucha prudencia, porque han fracasado pero sí han estado trabajando”.