Rajoy llega a la semana de consultas para la investidura sin nada resuelto

Mariano Rajoy afronta la decisiva semana de las consultas del Rey con los líderes políticos sin haber conseguido que Pedro Sánchez y Albert Rivera se sienten a negociar su continuidad al frente del Gobierno y sabiendo que el líder de la formación de centro le acusa de “falta de liderazgo”. El PP criticó este lunes la estrategia del PSOE y de Ciudadanos, que mantienen su decisión de no votar a favor de Rajoy y juzgan de “poco ambicioso” el documento que les envió el presidente en funciones. El equipo del candidato anunció que es “absurdo” que este se presente a la investidura sin los apoyos necesarios.

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El PSOE y Ciudadanos descalifican como “poco ambiciosa” y “falta de detalle” la propuesta negociadora de Rajoy, que consideran un simple resumen de su programa electoral. Se reafirman en su oposición a apoyar su continuidad porque creen que el líder del PP debe asumir la responsabilidad política por los casos de corrupción que afectan a su partido. Y coinciden en diagnosticar que “la falta de liderazgo” del candidato es parte del problema, aunque por razones diferentes. El PSOE cree que Rajoy no ha hecho lo suficiente para garantizarse el apoyo de “sus afines ideológicos”, entre los que incluye a Rivera; y Ciudadanos afirma que no se ha esforzado como debe en buscar la abstención de Sánchez, que permitiría el inicio de la legislatura por sí sola.

“Nadie se ha querido sentar con nosotros para negociar el documento del PP, y eso no es razonable”, lamentó Rafael Hernando, portavoz de esta formación en el Congreso, que al mismo tiempo aseguró que está habiendo contactos casi diarios entre dirigentes de los tres partidos. “Si plantearan una alternativa, estudiaríamos la alternativa”. Tanto el PSOE como Ciudadanos niegan que tales contactos habituales se estén produciendo.

Estrategia frustrada

Rajoy tiene 137 votos de los 176 que necesita para ser presidente. Aspira a pactar un programa de reformas con Ciudadanos para sumar sus 32 votos (para un total de 169) y presionar así al PSOE para que conceda la abstención de sus 85 diputados (que sería suficiente en la segunda vuelta, cuando basta con sumar más síes que noes en una Cámara con 350 escaños). A 48 horas de que Felipe VI reciba a los líderes de las cuatro principales formaciones, Sánchez y Rivera han frustrado esa estrategia. Creen que no es su cometido “hacer el trabajo de Rajoy”.

Le acusan de pasividad. Recuerdan que en el último mes la actividad negociadora del candidato se ha reducido a una ronda informativa con los líderes de los partidos. Y analizan que a Rajoy le ha faltado cintura política para afrontar los distintos matices con los que cada partido argumenta su posición: mientras que la negativa del PSOE es extensible a cualquier candidato del PP, Ciudadanos estaría dispuesto a negociar con alguien distinto al presidente en funciones.

“No hay margen para negociar”, subrayó este lunes José Manuel Villegas, vicesecretario general de este partido. “Nos sentaríamos a negociar un programa de Gobierno si hubiera margen para que hubiera una renovación en el liderazgo del PP”.

“Nosotros no deseamos que el PP gobierne España”, recordó Antonio Hernando, portavoz parlamentario de los socialistas, que mantuvo invariable el discurso de que Rajoy debe tratar de formar Gobierno con Ciudadanos y con “los partidos que le apoyaron para la Mesa del Congreso”, en referencia a Convergència y al PNV.

Mayoría alternativa

Aunque esa vía ha sido ya descartada por todos sus protagonistas, el PSOE ha decidido desaparecer de la escena política, con su secretario general a la cabeza. No hay diálogo oficial ni oficioso de los socialistas con ningún partido político. La dirección del PSOE niega que su líder vaya a tratar de formar una mayoría alternativa si el candidato del PP fracasa, aunque no lo hace con tanta contundencia como desearían algunos dirigentes críticos, que no terminan de fiarse de que Sánchez no intente ir a la investidura en septiembre. “Es a Mariano Rajoy a quien corresponde ir a la investidura y esperamos que no huya otra vez”, insistió el portavoz socialista.

Así, todos los líderes mantienen las líneas rojas con las que acudieron a las elecciones generales. Reforzado por su victoria del 26-J, Rajoy no se plantea ceder la candidatura a otro político del PP, ni da señales de querer innovar en sus ofertas para lograr el desbloqueo, proponiendo, por ejemplo, someterse a una moción de confianza a mitad de legislatura. Sánchez se mantiene al margen de cualquier diálogo. Y Rivera, finalmente, recuerda que sus 32 votos no son decisivos, que ya ha pasado del no a la abstención, y que si los 85 diputados del PSOE secundan su postura se evitará una segunda repetición electoral.

Mariano Rajoy (PP)

Cómo llega. No tiene ningún apoyo extra asegurado al de los 137 diputados del PP y coaligados de UPN o Foro Asturias. Se ha visto con todos los líderes una vez (menos Bildu) y les dio 54 folios de su programa. Qué le dirá. Volverá a declinar presentarse a la investidura si no pacta antes el sí de Ciudadanos y la abstención del PSOE.

Pedro Sánchez (PSOE)

Cómo llega. Sánchez está avalado por la mayoría de su partido para inhibirse de participar en una mayoría que haga presidente a Mariano Rajoy. Al menos en una primera votación. Qué le dirá. Que Rajoy debe aceptar el encargo para tratar de ser presidente y trabajar por tener el apoyo de Ciudadanos y de los nacionalistas.

Pablo Iglesias (Podemos)

Cómo llega. Pablo Iglesias se ha quedado desplazado y ha asumido que Podemos, con sus 71 diputados, no tendrá ningún papel en las negociaciones para formar Gobierno. Qué le dirá. Se opondrá, por activa y por pasiva, a que Mariano Rajoy siga gobernando y se presentará como líder de un partido incompatible con el PP.

Albert Rivera (Ciudadanos)

Cómo llega. Rivera llega a la defensiva a su cita con el Rey. Tanto el PP como el PSOE le presionan para que conceda el voto afirmativo de sus 32 diputados a Mariano Rajoy. Qué le dirá. Explicará al Monarca que ya ha pasado del no a la abstención, y le pedirá ayuda para convencer a Pedro Sánchez de que se abstenga.