La fiscalía teme que el retroceso bélico del ISIS recrudezca los atentados en Europa

Las mismas fuentes apuntan, de manera preliminar y a falta de posteriores indagaciones, que el supuesto autor del atentado, identificado como Mohamed Lahouaiej Bouhlel, no parece guardar vínculos con España. El fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, se ha puesto esta mañana en contacto con el fiscal antiterrorista francés François Molins para transmitirle su solidaridad y apoyo, y para ponerse a su disposición para "colaborar desde el minuto uno".

Fuentes del ministerio público constatan que el ataque de Niza, algo pocas veces visto hasta ahora por el medio utilizado —el uso de un vehículo pesado como arma— y por la magnitud del daño, "encaja perfectamente" con la nueva estrategia del Estado Islámico de atentar por todo tipo de medios con terroristas autónomos. Esta amenaza fue renovada por el portavoz del ISIS, Mohamed al Adnani, en un comunicado el pasado mes de mayo.

El salto cualitativo del Estado Islámico frente a otros grupos terroristas como Al Qaeda consiste esencialmente en la estrategia de guerra para implantarse y controlar territorios, creando en ellos estructuras de poder paraestatales. Esta estrategia se complementa con atentados, muchas veces con preparación militar, perpetrados por combatientes retornados de la zona de conflicto, ejecutores autónomos radicalizados en sus países.

El debilitamiento del frente sirio hace, según fuentes de la fiscalía, que la amenaza se desplace hacia Libia, considerado un Estado fallido. Eso supondría una amenaza para Argelia y Marruecos, y la posibilidad de que arrecien los ataques terroristas en suelo europeo. Ante la lucha desigual contra terroristas dispuestos a suicidarse, los fiscales hacen hincapié en una "legislación penal preventiva" de los atentados, como la que castiga el reclutamiento, el adoctrinamiento y la autorradicalización a través de Internet y las redes sociales.

A finales de mayo, últimos datos disponibles, las autoridades tenían constancia de 170 personas desplazadas desde España para luchar en las filas del Estado Islámico, si bien se desconoce el número exacto de combatientes retornados desde Irak y Siria.

En 2004, la Operación Nova permitió desarticular una célula islamista que pretendía atentar con un camión cargado de explosivos contra la Audiencia Nacional. El grupo, liderado por Mohamed Achraf, ahora en prisión, no llegó a desarrollar los preparativos para ese ataque.