La cúpula de Podemos rechaza discutir el liderazgo de Iglesias

La dirección de Podemos tiene que debatir dos cuestiones en las próximas semanas: cómo se organiza en la oposición y hacia dónde caminan el partido y su alianza con IU. Las dos tienen que ver con el análisis del fiasco del 26-J. Pero, antes de abordarlas, tanto la ejecutiva como los dirigentes territoriales rechazaron este sábado cuestionar el liderazgo de Pablo Iglesias. Este se autodescartó como causa del mal resultado y aseguró: “Podemos sale todavía más cohesionado”.

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La cúpula de Podemos entró, tras cinco días de críticas cruzadas sobre las causas del fiasco electoral, en la fase de cierre de filas. Al margen de los diferentes puntos de vista sobre el proyecto político, en las últimas horas sus principales dirigentes han manifestado unidad de criterio en torno a la figura de Pablo Iglesias. El propio Íñigo Errejón, número dos del partido y reacio a la alianza con Izquierda Unibio, quiso dejar claro que trabajará “codo a codo” con el líder.

Iglesias negó discrepancias internas y con sus socios territoriales, a pesar de que desde el domingo por la noche hubo sectores de Podemos que dudaron de la eficacia del pacto con Alberto Garzón y otros que criticaron el diseño de la campaña electoral. El secretario general de la formación reunió junto a Pablo Echenique, responsable de Organización, a los líderes autonómicos de Podemos. La cita previa al consejo ciudadano convocado para el próximo sábado, sirve precisamente para analizar los resultados y escenificar unidad ante el máximo órgano de dirección entre asambleas. “Hay coincidencia de análisis en la ejecutiva”, señaló Iglesias, quien se mostró convencido de que habrá consenso sobre lo sucedido. “El día 9 tenemos consejo ciudadano, creo que va a haber un notable acuerdo sobre el diagnóstico, que además pudimos compartir ayer [viernes] con las organizaciones políticas con las que hemos confluido”. El pasado abril, tras la destitución de Sergio Pascual y las zozobras internas que generó, hubo unanimidad en la elección de Pablo Echenique como sustituto.

En la dirección del partido y entre los líderes autonómicos hay consenso en señalar que las causas por las que Unidos Podemos perdió más de un millón de votos respecto al 20-D deben de ser múltiples. Iglesias indicó también cuál debe ser uno de los ejes de la reflexión postelectoral. “Con la excepción de Cataluña, Euskadi y Navarra, ha habido muchos ciudadanos que nos apoyaron en diciembre que se han quedado en casa”, consideró. En este contexto, el partido ahondará en el análisis territorial del voto y sus diferencias. “Solo quien comprende la pluralidad y la diversidad es capaz de dibujar un mapa certero del todo”, agregó Echenique.

Trabajar en la oposición

¿Cuál debe ser el objetivo de Podemos en las próximas semanas? “Toca trabajar en la oposición con nuestros aliados y prepararnos para ser Gobierno en el futuro”, sostuvo Iglesias, cuyo paso por el Parlamento después del 20 de diciembre estuvo marcado por los choques con el PSOE y los reproches cruzados con Pedro Sánchez. El líder de Podemos recurrió, antes de la reunión, a un símil futbolístico. “Muchas veces hemos hablado del Atlético de Madrid y del Cholo Simeone. Hemos llegado a la final y ha sido impresionante, quizá nos hayamos quedado con la sensación de que merecíamos más”, declaró a los periodistas.

“Nos hubiera gustado ganar las elecciones y formar Gobierno, pero aun así es impresionante”, continuó Iglesias, que hace hincapié en los más de cinco millones de apoyos que logró el pasado domingo y en los 71 diputados que se sentarán en el Congreso.

En cualquier caso, a falta de los datos del estudio demoscópico encargado por Carolina Bescansa, el análisis compartido por Unidos Podemos descarga de responsabilidades tanto a Iglesias, principal defensor de la alianza con IU, como a Errejón, responsable de la campaña electoral. “Ni la confluencia ni la campaña han sido decisivos”, concluyeron el viernes los asistentes a una reunión de los portavoces de la coalición.