España, ‘Guinness’ del escrutinio
La incorporación de las nuevas tecnologías y un equipo que lleva décadas perfeccionando la organización electoral son clave para batir récords en el tiempo de recuento de votos
Dos horas y media. Un tiempo récord para ofrecer, con un 0,1% de error, los resultados electorales tras unos comicios. España está a la cabeza en la rapidez del recuento de votos. Nada que ver con la larga madrugada que necesitaron los ingleses para acabar yéndose de Europa, ni con la noche entera que pasó hasta que, a la hora del desayuno, los londinenses conocieron el nombre pakistaní de su nuevo alcalde, Sadiq Khan. Una organización previa de colegios, urnas, cabinas, impresos y papeletas, y una transmisión telemática de los datos en tiempo real, convierten a nuestro país en un ejemplo mundial.
Cerca de 22.265 tablets ha repartido la empresa Indra —ganadora del concurso para la gestión de los resultados—, por todos los centros electorales. Atrás quedaron los tiempos en los que los llamados “representantes de la administración” tenían que llamar por teléfono para “cantar” los resultados desde su mesa o centro electoral. Ahora eso se hace solo en lugares en los que no hay buena cobertura o diminutos, que suman unos 800.000 votos de los más de 34 millones que previsiblemente se contarán hoy. Aún así, para recoger las llamadas desde esos puntos remotos, hay 300 puestos de telefonistas ya dispuestos en el centro ferial de Ifema, convertido en el corazón que marca el ritmo electoral.
El llamado Centro de Recogida de Información consta de dos partes. Esas 300 cabinas para recibir los datos de aquellos sitios en los que la tecnología de última generación no funciona, y otro centenar de puestos de asistentes para resolver posibles problemas que puedan surgir con el uso de las tablets. “Los representantes de la Administración, han sido previamente entrenados en el uso del programa y de la transmisión de datos desde ese soporte digital, pero siempre estamos sujetos a una contingencia”, comenta uno de los responsables de Indra. Es el artículo 98.2 de la Ley de Régimen Electoral el que establece esa figura de delegado para cumplir con la obligación de ir adelantando los datos electorales.
De este modo, y con la supervisión de los responsables de cada mesa, esas personas transmiten los datos casi en tiempo real (con su tablet o llamando por teléfono), a medida que se van cerrando las mesas. Son recogidos, almacenados y difundidos de manera casi simultánea en los tremendos servidores de Indra, aislados por una gruesa cristalera en una sala en cuya puerta puede leerse en letras rojas: “Acceso Restringido”. Esa es la razón por la que, al actualizar la página web (resultados2016.infoelecciones.es), va incrementándose progresivamente el porcentaje de voto escrutado. Antiguamente había un centro de datos por provincia. Hoy hay uno solo, lo que abarata mucho los costes. En esta ocasión, unos 130,5 millones de euros.
España es ágil y rápida contando papeletas. Aparte de por la incorporación de las nuevas tecnologías desarrolladas por la empresa contratada, hay un equipo de 20 personas de la Subdirección de Procesos Electorales, dependiente de la Dirección General de Política Interior, que lleva décadas perfeccionando la organización de las votaciones. “En esta ocasión hemos ido muy justos, sólo hemos tenido 54 días, cuando lo normal son meses”, comenta una de las responsables. “Aunque veíamos que íbamos hacia otras elecciones, no podíamos ni reservar el pabellón, ni recuperar las urnas, ni las cabinas, ni imprimir las papeletas, porque cualquier movimiento es visto como el preludio de una nueva convocatoria electoral, y todo puede cambiar en el último momento”. Todo está listo y programado ya para que funcione como un reloj y los españoles se vayan a dormir hoy sabiendo quien ha ganado las elecciones.
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