La juez sostiene que el expresidente de Murcia pudo cobrar dádivas a través de familiares
La magistrada Miriam Marín apunta a la hija mayor y a un cuñado de Ramón Luis Valcárcel
La juez encargada del caso Novo Carthago —de supuesta corrupción urbanística en la recalificación de terrenos cercanos al Mar Menor— considera que desde la Región de Murcia y el Ayuntamiento de Cartagena se otorgó un presunto trato de favor al proyecto. Las pesquisas inducen a la magistrada a pensar que altos cargos públicos, entre ellos el exjefe del Ejecutivo autonómico y actual vicepresidente del Parlamento Europeo (PP), Ramón Luis Valcárcel, pudieron recibir recompensas económicas por esas gestiones.
En un auto dictado el pasado 15 de junio y al que ha tenido acceso EL PAÍS, la magistrada Miriam Marín indica que hay indicios que apuntan a la posibilidad de que para dicha recalificación "se entregasen por la promotora Hansa Urbana incentivos económicos a distintas autoridades con potestad para dar viabilidad a dicho proyecto, entre ellos, al anterior presidente de la comunidad, que podría haber recibido los emolumentos a través de su hija (María Rosario) o de su cuñado Juan Francisco Cruz Alfaro, socio de Faromur".
Según Marín, una de las vías de los posibles pagos del promotor Rafael Galea (Hansa Urbana) a Valcárcel pasa por su hija, quien acaba de ser citada a declarar en calidad de imputada para el próximo día 29. Y es que el empresario asistió al enlace en 2007 entre esta y Fulgencio Perán, si bien ninguno de los contrayentes ha aclarado en qué consistió el regalo, pues "no lo recordaban". De ahí que la juez haya validado la información recibida de Cajamurcia sobre los ingresos de los novios en sus cuentas bancarias, así como el análisis realizado por la Agencia Tributaria.
Marín ve "anómala" la contratación de la hija de Valcárcel en un despacho de abogados de Jerez de la Frontera (Cádiz) en 2006 y 2007, pues era la única empleada de fuera de Andalucía y tenía un sueldo superior a los otros trece trabajadores, cuando "a priori no reportaba utilidad a la empresa, pues no conocía personas físicas o jurídicas de Sevilla o Cádiz que pudiera aportar como potenciales clientes".
Las razones que llevaron a la contratación "no fueron desveladas por el administrador más antiguo de Syjeq en su declaración judicial", añade la juez.
No obstante, el hecho de que la promotora de Galea fuera un buen cliente de ese despacho durante años —aportó el 43% de todos los ingresos en 2005— lleva a la magistrada a pensar que "es posible que la contratación de la señora Valcárcel hubiese sido promovida por Hansa Urbana para encubrir una dádiva hacia la familia Valcárcel".
Finalmente, otra vía para una posible una recompensa económica al exjefe del Ejecutivo murciano por parte de la promotora se refiere a la venta de una finca, a bajo precio, que Hansa hizo a la firma Faromur en el año 2004, en plena recalificación de Novo Carthago. Los socios iniciales de Faromur eran Juan Sánchez Carrillo y José Alberto Meroño García, pero dos meses después de recibidos los terrenos de Hansa, un cuñado de Valcárcel, Juan Francisco Cruz Alfaro, se quedó con el 40% de la sociedad tras pagar un euro por cada acción.
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