Podemos se aleja del centro tras el debilitamiento de Errejón
El partido consolida el giro a la izquierda con la alianza con Izquierda Unida y los últimos fichajes para las listas. Voces en la formación cuestionan la tesis populista
Podemos ha venido escorándose progresivamente a la izquierda desde su llegada a las instituciones, un camino que ha consolidado en las últimas semanas con la alianza con Izquierda Unida y con los últimos fichajes para las listas, como el histórico dirigente comunista Manuel Monereo o el sindicalista del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) Diego Cañamero, así como con la reivindicación de Julio Anguita como referente. El viraje del partido coincide con una pérdida de peso interno del número dos, Íñigo Errejón, y consecuentemente de sus tesis populistas. La formación afronta un debate sobre hacia dónde dirigir su proyecto. El cofundador Juan Carlos Monedero cree que el populismo “hace aguas” y hay que centrarse en “reinventar el espacio político de la izquierda”, y la cúpula antepone el pragmatismo: hay que ganar.
“Cuando te falla la acción relámpago tienes que replantearte la estrategia. Has hecho un excelente primer tiempo. Pero has salido a ganar el partido, no a empatarlo. Y esa es la situación en la que estamos ahora: de empate. Por eso Podemos tiene que regresar a lo que nos planteamos al comienzo: lograr la unidad popular. Sin miedos”. El cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero tiene claro que la hipótesis populista que abandera Íñigo Errejón, basada en apelar a una gran mayoría social sin reivindicarse en la izquierda, “ha hecho aguas”, asegura en conversación con EL PAÍS. “En tres frentes”, explica: “primero, en las andaluzas, donde Ciudadanos nos pisó los talones si no vas más allá de criticar los excesos del sistema; segundo, en las generales, porque no funcionó para pasar al PSOE; y tercero, respecto de otras fuerzas políticas, porque Izquierda Unida aguantó con casi un millón de votos”.
Monedero considera que el populismo “simplifica en exceso, y por eso se basa en la vertiginosidad”, es decir, en el ahora o nunca hay que llegar a poder. “Se valida solo si le metes cinco a cero al adversario. Si no es así, tienes que revisarla, a no ser que la vanidad te impida hacerlo”, subraya. Podemos no logró en las pasadas elecciones una mayoría suficiente para conformar Gobierno, y afronta una nueva cita electoral con unas últimas decisiones estratégicas que le han alejado de esa tesis populista.
El partido ha suscrito una alianza electoral con IU, ha reivindicado la figura del histórico líder del PCE Julio Anguita, que participó la semana pasada en un mitin de Pablo Iglesias y se involucrará en la campaña, y ha anunciado nuevos fichajes para las listas de referentes de la izquierda, como el dirigente comunista Manuel Monereo o el sindicalista del SAT Diego Cañamero. “Hay que reinventar el lugar antaño llamado izquierda. No es reinventar la izquierda clásica, sino una nueva forma política que hace política de otra forma y que viene a ocupar el lugar de la antigua izquierda”, incide Monedero.
El giro coincide con una pérdida de peso interno de Íñigo Errejón, tras el conflicto que llevó a Pablo Iglesias a cesar a su mano derecha, el exsecretario de Organización Sergio Pascual. El secretario Político de Podemos, no obstante, sigue reivindicando que está en lo correcto, con artículos como el que publicó en Contexto a finales de abril. “El éxito de la hipótesis Podemos no solo se refleja en sus resultados electorales, sino en que ha cambiado ya gran parte de la disputa política en España, revitalizando la esfera pública, renovando el lenguaje y otorgando una importancia central a la batalla por el relato”, escribe. “Cada vez que los sectores más desfavorecidos de la sociedad se han hecho mayoría política no ha sido reivindicando ser una parte -la izquierda- sino construyendo un nuevo todo, el núcleo de un nuevo proyecto de país”, añade.
La secretaría Política, además, se ha esforzado en argumentar que los últimos fichajes de referentes de la izquierda clásica refuerzan precisamente la transversalidad de Podemos. “Tener un partido transversal significa ser capaces de representar y reflejar la complejidad y variedad de la sociedad. En nuestras listas va gente con todo tipo de profesiones”, dice el comunicado difundido este viernes por el departamento que dirige Errejón.
La cúpula defiende que ha apostado por el pragmatismo. “Puede que la actividad parlamentaria haya ayudado a evidenciar que hay una parte de la lógica izquierda- derecha que sigue operando, aunque la mayoría se sigue entendiendo desde la lógica mayoría- élite o de dentro- fuera de la ley”, afirma en conversación con este diario Irene Montero, jefa de Gabinete de Pablo Iglesias. La dirigente asegura que no se siente “interpelada” por ningún artículo y sostiene que en las decisiones ha primado la visión táctica de ir a por La Moncloa. “No te estás jugando la confirmación de la hipótesis populista, sino la conformación de un Gobierno en este país”, reflexiona. “No hay un desprecio a la hipótesis populista, pero te juegas el Gobierno”, incide.
El partido ha tenido desde su nacimiento esta discusión interna, pero tras no lograr sus objetivos en las generales el debate ha aflorado. ¿Le irá bien a Podemos con el giro táctico? El politólogo Pablo Simón no encuentra errada la estrategia. “Podemos no tiene capacidad de crecimiento por el centro. Los fichajes pueden perseguir taponar un flujo de votantes de IU a los que no convence la coalición, tienen que asegurar su voto con personajes muy emblemáticos de la izquierda”, considera. El analista entiende que su escoramiento a la izquierda ha sido progresivo, y ve la coalición con IU como una ventaja porque “son los únicos que presentan una novedad, la de agrupar a la izquierda”. “El sorpasso al PSOE en votos lo van a tener, porque va a haber una optimización de los votos de ambos al salvar la ley electoral. La pregunta es si van a ser capaces de generar una bola de nieve”, concluye.
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