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El PP identifica el “pacto del botellín” con el comunismo de “Frutos secos”

La campaña de Rajoy se vuelca en polarizar sus ataques contra la alianza de Podemos e IU

Rafael Hernando y José Antonio Bermúdez de Castro.Foto: atlas | Vídeo: S. BARRENECHEA (EFE) / ATLAS
Javier Casqueiro
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La alianza entre Podemos e IU no ha pasado indiferente tampoco para el PP. Inquieta. La campaña de Mariano Rajoy ya estaba diseñada para polarizar el voto entre los electores moderados frente a los más radicales. Para apelar al voto útil y sensato. El propio Rajoy marcó las grandes líneas de ataque al afirmar este martes en Logroño que la nueva coalición de izquierdas es un proyecto de "extremistas y radicales". El PP respaldó rápidamente esa vía abierta por Rajoy, pero subiendo varios peldaños las invectivas. El portavoz parlamentario de los populares, Rafael Hernando, identificó esa coalición con la intentada en 2000 entre el socialista Joaquín Almunia y el comunista Francisco Frutos, al que rebautizó como "Frutos secos". Hernando se mofó del "pacto de los dos botellines" y auguró un mal resultado para ese acuerdo que comparó con los peores regímenes del viejo comunismo.

La idea de la campaña del PP es que Rajoy se dedique a repetir los mensajes del 20-D, emita discursos positivos y propositivos y evite la contienda directa con sus rivales. Este martes en Pamplona, en la reedición de la firma de colaboración del PP con UPN, y luego en Logroño siguió los planes programados y solo se los saltó para etiquetar la nueva coalición como de "extremistas y radicales". Rajoy quiere profundizar en su perfil de gobernante moderado y fiable que no entra en disputas ni rifirrafes como otros. Esa función se la deja a otros portavoces del PP y especialmente a Hernando, de la línea más dura del partido.

Rafael Hernando sabe cuál es su función y la ejerce sin problemas ni frenos. Este martes empezó por cuestionar el funcionamiento simulado durante estos cuatro meses de los representantes de la llamada nueva política para acusarles de no hacer en realidad nada más que "demagogia" y emitir "falsedades que han provocado el hartazgo en la población".

El dirigente del PP hiló ese argumento con la acusación de bloqueo político a esas formaciones en el Parlamento en la pasada y breve legislatura y conminó a los electores a tomar nota de lo sucedido para votar ahora en consecuencia de cara al 26-J. Hernando arremetió también contra Ciudadanos, su teórico socio más posible ahora para los nuevos comicios, a los que despachó como unos "veletas" sin principios que votan y opinan según sus intereses. Pero su habitual dureza dialéctica se agravó al comentar el pacto de izquierdas cerrado el lunes entre Podemos e IU.

"Han hecho un pacto de los nueve diputados y los dos botellines, fiel a lo que son y lo que significan, el viejo comunismo", declaró Hernando en los pasillos del Congreso para cuestionar la escenificación del acuerdo en la noche del lunes entre Iglesias y Alberto Garzón en una sala teatral de Madrid y su brindis posterior con dos tercios de cerveza. El diputado popular valoró un aspecto del acuerdo al señalar que ahora Pablo Iglesias, el líder de Podemos, "se ha quitado la careta y el disfraz de la piel de cordero" y de la transversalidad de los votantes que busca y ha revelado sus verdaderas querencias.

Hernando identificó a IU con el comunismo cubano y a Podemos con "los asesores áulicos del comunismo en Venezuela, del chavismo y el madurismo, que es una democracia fallida".

El portavoz del PP en el Parlamento utilizó todos los símiles que se le ocurrieron para enlazar a Podemos con IU y las peores recetas económicas "de uno de los partidos más antiguos, viejos y rancios del mundo: el PCE". En ese sentido rememoró que en Grecia Alexis Tsipras acaba de aprobar una bajada del 20% de las pensiones. Y luego enumeró una serie de regímenes "marxistas leninistas" que aparejó al proyecto que quiere encabezar Iglesias y entre los que citó a Corea del Norte, China, Bolivia, Venezuela y Cuba.

Rafael Hernando consideró así que con el acuerdo ahora de Podemos e IU la historia se repite en una especie de déjà vu que ya se practicó en las elecciones generales 2000 con el proyecto de alianza entre el PSOE que dirigía Joaquín Almunia y el PCE de Francisco Frutos. Y sentenció: "Y así les fue". El PSOE y el PCE no solo no sumaron, sino que bajaron a 133 escaños. Los socialistas perdieron 16 escaños y los comunistas 13. Fue un batacazo. El PP de José María Aznar se alzó con una espectacular victoria con 183 actas y muy por encima de la mayoría absoluta.

El PP de Rajoy ha convertido ahora a Podemos en su gran enemigo a batir teóricamente el 26-J; entre otras razones, para minusvalorar la función que pueda ejercer el PSOE de Pedro Sánchez. Hernando justificó así este martes el nuevo pacto de izquierdas "por el nerviosismo" de los partidos que en estos cuatro meses de la pasada legislatura han estado más preocupados por el show, las fotos, "la astracanada y el disparate" que por los problemas de los ciudadanos.

Los populares quieren pensar y defender además que en el caso de Podemos e IU "dos y dos no suman siempre cuatro, sino que se puede quedar incluso en uno y medio", ironizó Hernando.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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