El caso Maloma amenaza con causar una crisis entre España y El Polisario
Fuentes diplomáticas achacan a sectores islamistas saharauis las trabas a su liberación
El caso de Maloma Morales, la joven de origen saharaui nacionalizada española y retenida desde hace más de cuatro meses en los campamentos de Tinduf, amenaza con provocar una crisis diplomática entre España y el Frente Polisario. Fuentes diplomáticas españolas atribuyen a diferencias internas en el movimiento saharaui entre la vieja guardia, laica y nacionalista, y las nuevas generaciones, próximas al islamismo, la frustrada liberación de Maloma, que ha sido devuelta a su familia biológica cuando ya parecía inminente su regreso a España.
La joven, de 22 años, fue llevaba el jueves a Rabuni, la capital administrativa del Sahara Occidental, después de que fueran detenidos sus dos hermanos biológicos que la mantenían retenida, con el compromiso de que compareciera ante las titulares de Justicia e Interior del Polisario y manifestara sin presiones si quería quedarse con su familia de origen o regresar con sus padres adoptivos a España.
Sin embargo, el viernes por la noche fue obligada a regresar con sus parientes biológicos, sin que llegara a celebrarse la comparecencia acordada, y fueron puestos en libertad sus dos hermanos. Según fuentes diplomáticas, se habría impuesto el criterio de los islamistas, para quienes la voluntad de una mujer, incluso mayor de edad, es irrelevante para decidir su propia suerte.
El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación en funciones, José Manuel García-Margallo, se reunió el sábado en Madrid con la representante del Frente Polisario, Jira Bulahi Bad, mientras que la Embajada española en Argel y el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Ignacio Ybáñez, están en contacto con los máximos responsables del Polisario. También se ha desplazado a Tinduf el cónsul general de España en Argelia, para asistir a la joven.
En declaraciones a los periodistas que le acompañan en su viaje a Astaná (Kazajistán), Margallo ha sido muy prudente, para no frustrar las conversaciones en curso, y solo ha dicho que estas son “fluidas y sinceras” y espera cumplir su objetivo de que “Maloma esté en casa cuanto antes”. El ministro recibió el viernes en Madrid a la familia adoptiva de Maloma y ha hablado en varias ocasiones con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.
Maloma llegó a Mairena de Aljarafe (Sevilla) con siete años, dentro del programa de acogida a niños saharauis y, cuando cumplió 18 años, se inició el proceso de adopción. Tras muchos años sin regresar al Sahara, el pasado 5 de diciembre viajó a los campamentos para reunirse con su familia biológica, que le impidió regresar a España cuando se disponía a hacerlo, una semana después, y la mantiene retenida desde entonces.
El caso de Maloma y de otras dos jóvenes secuestradas en similares circunstancias, según ha denunciado la ONG Human Right Watch, puede socavar el apoyo que el Frente Polisario ha tenido tradicionalmente en sectores de la izquierda europea. El propio secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, reclamó su liberación durante una reciente visita a los campamentos del Polisario en Tinduf al presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Mohamed Abdelaziz, quien le prometió ocuparse personalmente del asunto. España es uno de los mayores donantes de ayuda humanitaria al pueblo saharaui, no solo con fondos del Estado central, sino también de numerosos ayuntamientos, comunidades autónomas y ONG.
Espera "prudente"
La familia española de Maloma espera en su domicilio de Mairena del Aljarafe (Sevilla) noticias sobre la situación de la joven y aguardan con cautela para evitar cualquier circunstancia que interfiera en la resolución del conflicto.
Fuentes cercanas al caso han advertido que la situación es delicada y cualquier circunstancia o palabra puede retrasar la vuelta de la joven con la familia que la adoptó a los 18 años. Sus padres, José Morales y María del Carmen De Matos, así como su pareja, Ismael Arregui, se encuentran a la espera de la llamada del Ministerio de Exteriores para acudir a su encuentro.
Desde que desapareciera el pasado 12 de diciembre, durante el viaje que realizó para ver a su familia biológica, Maloma no ha podido ponerse en contacto con sus padres adoptivos ni con Arregui. Ni siquiera durante su traslado a Rabuni, su familia española ha conseguido oír su voz.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, se ha sumado a las llamadas a la "prudencia" y ha pedido confianza en el equipo de Margallo que negocia con las organizaciones saharauis la liberación definitiva de la joven.
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