La policía registra el pazo que Mario Conde alquiló al suegro de Baltar
El exbanquero alquiló un edificio noble en Galicia rehabilitado con fondos comunitarios
En el verano de 2009, Mario Conde incorporó a su patrimonio inmobiliario un magnífico pazo ubicado en la aldea de Chaguazoso, en el municipio ourensano de A Mezquita, propiedad del suegro del presidente del PP y de la Diputación de Ourense, José Manuel Baltar Blanco, hijo-heredero del "cacique bueno" condenado por enchufismo. Este lunes, los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han registrado cada palmo de la antigua casa rectoral, emplazada en una finca de cuatro hectáreas en una encrucijada entre Galicia, Castilla y Portugal.
La Guardia Civil ha detenido este lunes en Madrid a Conde, expresidente de Banesto, quien supuestamente lleva meses repatriando desde Suiza y otros países el dinero del banco del que se apropió a finales de los años 80 y comienzos de los 90. La operación incluye registros en los domicilios particulares de Conde y también en varias sociedades construidas por él en España para disfrazar supuestamente el retorno de los millones que se apropió de la entidad.
Desde aquel verano, Conde ha pasado largas temporadas en el pazo de de Chaguazoso. El exbanquero y excandidato a la Xunta de Galicia no ha dejado de aludir a su origen gallego y a su necesidad de estar en contacto con sus raíces en las numerosas entrevistas que ha concedido en su refugio ourensano provisto de dos patios, biblioteca, salones, tres comedores, siete habitaciones y una cocina, además de huerta, piscina, caballos y espacios para la práctica de la caza y la pesca.
La antigua rectoral de Chaguazoso fue rehabilitada en el año 2000 por Gabriel Caldelas, exalcalde popular de A Mezquita y suegro del presidente provincial del PP. La remodelación se hizo con dinero comunitario del Fondo Europeo de Desarrollo Rural gestionado por la Xunta de Galicia y el Ayuntamiento de A Mezquita y que vinculaba las ayudas al destino del inmueble al turismo rural con el objetivo de fomentar el empleo y fijar población.
Lejos de ello, en cuanto Conde posó sus ojos en la propiedad de los Caldelas estos se la arrendaron con derecho a compra. El pazo siguió anunciándose en la página de Turgalicia, dependiente de la Xunta, pero las reservas fueron entonces imposibles: nadie atendía los teléfonos que aparecían en la web en donde quedaron en blanco los epígrafes relativos al precio y disponibilidad de habitaciones.
Conde se refugió entre los sólidos muros de la antigua rectoral dedicado a la escritura y a promocionar su candidatura a la presidencia de la Xunta, a la que concurrió sin éxito en las autonómicas de 2012 por el partido Sociedad Civil y Democracia mientras estrechaba lazos con los Baltar y se empleaba en pedir el voto a sus vecinos, a la salida de misa, para el candidato designado a dedo en las últimas elecciones municipales por el yerno de su arrendador.
Cuando trascendieron las condiciones en las que el exbanquero ocupaba el pazo, empresarios del sector de turismo rural alertaron de la supuesta irregularidad. No obstante, los propietarios aseguraron siempre que permanecían abiertos al público. En 2014, un poco antes de que expirase el plazo de 15 años exigido por Bruselas para destinar el inmueble al turismo rural, la Xunta de Galicia retiró la oferta de la Casa Grande de la página web. El pazo de Mario Conde desapareció entonces también del directorio de alojamientos turísticos de A Mezquita y el exbanquero pudo cerrar oficialmente sus puertas a cal y canto hasta este lunes, cuando irrumpieron en él los agentes de la UCO para practicar el registro tras su detención.
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