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¿Cuándo cambia la hora? Un pueblo de Albacete lo hará un día después

El alcalde de Tobarra no retrasará los relojes hasta las dos de la mañana del 28 de marzo para cumplir con la tradicional tamborada de 104 horas

Tamborileros de Tobarra tocando durante la tamborrada.
Tamborileros de Tobarra tocando durante la tamborrada. Ayuntamiento de Tobarra

La Semana Santa de Tobarra (Albacete) está declarada de Interés Turístico Nacional desde 1988. Una de las tradiciones más importantes de Pascua en esta localidad de 8.000 habitantes es la tamborada, que comienza a las 16.00 horas del Miércoles Santo y acaba a las 00.00 del Domingo de Resurrección. En total, 104 horas ininterrumpidas tocando el tambor, evento que este año se ve afectado por el cambio de hora del próximo domingo 27 de marzo —a las dos de la madrugada, serán las tres—.

Para preservar la tradición y que esta no tenga que reducirse una hora, el alcalde de Tobarra, Pio Bernabéu, ha emitido un bando en el que comunica a los vecinos que el cambio en los relojes se pospondrá a las dos de la madrugada del lunes, un día más tarde de lo previsto. Bernabéu ha explicado que ha tomado esta decisión "con el fin de ser fieles a nuestras tradiciones". No es, sin embargo, la primera vez que se atrasa un día el cambio de hora por este mismo motivo. Desde que la Unión Europea estableciera en 2001 dos modificaciones horarias anuales (el último domingo de marzo y el de octubre), Tobarra ha tardado un día más en cumplir la directiva los años 2002, 2005 y 2013.

El regidor mantiene que "se ha hecho y se hará siempre que sea necesario" y recalca que cuenta con el beneplácito de sus conciudadanos. Además, asegura que nadie les ha "dado un toque" por el incumplimiento anecdótico de la normativa europea, pero de ser así "buscaríamos una alternativa para celebrar las 104 horas de tamborada y ceñirnos a las normas". 

José Manuel Vizcaíno, presidente de la Asociación de Cofradías de  Tobarra, explica que la Semana Santa en la localidad albaceteña no se entiende sin los tambores: "Las procesiones y los tambores forman un todo. Es lo que nos diferencia de otras provincias como Sevilla o Zamora. Los tamborileros muchas veces son cofrades, y viceversa". Vizcaíno relata que cuando salen las procesiones, los tamborileros se marchan a las calles colindantes para seguir con la tamborada y no molestar. La subida al Calvario el Viernes Santo es la excepción: "Se juntan tamborileros y cofrades y, al primer toque de corneta, el ruido cesa. Al segundo, tras el sermón, estalla otra vez el estruendo. Es muy emocionante". 

María Teresa Molina, de 24 años, afirma que en su pueblo "se nace con el tambor y la túnica". Reconoce que el ambiente y la cuadrilla a la que pertenezcas —ella es miembro de El Exceso— fomenta la pasión por la Semana Santa. Molina está de acuerdo con el bando de su alcalde porque, dice, "la tradición completa es que empiece y acabe a su hora, y dure 104 en total. Lo uno no se entiende sin lo otro". 

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"Adelantar el inicio de la tamborada para cumplir con el cambio de hora no es viable", asegura José Delfín Alfaro, de 48 años, vecino y tamborilero de la cuadrilla El Garuto (fundada en 1980). "Es una tradición que pasa de padres a hijos, incluso en el colegio les enseñan a tocarlo. Una hora antes de que empiece la tamborada, se acercan todos los niños desde los colegios tocando el tambor". Alfaro dice que, aunque el pueblo es pequeño, participan todos los vecinos: "Es una alegría. La fiesta más grande del pueblo". 

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