Reactivada la extradición a EE UU de dos falsificadores españoles de obras de arte
La Audiencia Nacional estudia la entrega de dos gallegos, acusados de vender cuadros falsos por valor de 30 millones de dólares a dos galerías de Nueva York
Jesús Ángel Bergantiños Díez espera la decisión del magistrado. La Audiencia Nacional ha dejado este martes vista para sentencia su extradición a Estados Unidos, donde se encuentra acusado de vender obras de arte falsificadas junto a su hermano, José Carlos, entre principios de la década de los noventa y 2009. Los dos hombres colocaron en dos galerías de Nueva York más de 60 cuadros falsos por valor de unos 22 millones de euros. Durante la sesión celebrada esta mañana, la Fiscalía y la defensa se han opuesto a su entrega al país norteamericano al considerar que la estafa se había cometido desde España, que el imputado está arraigado aquí —cobra una pensión— y que el supuesto delito puede juzgarse, por tanto, en un tribunal nacional.
Esta nueva revisión del caso por parte de la Audiencia Nacional, que también tiene previsto analizar la extradición de José Carlos, supone otro paso más de un proceso que dura ya años. El Tribunal Supremo frenó en marzo la entrega de ambos hermanos, tras considerar que las solicitudes de extradición no cumplían entonces con los requisitos formales. Según la sala de lo Contencioso-Administrativo, no contenían la documentación exigida por el acuerdo sellado para estos casos entre la Unión Europea y Estados Unidos. Esta decisión anulaba, por tanto, un acuerdo anterior del Consejo de Ministros, que aprobó en octubre de 2014 la extradición de los Bergantiños. Fue una propuesta del entonces ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.
Según las investigaciones de la fiscalía neoyorquina, José Carlos Bergantiños contrató a principios de la década de los ochenta a un pintor chino, Pei-Shen Qian, para que imitara obras de grandes artistas modernos: entre otros, Franz Kline, Jackson Pollock, Lee Krasner, Willem de Kooning o Barnett Newman. Una vez terminados, los hacían pasar por cuadros recién descubiertos. Para ello, el acusado contaba con la colaboración de su hermano Jesús Ángel y de su pareja, Glafira Rosales, que fue juzgada en 2013 en un tribunal estadounidense por siete cargos de fraude, delito fiscal y blanqueo de dinero.
En relación con sistema utilizado para cobrar las ventas, la Fiscalía ha defendido este martes que no se proceda a su extradición. Los hermanos supuestamente exigieron a las galerías de arte afectadas que les pagaran los cuadro mediante transferencias bancarias a cuentas abiertas en España, según informó el Ministerio de Justicia cuando presento al Gobierno el acuerdo para la entrega de los dos presuntos falsificadores.
Hice una navaja para cortar fruta. Pero si otro la usa para asesinar, acusarme a mí es injusto Pei-Shen Qian, pintor chino
El caso estalló al acumularse las dudas de varios compradores, que no pudieron autentificar las obras. Los hermanos Bergantiños fueron detenidos entonces, en 2014, en Sevilla y Madrid y quedaron en libertad tras declarar ante Fernando Andreu, juez de la Audiencia Nacional. Estados Unidos envió posteriormente dos peticiones solicitando la detención provisional con vista a la extradición de los dos hermanos. El embajador norteamericano también intervino y aseguró que se habían emitido dos órdenes de arresto.
José Carlos y Jesús Ángel Bergantiños, naturales de Lugo, aguardan ahora que la Audiencia Nacional se pronuncie. Por su parte, el pintor chino ya se defendió. Qian aseveró que era víctima de un "enorme malentendido y que nunca trató de hacer pasar sus obras por trabajos originales de maestros modernos: "Hice una navaja para cortar fruta. Pero si otro la usa para asesinar, acusarme a mí es injusto".
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