El PSOE ve inviables las alternativas de Podemos sobre los grupos
Los socialistas mantienen que el Reglamento del Congreso impide crear dos o cuatro grupos diferenciados Los dos partidos están de acuerdo en tramitar proposiciones de ley, aunque sea imposible que se aprueben
El PSOE ha rechazado las opciones que Podemos le ha planteado hasta el momento para que las candidaturas de confluencia con las que se presentó en Galicia, Cataluña y Comunidad Valenciana puedan crear grupos parlamentarios diferenciados.
El PSOE considera inviables las propuestas del partido de Pablo Iglesias porque vulneran en su opinión el reglamento del Congreso. Por ejemplo consideran descabellada la propuesta que Mónica Oltra, líder de Compromis hace en este periódico para que los socialistas le cedan diputados, porque eso no tiene nada que ver con el problema legal de la constitución de grupos.
En las conversaciones que se han producido hasta ahora, los representantes de En Comú Podem y Compromís-Podemos plantearon a los socialistas la posibilidad de que, finalmente, haya dos grupos: uno para el partido de Pablo Iglesias con 42 diputados y otro con los parlamentarios de las candidaturas autonómicas, con 27.
Sin embargo, el PSOE entiende que esa opción incumple el mismo artículo del Reglamento del Congreso que la creación de cuatro grupos. Se trata del artículo 23.2, que establece que “en ningún caso pueden constituir grupo parlamentario separado diputados que pertenezcan a un mismo partido”. “Tampoco podrán formar grupo parlamentario separado”, prosigue, “los diputados que, al tiempo de las elecciones, pertenecieran a formaciones políticas que no se hayan enfrentado ante el electorado”. Es decir, el PSOE sostiene que, como Podemos no se enfrentó en los comicios del 20-D a esas candidaturas (de hecho, eran socios electorales), no pueden constituir grupos diferenciados, ni dos ni cuatro.
Los socialistas consideran descabellada la propuesta que hace Mónica Oltra en este periódico sobre préstamos de diputados socialistas. Por un lado porque el problema de Compromis no es de requisitos formales y no tienen nada que ver con préstamos de diputados y, por otra, porque el PSOE ya ha registrado su petición de grupo con el nombre de todos sus parlamentarios.
Compromis tendría opción de tener grupo si sus diputados se desgajaran y se sumaran a los dos de Izquierda Unida. Explica el PSOE que el planteamiento de Oltra es descabellado y carece de sentido porque el problema de Compromis es otro, no el de falta de diputados, sino el de no haberse enfrentado a Podemos.
Los socialistas, de acuerdo con el PP, sí aplicarán flexibilidad en el reglamento para que Democràcia i Llibertat (DL, antes Convergència) y ERC tengan grupo, pese a que no cumplen el requisito de haber obtenido el 15% de los votos en cada circunscripción. Explica el PSOE que son supuestos distintos, porque una cosa es ser flexible, como se ha hecho en todas las legislaturas, con los requisitos formales del artículo 23.1 y otro incumplir el siguiente apartado que establece una prohibición expresa con la fórmula “en ningún caso”.
Congreso en funciones
PSOE y Podemos están de acuerdo en que el Congreso pueda tramitar iniciativas aunque sean proposiciones de ley y aunque haya un Gobierno en funciones. No obstante, los socialistas son conscientes de que es imposible que terminen siendo aprobadas.
En todo caso, cualquier decisión está pendiente de un informe que se ha solicitado a los servicios jurídicos de la Cámara para saber qué se puede hacer sin que haya investidura. Ese informe legal será determinante para sabe hasta dónde puede avanzar el Congreso con un Gobierno en funciones.
La situación es nueva porque nunca se había planteado este funcionamiento, pero ahora que la investidura puede prolongarse dos meses los principales partidos plantean que la Cámara no esté inactiva y, por eso, han presentado iniciativas en el registro.
De esa actividad excluyen la función de control al Gobierno, porque no tendría sentido hacerlo con un Ejecutivo en funciones. Solo se plantearía para pedir explicaciones sobre actos que considere que exceden de estar en funciones.
No hay problemas con proposiciones no de ley o las de funcionamiento interno como la petición de crear una ponencia de reforma del Reglamento. Esta última tiene un valor simbólico porque es imposible culminar sus trabajos en dos meses, pero están dispuestos a hacerlo.
La duda surge con las proposiciones de ley. Por ejemplo, las que piden derogar leyes de la anterior legislatura o la ley 25 de Podemos con medidas sociales. El Reglamento exige que se pida informe al Gobierno en un plazo de un mes. Suponiendo que se admita que un Gobierno en funciones puede hacerlo, los plazos llevan el trámite a finales del mes de febrero.
En la hipótesis de que la proposición de ley sea aprobada en el Congreso, debe ir al Senado donde el PP tiene mayoría absoluta. En el mejor de los casos, la Cámara alta tiene un mínimo de 20 días para votar la proposición. Esos plazos llevan ya a superar los dos meses sin investidura que provocarían la disolución de las Cortes y, por tanto, las proposiciones de ley decaerían.
Siguiendo con las hipótesis, es de suponer que el PP rechazaría en el Senado esas reformas legales. Es decir, debería volver al Congreso, pero eso sería ya imposible de cumplir en solo dos meses. En esos trámites hay otros de funcionamiento interno difícil de cumplir como la creación de comisiones en el Congreso. Siempre se ha esperado a que haya Gobierno para que haya simetría con los ministerios, pero esta vez hay voluntad de acelerar los trámites si así lo permite el informe pedido a los letrados del Congreso. Eso, a su vez, abriría un nuevo periodo de negociaciones para designar a los presidentes de esas comisiones. También para eso la situación es nueva y lo más probable es que se estableciera una proporcionalidad. Incluso con mayorías absolutas hay algunas como la de control de RTVE o la de Exteriores que se suelen dejar para partidos de la oposición.
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