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Los grupos de Podemos y sus alianzas se hallan todavía en el aire

Iglesias alude a la hipótesis "confederal" para coordinar a los 69 diputados del partido

Francesco Manetto
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, rodeado de diputados de su partido.
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, rodeado de diputados de su partido. J. J. Guillén (EFE)

La división en grupos de los 69 diputados logrados el 20-D por Podemos y sus alianzas territoriales en Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia y el protocolo de colaboración entre los distintos equipos está todavía en el aire. Podemos afronta aún con incertidumbre su configuración en el Parlamento. El PP, el PSOE y Ciudadanos están en contra de que puedan dividir en cuatro partes en el Congreso. No obstante, ese partido, asegura que mantendrá el pulso hasta agotarse el plazo para la formación de los grupos, la semana que viene.

La negativa a la separación de los diputados de Podemos fue uno de los motivos que frustró un acuerdo unánime para la composición de la Mesa de la Cámara baja. Pablo Iglesias la puso como condición, aunque se mostró dispuesto a negociar con las demás fuerzas la renuncia a la concesión de asignaciones económicas e incluso a los tiempos de intervención en los plenos. En Comú Podem, Compromís-Podemos y En Marea hicieron campaña con la promesa de representar a su comunidad desde un grupo propio que actuaría de forma coordinada con los de Iglesias. En su conjunto, lograron 27 diputados, respectivamente, 12 por Cataluña, nueve por la Comunidad Valenciana y seis por Galicia. Esos representantes se contabilizaron desde el primer momento como miembros de Podemos, que en el resto de España consiguió 42 escaños, aunque, de facto, solo lo son algunos de ellos.

¿Qué pasaría si no logran el reparto en agrupaciones parlamentarias distintas, como han dejado claro PP, PSOE y Ciudadanos? Los principales dirigentes de Podemos aseguraron ayer que para ellos no cabe todavía esa opción. Este jueves formalizarán ante la nueva Mesa, en la que cuentan con la vicepresidenta Gloria Elizo y el secretario Marcelo Expósito, su petición, y la mantendrán hasta que se agote el plazo. No obstante, tras la sesión constitutiva de las Cortes, en su primera comparecencia en la sala del Escritorio de la Cámara baja, apuntó a una posible solución.

Iglesias se refirió a la hipótesis de formar una especie de “grupo confederal”. A pesar de ello, con esa fórmula no se refería tanto al modelo adoptado, por ejemplo, en la pasada legislatura, por La Izquierda Plural —en la que se integraban IU, ICV, EUiA y la Chunta aragonesista— sino a una filosofía colaborativa entre los cuatro equipos. Según fuentes de la formación, al margen de lo que decida la Mesa, Podemos, En Comú Podem, Compromís y En Marea trabajarán juntos en la presentación de iniciativas y, aseguran, se repartirán los mensajes, también en relación con la política territorial. Ayer, por ejemplo, lo hicieron para suscribir su primera proposición de ley, una batería de medidas sociales contra los desahucios, los cortes de luz y gas por falta de recursos y el copago farmacéutico.

Un epílogo

¿Cabe la posibilidad de que algunos diputados se diluyan en el Mixto, puesto que no todos pertenecen a Podemos? Nadie quiere aceptar tampoco esa opción. El catalán Xavier Domènech, el valenciano Joan Baldoví y la gallega Alexandra Fernández revindicaron su derecho a grupo propio. “Tenemos todos los requisitos”, recalcó Domènech, para quien el acuerdo para la constitución de la Mesa “solo es un epílogo de una forma de gobernar”. Ningún portavoz quiso siquiera contemplar, al menos de momento, esa hipótesis “confederal” apuntada por Iglesias.

Aún quedan varias incógnitas por despejar, incluso dónde se sentarán los nuevos diputados, que ayer acudieron a primera hora para asegurarse un escaño con visibilidad y a tiro de cámara. Incluso ese reparto depende de la Mesa. La decisión última del órgano de gobierno del Congreso determinará también algunas decisiones internas de Podemos. Queda pendiente, por ejemplo, la estructura de la dirección parlamentaria, la presidencia, las portavocías y la secretaría, ya que estos nombramientos dependen también de la coordinación con las alianzas territoriales.

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Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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