Rajoy ofrece un pacto de gobierno para las reformas pendientes
El presidente en funciones considera insensato e incoherente cualquier pacto del PSOE con otros partidos y muy negativas otras elecciones
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha afirmado este martes ante la Junta Directiva Nacional de su partido que "está dispuesto a hablar con las fuerzas políticas que comparten los grandes planteamientos básicos constitucionales" para forjar un pacto de "gobierno amplio", sobre todo con PSOE y Ciudadanos, a los que no ha mencionado. El líder del PP ha confirmado que está dispuesto a ceder en sus posiciones maximalistas, como demanda a las demás formaciones, para poner en marcha en ese Ejecutivo encabezado por el PP "las grandes reformas que necesita España para los próximos años".
Rajoy no ha explicado en público que podría aceptar incluso la reforma de la Constitución, aunque el PP está ya totalmente preparado para ese escenario. Pero lo que sí ha enojado particularmente a Rajoy ha sido escuchar por boca del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, con el que apenas ha podido concretar nada en sus charlas, que quiere emprender él una reforma constitucional por su cuenta "para culminar el Estado autonómico". El líder del PP ha llegado incluso a interpelar a Sánchez con qué votos piensa poner en marcha ese cambio si solo tiene por ahora asegurados los apoyos de sus 90 diputados.
El líder popular le lanzó así retóricamente a Sánchez incluso una pregunta con tono de enfado: "¿Qué les va a dar a los que van a plantear la liquidación de España y qué votos tiene usted para hacer esa reforma de la Constitución con la composición actual del Congreso y el Senado?". Rajoy endureció aún más sus reproches al líder del PSOE cuando le acusó de "engañar a la gente" y de "prometer lo que no se puede cumplir".
En el PP, en el entorno del equipo de Rajoy, se concluyó de su intervención ante la Junta Directiva Nacional, el máximo órgano entre congresos, que el presidente está especialmente enfadado con Sánchez y que ha aumentado varios grados su línea de ataque y de presión para que renuncie a buscar un Gobierno alternativo de izquierdas con respaldos nacionalistas o separatistas. Rajoy catalogó esos intentos de Sánchez como "urgencias personales".
Lo que también hizo Rajoy fue descalificar duramente tanto una hipotética alianza del PSOE, Podemos, Izquierda Unida y el apoyo o la abstención de partidos que participan en un Gobierno como el nuevo catalán que quiere liquidar la unidad de España. Le parece que ese acuerdo sería un "disparate insensato" y no el "cambio sensato" que pidieron los españoles con su voto en las urnas el 20-D.
El presidente en funciones defiende que tanto un Gobierno en minoría del PP con apoyos externos como un gran Gobierno de coalición son los modelos a copiar de los grandes países europeos y daría "un mensaje de tranquilidad, seguridad, confianza y certidumbre tanto dentro como fuera de España" y respetaría la voluntad popular. La otra opción alternativa que se ha barajado en las últimas horas, que Rajoy denominó "la otra gran oferta", es decir, el pacto del PSOE como Ciudadanos y Podemos que quiere explorar Sánchez, tampoco es aceptable para Rajoy porque esas formaciones tienen "planteamientos radicalmente distintos en lo fundamental" y porque ese presunto Gobierno "no llevaría a ninguna parte, duraría poco y sería ir contra la voluntad mayoritaria de los españoles".
Tanto frente a la alternativa del PSOE con las izquierdas y los nacionalistas como de los socialistas con Ciudadanos y Podemos, Rajoy contrapone el "Gobierno del PP viable, coherente, con una gran mayoría de los votos y escaños" detrás. Sobre todo si PSOE y Ciudadanos permiten su investidura porque esas tres formaciones "coinciden en lo básico y podrían hablar".
PSOE y Ciudadanos han pactado este martes que el socialista Patxi López sea elegido mañana presidente del Congreso de los Diputados. Los populares renunciarán a presentar candidato, aunque aún no han decidido si votarán a favor de López o en blanco. El acuerdo supondrá que, además de la presidencia, los socialistas tengan también una de las vicepresidencias. Ciudadanos y Podemos tendrían dos puestos cada uno en la Mesa. De los ocho puestos, el PP tendría tres, dos vicepresidencias, para Celia Villalobos y Rosa Romero, y una secretaría, para Alicia Sánchez Camacho.
Tras varios días en los que tanto Rajoy en persona como los principales dirigentes del PP han asegurado que este partido tenía la obligación de presentar un candidato a presidir el Congreso, porque habían sido la formación más votada, un acuerdo de última hora ha hecho variar esas posiciones y también los argumentos. El PP sabía que estaba condenado numéricamente a perder la presidencia de la cámara baja ante el entendimiento del PSOE con Ciudadanos y probablemente Podemos y se apresuró a explicar que su renuncia final a presentar candidato tenía que ver con que son un partido dialogante que sabe ceder y negociar ante posibles conversaciones en los próximos días para la investidura de un nuevo presidente.
El PP mantendrá a García Escudero como presidente del Senado
El Partido Popular mantendrá a Pío García Escudero como presidente del Senado, ya que será el nombre que propondrá mañana en la sesión constitutiva de esta Cámara y en la que los populares poseen mayoría absoluta.
Ha sido el presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, quien ha anunciado la continuidad de García Escudero en ese cargo durante la XI legislatura.
Rajoy ha informado de esta decisión en su intervención en la reunión de la Junta Directiva Nacional del PP que ha aprobado los nombres de los diversos candidatos del partido para los puestos en las mesas del Congreso y el Senado.
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