El PSOE veta iniciar contactos con Podemos si no retira el referéndum
El secretario general del PSOE asume como innegociable que el partido de Pablo Iglesias renuncie a la consulta independentista
El Comité Federal del PSOE ha suscrito una resolución política en la que impone una condición "innegociable" para que Pedro Sánchez pueda siquiera abrir una ronda de contactos con Podemos: si el partido de Pablo Iglesias no renuncia a defender un referéndum independentista para Cataluña no será posible ni sentarse en una mesa para empezar el diálogo. Esta es la "condición indispensable" suscrita por el comité federal, asumida por el propio secretario general socialista y que los barones del partido habían puesto como línea roja infranqueable en la reunión del domingo en la sede de Ferraz. Iglesias, tras reunirse por la mañana en La Moncloa con Mariano Rajoy, ha mantenido su propuesta de un referéndum de independencia en Cataluña.
El documento del comité señala que el PSOE antepondrá "el interés de España a cualquier otro objetivo". Es por este motivo por el que el partido rechaza "de manera tajante, cualquier planteamiento que conduzca a romper con nuestro ordenamiento constitucional y que amenace así la convivencia lograda por los españoles durante estos últimos 37 años". El documento, de tres páginas, añade: "La autodeterminación, el separatismo y las consultas que buscan el enfrentamiento solo traerán mayor fractura a una sociedad ya de por sí divida. Son innegociables para el Partido Socialista y la renuncia a esos planteamientos es una condición indispensable para que el PSOE inicie un diálogo con el resto de formaciones políticas".
Los socialistas recuerdan que el PSOE y el PSC son "los únicos partidos" que han planteado "una solución al problema ocasionado por el independentismo en Cataluña", que pasa por "actualizar el marco de convivencia constitucional (...) avanzando hacia un modelo de Estado de estructura federal".
Por la mañana, al inicio del cónclave socialista, Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, afirmó en su discurso de apertura que “se dejará la piel” para tratar de atender las demandas “de cambio por la izquierda” que manifestó la sociedad española en las elecciones del pasado 20 de diciembre. Pero “no a cualquier precio”. En ningún momento dialogará con Podemos sobre la integridad territorial de España. De esta manera, Sánchez daba muestras inequívocas de que no doblegará sus principios y los del PSOE en aras de gobernar.
En su intervención el líder socialista ha lanzado mensajes implícitos a los barones territoriales que le cuestionan al recordarles que tanto ellos como muchos alcaldes tuvieron su apoyo y de la dirección federal “para que pactaran por la derecha y por la izquierda” para conseguir ser investidos presidentes y alcaldes. “Vuestra experiencia me será muy valiosa”.
La intervención que ha hecho Pedro Sánchez ante el Comité Federal habrá sido la más difícil que ha realizado en sus 17 meses de mandato al frente de la secretaría general. Ante él estaban dirigentes de gran relevancia en el PSOE que cuestionan su continuidad y para empezar que le discuten la capacidad de emprender negociaciones con otras fuerzas políticas para tratar de formar una mayoría parlamentaria.
Paso a paso, es lo que ha dicho en este discurso solo interrumpido una vez para ser aplaudido cuando ha afirmado que el PSOE votará no a la investidura de Mariano Rajoy “o la de cualquier otro miembro del PP”. Al final de su parlamento se ha producido otra ovación, larga y sostenida, por quienes han querido mostrar también que Sánchez tiene apoyos en este Comité Federal, de 250 miembros, frente a quienes trabajarán para que no continúe al frente del partido. “Me comprometo con los votantes a cumplir con su mandato por el cambio y por la izquierda”, ha dicho Pedro Sánchez, al mostrar gran determinación de no doblegarse a pesar de los envites que sabe que le tienen preparado.
El líder socialista ha expuesto ante este comité cinco puntos como base para la negociación “a izquierda y a derecha”. Primará “el interés general de los españoles”, fue el primer punto, seguido del pronunciamiento en contra de la continuidad de Mariano Rajoy o de cualquier otro candidato del PP. Si este partido es incapaz de formar gobierno el PSOE “abordará con firmeza su legítima responsabilidad de ofrecer una alternativa de gobierno a España”. Esta negociación se hará con transparencia para garantizar “a los ciudadanos el derecho a saber de qué se habla y qué se acuerda”. “No dialogaremos sobre la integridad territorial de España”.
Tras los cinco puntos el PSOE recordó a los compañeros “que hoy dirigen instituciones” la confianza que tuvieron de él mismo y de su equipo para negociar “en interés general de los vecinos de vuestros municipios y regiones. Gracias por el trabajo bien hecho, gracias por iniciar el cambio”.
De nuevo como ya hiciera el día siguiente de las elecciones generales desarrolló la agenda de reformas urgentes que necesita España sociales, económicas y de derechos, las relató para que el Comité Federal conozca de qué hablaría con otras fuerzas políticas.
No ha dejado el secretario general ninguno de los temas que le van a plantear los barones más críticos con su gestión. Desde luego la conclusión sobre el resultado electoral del PSOE. “Soy autocrítico, no ha sido un buen resultado”, ha señalado. La apostilla de que ha sido “un mal resultado” se incluyó la noche anterior en la resolución pactada entre todos. Aún así, Pedro Sánchez ha querido dejar claro que mantiene su grado de autonomía y su derecho a hacer su propio análisis sobre el porqué de la merma de votos del PSOE.
“Asumo mi responsabilidad en primera persona; ahora bien, para responder con eficacia hay que contextualizar esos resultados”, ha dicho Sánchez a modo de justificación de lo ocurrido. Primero, la izquierda se ha fragmentado y después, ha teorizado sobre la imposibilidad de un partido de recuperar el poder tan solo después de un ciclo de cuatro años. “No le pasó al PSOE en 1996 que, tras perder las elecciones, no las volvió a ganar hasta 2004” ha recordado. No ha dejado duda el líder socialista de que va a pelear por ejercer su responsabilidad, tras recordar que lleva al frente del partido “poco más de 17 meses” y en los cuales ha tenido que afrontar cuatro elecciones. Ni una palabra de reproche a los barones del PSOE sino que ha mencionado a un adversario exterior. “Ha habido una coalición de intereses desde la derecha contra el PSOE”. Su último mensaje ha sido para dejar claro que va a atender la demanda de la sociedad de que el PSOE se implique en la solución del dilema político que han dejado las elecciones. “Los socialistas no nos vamos a quedar de brazos cruzados, ya sea desde la oposición o desde el Gobierno, trabajaremos sin desmayo”. Y él en primera persona.
"Que nadie cuente con nosotros para negar la ciudadanía común", ha insistido Pedro Sánchez, antes de remarcar: "No vamos a levantar muros ni cordones sanitarios con otros partidos. Buscaremos lo que nos une como sociedad".
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