Thais Villas: “Vamos a flipar con los pactos”

Thais Villas (Fraga, Huesca, 1976) es desde hace diez años reportera de El Intermedio (La Sexta).

Pregunta. Las elecciones están a la vuelta de la esquina. ¿Llevas mucho tiempo meditando tu voto o lo tienes decidido?

Respuesta. Pues llevo bastante tiempo meditando mi voto porque no lo tengo nada claro últimamente. Y yo que hago calle, y estoy en contacto con la gente cada día, me doy cuenta que estamos todos igual. Antes la gente lo tenía más claro, pero estas elecciones todavía no. Y no me acaba de gustar lo que veo.

P. ¿Sacas las uñas en las discusiones sobre política o más bien el pintalabios?

R. No saco las uñas ni el pintalabios, intento discutir sin llegar a la sangre ni pegarme con nadie porque soy una persona que está por la paz.

P. Qué te inspiran los siguientes dúos: Pedro Sánchez y Albert Rivera.

R. Un poco Pimpinela.

P. Mariano Rajoy y Albert Rivera. 

R. ¿Todo tiene que ser con Rivera? 

P. ¿Cuál sería tu pacto ideal?

R. Todavía no lo sé, no pegan los unos con los otros. Vamos a flipar cuando veamos cómo se acaba de reagrupar todo. 

P. ¿Qué preferirías? ¿Que La Manga del Mar Menor no se hunda por el cambio climático? ¿Que tu hija pueda ir a una escuela infantil gratuita? ¿O que equiparen tu sueldo al de tus compañeros varones?

 R. Que equiparen mi sueldo con mis compañeros varones para que así mi hijo pueda ir a una escuela gratuita o no y de paso contribuir un poco contra el cambio climático y no se hunda La Manga. Todo.

P. ¿Cree que hay una renovación real en la clase política?

R. Yo creo que no. Si pones atención a lo que dicen, te lees la letra pequeña, no hay mucha renovación. Aunque hay caras nuevas, yo creo que nos vamos a quedar como estamos. Porque al final la gente cuando vota al final se echa para atrás y hace lo que hace siempre.

P. ¿Qué candidato te convenció más en el debate de El País?

R. Están todos demasiado centrados en el ‘Y tú más’. Tú presenta lo que a ti te parezca y tira para adelante. Pero estaban los tres muy guapos. Hasta el atril de Rajoy estaba monísimo.