Rajoy y Sánchez ganan en las pequeñas circunscripciones
La irrupción de Podemos y Ciudadanos es más mitigada en provincias con menos escaños
El problema de apoyo del PP y del PSOE en las grandes ciudades lo tiene Ciudadanos y Podemos en las poblaciones más pequeñas, aunque con avances. En estos ámbitos los partidos tradicionales aventajan a los emergentes, como constata Metroscopia en Teruel, Burgos, La Rioja, Badajoz y Zaragoza, en los que gana el PP, seguido por el PSOE. En el bipartidismo se quedan 16 o 17 escaños de los 24 que suman esas circunscripciones pero Ciudadanos logra entrar en todas.
En unas elecciones tan reñidas como las que se librarán el próximo 20 de diciembre, más que nunca importa cada escaño por lo que los partidos no desdeñan las circunscripciones en las que se disputan entre 3 y 7 asientos. PP y PSOE notan sobre ellos la amenaza de los dos emergentes que tratarán de romper el bipartidismo que ha funcionado inalterable durante más de treinta años al menos en 19 provincias. Ningún partido lograba entrar en todas esas provincias como bien ha sufrido Izquierda Unida que veía como sus miles de votos quedaban sin representación.
La revolución que ha supuesto la entrada en la vida política española de Ciudadanos y Podemos también llegará a las provincias con menos escaños aunque más mitigada que en las grandes. En el estudio realizado por Metroscopia los 24 escaños que suman las actas que corresponden a Teruel, Burgos, La Rioja, Badajoz y Zaragoza quedan mayoritariamente en manos del PP y del PSOE. Los populares se harían con 9 y 7 u 8 serían para el PSOE. Ciudadanos obtendría 6 actas. Podemos queda lejos de los anteriores porque solo consigue 1 o 2 de esos escaños correspondiente a su entrada en Zaragoza y con dudas en Badajoz.
Con claridad Ciudadanos rompe el bipartidismo y a Podemos le cuesta mucho más entrar en las pequeñas ciudades. Los esfuerzos del PP y del PSOE por poner un dique en estos feudos, que les han sido exclusivos, después de las elecciones municipales y autonómicas del pasado mes de mayo no ha funcionado del todo. En esos comicios los nuevos partidos constataron su debilidad en muchas localidades españolas donde no obtuvieron representación. El PP consiguió más de 22.000 concejales y el PSOE algo más de 20.000. En esos comicios de hace siete meses, Izquierda Unida obtuvo más concejales que Ciudadanos: 2.197 frente a 1.488. No fue posible establecer el número de concejales de Podemos al no presentarse con sus siglas sino englobado en candidaturas diversas como ocurrió en Madrid, Barcelona, Cádiz y Zaragoza, entre otras. Desde entonces hasta ahora, se impusieron trabajo y tenacidad para hacer partido y establecer una mínima infraestructura en ciudades pequeñas y medianas donde no tenían sede ni militantes. Después, tratar de que el mensaje nacional y el liderazgo, sobre todo en el caso de Albert Rivera, tuviera un influjo suficiente como para que en las elecciones del 20 de diciembre los ciudadanos de los medianos y pequeños municipios cojan la papeleta con el nombre del partido. El esfuerzo parece que no va a ser en vano porque en esas circunscripciones donde resultaba muy difícil la entrada de un tercer partido ahora será posible. Así lo aprecia Metroscopia en Zaragoza, donde empatan a dos diputados PSOE, PP y Ciudadanos y Podemos se alza con 1. El empate de los tres a un escaño se repite en Teruel y no en La Rioja donde el PP gana con dos escaños, el PSOE le sigue con 1 y otro va para el partido de Rivera. El avance espectacular de los emergentes desde las elecciones municipales de mayo se ha producido al menos en las encuestas. Entonces, el porcentaje de voto de Ciudadanos fue del 6,49; ahora se habría triplicado.
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