Huyendo del fin del mundo
Pedro Sánchez invoca el voto útil para huir del Apocalipsis
A través del luminoso de Schweppes de la plaza del Callao, de Madrid, el protagonista de El día de la bestia escapaba del maligno descrito en el Apocalipsis y que debía nacer el 25 de diciembre de 1995 para anticipar el fin del mundo. Veinte años más, cinco días después, Pedro Sánchez intenta escapar de su propio Apocalipsis con una campaña basada en su imagen, la invocación del voto útil y el recuerdo de lo que hizo el PSOE en el Gobierno. Frente al luminoso de la tónica está la sede de los socialistas madrileños y el despacho cuya cerradura Sánchez mandó cambiar para dejar fuera a Tomás Gómez. Esa arriesgada decisión y otras como su política de fichajes se juzgan el 20-D para que el fin del mundo sea para otro.
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