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Un joven se sienta en el banquillo por timar 38 millones a una pareja

Un matrimonio mallorquín dice que les engañó con el objetivo de hacerse con sus bienes

El acusado, L.A.R.T.R., de 24 años, en la última jornada del juicio.
El acusado, L.A.R.T.R., de 24 años, en la última jornada del juicio.CATI CLADERA (EFE)

Luis Rodríguez Toubes, un joven que en 2011, con 21 años, presuntamente estafó a un matrimonio mallorquín bienes por valor de 37,9 millones de euros, se sienta durante esta semana en el banquillo de los acusados. La Fiscalía asevera que Rodríguez Toubes convenció a los afectados para que le donasen hasta 15 fincas valoradas en 37,3 millones.

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El joven ha asegurado ante el tribunal que "los estafados fuimos nosotros", en relación a su familia y a él. La Fiscalía reclama para el procesado un total cuatro años de cárcel, mientras que la acusación particular demanda ocho años de prisión para el inculpado, que fue detenido por estos hechos el 26 de julio de 2011. En la vista oral, que se celebra en la Audiencia Provincial de Baleares, el joven ha asegurado que la pareja supuestamente perjudicada le dijo que "no tenían hijos y que les gustaría que su patrimonio quedara en manos de alguien de su misma cuerda, de su mismo nivel". "Querían donarme sus bienes y me los fueron entregando poco a poco. Son peculiares, no son gente común", dijo.

La Fiscalía ha explicado que el acusado convenció a los afectados de que le compraran dos inmuebles contiguos a la vivienda del matrimonio que en realidad no eran suyos. A cambio de hacerles un precio ventajoso y encargarse de los trámites de la operación ante el banco, el joven logró que le donasen todos sus bienes bajo el argumento de que debía aparentar solvencia económica.

La versión del acusado difiere. Según él, la pareja mostró interés por los solares para evitar que se construyera en ellos. Por uno de ellos le pagaron 30.000 euros. "Los estafados somos nosotros: nadie compra por 30.000 euros un solar en primera línea", ha remarcado Toubes. Dicho solar está ubicado en la Avenida Mediterráneo de S'Estanyol, en Mallorca.

El inculpado ha precisado que tenía una relación "bastante antigua" con el matrimonio, porque eran vecinos y sus respectivas familias se conocían desde hacía años, y ha manifestado que eran dos de las pocas familias "buenas" de Llucmajor. Rodríguez Toubes ha insistido en que no engañó a los denunciantes, ya que "tontos no eran, tenían sus asesores y abogados". "Están enfurruñados, ya se les pasará", ha espetado.

El Ministerio Público sostiene que el procesado se aprovechó de la escasa formación cultural de los perjudicados para obtener un provecho patrimonial persuadiéndoles de que, con la adquisición de las fincas, ambos tendrían una de las propiedades más importantes de Mallorca por su extensión costera.

Así, con el primer inmueble, Rodríguez Toubes hizo creer que era de su madre, cuando en realidad pertenecía a Valery Karpin S.L.. Respecto a la segunda finca, el acusado dijo "falazmente" al matrimonio, según la acusación pública, que su madre todavía conservaba derechos sobre la misma. Al no disponer los afectados de la liquidez necesaria para la adquisición, el inculpado les convenció para que le donasen todos sus bienes y así aparentar solvencia económica logrando su objetivo: comprar la finca a un precio ventajoso, asegurándoles además que posteriormente les devolvería sus inmuebles puesto que, según él, "las donaciones eran ficticias".

La acusación relata cómo, para dar mayor credibilidad a su promesa, les propuso no ser el beneficiario de todas las donaciones, apareciendo su madre como donataria en algunas de ellas. "En ejecución de este plan consiguió que el matrimonio le hiciera donación de casi todos sus bienes con el consiguiente perjuicio económico, ya que una vez que las fincas estaban a su nombre, no cumplió con su palabra de retrotraer las operaciones", abunda la Fiscalía.

El acusado adujo también que, además de aparentar solvencia, debía entregar cantidades en efectivo a cuenta, por lo que le entregaron 200.000 euros en efectivo y cheques por valor de 359.155 euros que el joven incorporó a su patrimonio.

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