Relevo en la derecha
Albert Rivera es una amenaza más real para Rajoy que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias
Tenían que ser las elecciones del cambio y pueden acabar siendo las del relevo generacional de la derecha. Podemos, como expresión política de los movimientos sociales que colocaron en la agenda pública los estragos de la austeridad y el agotamiento de un régimen político que "no nos representa", abrió la vía para la ruptura del bipartidismo. Los beneficiarios pueden ser otros. Debía ser la puerta de entrada de la nueva izquierda y de momento se ha colado Ciudadanos.
A día de hoy, Albert Rivera es una amenaza más real para Rajoy que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. ¿Por qué? Porque la izquierda española, igual que buena parte de la izquierda europea, está huérfana de proyecto político. Y porque no ha sido capaz de dar una respuesta diferenciada a la cuestión catalana. El cambio de escenario que en su día provocó Podemos abrió una doble expectativa: relevo generacional y alternativa política, más allá de la simple alternancia. El reemplazo generacional está en marcha. La alternativa, flaquea. Lo que empezó como un momento rupturista puede acabar, como han comprendido los principales dirigentes empresariales, en una renovación de la derecha, por injerto de los nuevos esquejes de Ciudadanos. El PSOE hace años que no se piensa como alternativa si no simplemente como pieza de recambio de la derecha. Acostumbrado a esperas en las aguas controladas del pantano bipartidista, no sabe navegar en mar abierto. Podemos ha vacilado demasiado: arrancó con un discurso de ruptura, con la rutilante pretensión de sustituir a la izquierda por el pueblo, pero enseguida ha aceptado la definición hegemónica de los límites de lo posible y se ha dejado poseer por la obsesión de no molestar.
Por si fuera poco, el protagonismo de la cuestión catalana ha colocado el frentismo (patria contra patria) en el frontispicio de la campaña. El lehendakari Urkullu ha dicho dos cosas de sentido común: que no se crea un Estado independiente de la noche a la mañana, y que el Rajoy que él conoce está incapacitado para el acuerdo y la solución política. Y, sin embargo, Sánchez se suma al cierre de filas en torno a Rajoy. Es el eterno miedo a la intemperie.
En España ocurre lo mismo que se critica a Cataluña: la razón patriótica sirve para eludir la agenda ciudadana. La evolución del modelo económico en la sociedad digital, la lacerante cuestión de la desigualdad, el futuro del trabajo digno que el sistema actual no garantiza, la deriva del PP hacia el autoritarismo posdemocrático son cuestiones que parecen destinadas a quedar a beneficio de inventario. Resultado: Ciudadanos puede ser el salvavidas que garantice la continuidad de la derecha en el poder, a pesar de la desastrosa legislatura que acaba.
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