Díaz pide “modular” el cupo vasco, un “ataque” para Urkullu

Susana Díaz, presidenta de Andalucía, e Iñigo Urkullu, su homólogo en el País Vasco, han protagonizado esta mañana un duro intercambio de declaraciones a cuenta de la financiación autonómica. "Lo diré con claridad: no todas las Comunidades Autónomas están financiadas bien y hay unas peor financiadas que otras. Digo que hay que modular el cupo [vasco]", ha propuesto Díaz en Madrid, coincidiendo con la propuesta de Pedro Sánchez, secretario general de su partido, de "actualizar" el sistema. "Cualquier modificación unilateral del concierto económico es una línea roja que no podemos permitir y que no vamos a aceptar que se traspase", le ha contestado Urkullu, que ha calificado la propuesta de la socialista de "ataque deliberado". 

"Defiendo la igualdad de todos los ciudadanos en este país, que cualquier ciudadano en cualquier rincón de este país tenga la misma sanidad, la misma educación y los mismos servicios públicos", ha argumentado Díaz. "Los servicios se tienen que prestar por igual en todo el territorio (...) Así no construimos una España igual para todos, con los mismos derechos para todos los ciudadanos", ha añadido la líder socialista, que no querría modificar el sistema de recaudación, sino calcular si en el caso vasco no está recabando más de lo que necesita para financiar sus servicios, según aclararon fuentes de su equipo. Las declaraciones de Díaz, sin embargo, han tenido eco inmediato en el País Vasco. "Están jugando con fuego", ha advertido Ángel Toña, consejero de Empleo y Asuntos Sociales.

La lista de asistentes y ausentes al desayuno de Díaz en Madrid ha señalado los finos equilibrios con los que opera hoy el PSOE. A la cita han acudido el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, Antonio Hernando, portavoz socialista en el Congreso, y César Luena, secretario de organización y hombre de la máxima confianza de Pedro Sánchez, el secretario general del partido, presente en el Foro Ser en Cantabria. Los líderes socialistas, que apoyan una reforma de corte federal para la Constitución, han asistido a una nueva muestra de los diferentes ángulos desde los que se observa la propuesta desde dentro del partido.

Así, dos días después de que Ximo Puig, presidente socialista de la Comunidad Valenciana, pidiera que Cataluña sea reconocida como nación en la Constitución, Díaz ha advertido de que los cambios en el texto fundamental no deben tener como meta "solo encajar a Cataluña". La presidenta de Andalucía, además, ha reclamado hoy a Mariano Rajoy, el presidente del Gobierno, que lleve el debate de la reforma a la Conferencia de presidentes autonómicos y que no de por descontados los casi tres meses que quedan hasta las elecciones generales del 20 de diciembre. Cambiar la Constitución, ha insistido la líder socialista, será "la obligación" del próximo presidente del Gobierno.

"No hay que esperar al 20 de diciembre", ha dicho Díaz en un desayuno informativo en Madrid. "Hay dos instrumentos que se habían podido utilizar ya y que el presidente del Gobierno no ha querido. Uno era la Conferencia de presidentes, para que todos los territorios se sintieran parte; y otro la ponencia constitucional del Congreso", ha argumentado. "Espero que el tiempo de aquí al 20 de diciembre no sea un tiempo desechado ya, que podamos abrir ese diálogo al menos en la Conferencia de presidentes, y que la próxima legislatura las Cortes sean capaces de estar a la altura de lo que España necesita", ha continuado. "La reforma de la Constitución será la responsabilidad, aquello que tiene la obligación de hacer el presidente que salga de las urnas el 20-D, que como socialista voy a trabajar para que sea Pedro Sánchez".