Fomento tramita una sanción a los organizadores del ‘puenting’

La Demarcación de Carreteras de Cantabria, que pertenece al Ministerio de Fomento, tramita una denuncia administrativa —que contempla una posible sanción económica— contra los organizadores del puenting en el que Vera Mol, una holandesa de 17 años, murió el pasado lunes. La razón: utilizar un viaducto público para una práctica "prohibida", según fuentes de la Delegación del Gobierno, que consiste en saltar desde lo alto de un puente con una o varias cuerdas que sujetan uno o dos arneses a la estructura. Paralelamente, la Policía Judicial de la Guardia Civil mantiene abierta una investigación y un juzgado determinará si existe responsabilidad penal en este caso.

La compañía Aqua 21, que ofrece actividades al aire libre de "multiaventura", organizó el puenting. La empresa fue subcontratada por una firma belga llamada FlowTrack, que se encargó de organizar un viaje grupal en el que la chica llegó a España, el pasado sábado, para pasar una semana de vacaciones. La joven falleció tras lanzarse del puente de Cedeja, en Cabezón de la Sal, sin que su arnés hubiese sido atado a la infraestructura, según han explicado testigos del suceso.

El puente, por el que discurre la A-8, es propiedad del Ministerio de Fomento, que asegura no haber recibido una petición para realizar esta actividad de riesgo. La Delegación del Gobierno en Cantabria ha aclarado que, en el caso de que alguna empresa hubiera presentado una solicitud, esta habría sido inmediatamente denegada, ya que se trata de una práctica prohibida en la región.

No existe una legislación específica que regule la práctica del puenting, pero se aplica el Reglamento General de Carreteras que impide utilizar las vías para cualquier actividad, salvo conservación y mantenimiento. "Es una prohibición genérica que abarca desde parar en una autovía a tomar una fotografía hasta que tú te lances desde allí para hacer puenting", han precisado desde la Delegación de Gobierno.

Las diligencias que la Policía Judicial de la Guardia Civil había iniciado el martes para aclarar lo sucedido han continuado durante el día. Los agentes han tomado las declaraciones de los testigos, tanto en el cuartel de San Vicente de la Barquera como en el camping Rodero (Comillas), donde están alojados los jóvenes que presenciaron la muerte de la menor.

El proceso terminará previsiblemente el jueves y, a partir de entonces, el juzgado número 1 de Torrelavega decidirá si pedirá alguna responsabilidad penal. Mientras tanto, Aqua 21 sigue en funcionamiento.

Repatriación del cuerpo

Los padres de la menor fallecida han llegado a Cantabria y se han puesto en contacto con la funeraria La Montañesa, donde se encuentra el cuerpo de la joven. La autopsia se realizará entre este miércoles y mañana, por lo que la familia todavía no ha podido ver el cuerpo. La repatriación del cadáver se hará en tres o cinco días, cuando los trámites y documentos estén preparados. Los responsables de Aqua 21 han hablado de un posible "malentendido" entre el monitor y la joven. Según la versión de la compañía, el instructor le dijo "no jump", con la intención de que no saltara. Una orden que, creen ahora, la menor pudo haber interpretado como "now jump" y que significa "salta ahora".

FlowTrack se encargó de organizar una semana de vacaciones en España. La chica estaba alojada junto a otro centenar de jóvenes belgas y holandeses en el camping Rodero, situado junto a la playa de Oyambre. Allí vivían en un campamento separado del resto de los clientes del camping. Vera Mol viajaba junto a otra joven que, según fuentes oficiales, pudo conocer en el mismo trayecto a España. Esta compañera está en estado de shock, según las mismas fuentes, y ha regresado este miércoles a Holanda con sus padres.