Aznar cuestionó la reforma de la Constitución que ahora admite Rajoy

El expresidente José María Aznar no comparte la necesidad de la reforma constitucional que el pasado viernes admitió el actual jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy. Al menos, Aznar hizo un voto particular discrepante al informe del Consejo de Estado que el actual presidente dio por bueno como posible base de la futura reforma. Aquel informe lo hizo en 2006 el Consejo de Estado a instancias del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Aznar, miembro entonces de la institución, formuló un voto particular que, tras admitir la calidad técnica del informe, aseguraba: “Sigo pensando que, hoy como ayer, tal vez incluso hoy más que ayer, el contexto político no favorece el sosiego, ni estimula el acuerdo necesario para una operación tan importante como es la de reformar la Constitución de todos”.

El dictamen fue solicitado sobre cuatro puntos, pero se extendía al análisis de posibles reformas a las que diera lugar. Aznar incluye 13 folios de voto particular, respetuoso con el informe, pero en el que alerta en varias ocasiones sobre el peligro o dificultades de tocar el estado autonómico en la Constitución. “Afectar al Título VIII o, en su caso, al propio Título Preliminar, como plantea una de las fórmulas indicativas contenidas en el informe, no puede ser considerada una operación leve”, asegura Aznar sobre la reforma del título de la organización del Estado. El expresidente ve complicada la reforma de ese título aunque fuera solo para incluir el nombre de las comunidades, como era la pretensión del Gobierno de Zapatero.

Competencias del Estado

Rajoy se refería al respaldar el informe a las recientes opiniones del ministro de Justicia, Rafael Catalá, proponiendo un cambio en ese título mucho más complicado, que tendría por objeto cambiar el sistema de equilibrio de competencias entre el Estado y las comunidades. Aznar concluye que “las eventuales ventajas teóricas que se pudieran apreciar en su reforma no justifican actuar sin necesidad en un área extraordinariamente sensible de la Constitución”.

El pleno del Consejo de Estado dedicaba una parte extensa del informe a recomendar cambios en el sistema competencial de los artículos 148 y 149. Sobre este apartado, el voto particular de Aznar se limita a apoyar la necesidad de elevar la mayoría necesaria para las reformas estatutarias, a lamentar que las modificaciones de estatutos que se hacían entonces arrebataban competencias del Estado, a pedir que se reestablezca el recurso previo de inconstitucionalidad para estatutos y a sostener la derogación del artículo 150.2 que permite delegar competencias del Estado.

El recurso previo se acaba de establecer por acuerdo entre PP y PSOE en una reforma que está aún en el Senado; Aznar rechazó la supresión del 150.2 al sostener que no es oportuno el cambio de la Constitución. También objetó las propuestas sobre reforma del Senado analizadas por el Consejo de Estado.

El viernes, Rajoy utilizó como referencia el informe que objetó Aznar. “Hay un dictamen magnífico que hizo el Consejo de Estado en la anterior legislatura, bajo la presidencia de Paco Rubio Llorente, donde hay algunas claves, algunas ideas y algunas afirmaciones. Fue un dictamen, que además se aprobó por unanimidad, sobre el que se puede hablar y sobre el que se puede debatir; pero, insisto, en la próxima legislatura, no en esta”, aseguró Rajoy. Aznar votó en contra, aunque Rajoy hablase de unanimidad.