Bauzá deja la presidencia del PP balear y agita la guerra interna
Su dilación en anunciar la renuncia tras las elecciones ha desatado tensiones en el seno del partido
José Ramón Bauzá ha tardado 50 días en formalizar su renuncia a la presidencia del PP balear tras las elecciones del 24-M. El que que fuera presidente Baleares entre 2011 y 2015, ha ratificado este viernes por carta que deja el liderazgo del partido, cargo que ostentaba desde 2009 tras los escándalos de la última época de Jaume Matas (2003-2007). Su dilación ha propiciado maniobras internas y las tensiones públicas entre las familias no han cejado en el antiguo partido hegemónico. Bauzá dejó el acta de diputado balear tras los comicios autonómicos y rechazó ser el líder de la oposición, aunque pactó ser senador autonómico, escaño que ya disfruta.
No hay consenso entre las alas políticas que han aparecido en el PP balear para elegir un presidente provisional hasta el próximo congreso regional. El secretario general balear, Miquel Vidal, funcionario y exalcalde, ha sido designado presidente por la cúpula de Madrid, pero no ha obtenido la aceptación general. Este viernes siguen las tensiones, citas y reuniones de pacto, sin resultados en la sede regional. Unos y otros desconfían y culpan a Bauzá de dilatar la solución.
Bauzá ha intentado tutelar la transición, tener influencia hasta el congreso extraordinario que deberá celebrarse tras las elecciones generales y no en septiembre como él anunció. Bauzá no reunió en meses los órganos de discusión y decisión del PP de Baleares.
El exalcalde de Palma Mateo Isern y el exconsejero de Agricultura Biel Company coordinan en la sombra los movimientos de alcaldes críticos y renovadores, que buscan mitigar el peso de Bauzá. Éste se apoya, tácticamente, en el aparato de Palma, bajo control de José María Rodríguez, presidente del PP en la capital e imputado por corrupción.
Rodríguez fue delegado del Gobierno, consejero de Interior, teniente de alcalde de Palma, secretario general balear del PP. Domina el PP y conoce todos los secretos. Nadie le apartó pese a su imputación en al menos una causa por supuesta financiación del PP.
En Baleares ha retornado la izquierda: el tripartito PSOE-Més-Podemos domina todas las instituciones insulares y el PP ha perdido casi todos los núcleos de poder local, insular y autonómico. Más de 300 cargos políticos y asesores de confianza en las islas se han quedado sin cargo. Hoy, casi cincuentas días después del fracaso político y electoral, Bauzá ha renunciado formalmente al liderazgo del Partido Popular balear, que cuenta con 22.000 militantes.
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