Ocho muertos al incendiarse una residencia de ancianos en Zaragoza
Otras doce personas, entre ellas la cuidadora del centro geriátrico, han resultado heridas
Ocho personas han fallecido y otras 12 han resultado heridas en un incendio registrado hoy en la residencia de ancianos Santa Fe, situada en el barrio zaragozano del mismo nombre. Las llamas del fuego, originadas posiblemente al prenderse el colchón de la cama de una habitación, devoraron todo a su paso. A medianoche, el humo alertó a los vecinos de Villa Mercedes, la casa colindante con la residencia, que entonces iniciaron una carrera contra el incendio, el humo y el tiempo: cuatro hombres saltaron la tapia de la residencia y comenzaron a llevarse ancianos desorientados hasta el jardín.
"Estábamos en el porche", relata Pedro, que acudió al rescate junto con su hijo, un amigo de este y un vecino. "Vimos una gran humareda. Era un humo fuerte, fuerte. Y salimos corriendo. Saltamos la tapia de la residencia y nos encontramos a la cuidadora gritando “¡socorro! ¡socorro!”, evoca. "Y entramos".
El fuego comenzó hacia la medianoche y se inició en el colchón de una de las habitaciones
Lo que sigue es un resumen de su versión de los hechos. El primer anciano al que rescatan viene en silla de ruedas, ido, sin saber dónde está. Pronto se le une otro al que tumban sobre una mesa de plástico del jardin, porque no tiene brazos ni piernas. Acaban por sacar "a cuatro o cinco residentes" mientras crepitan las llamas, avanza el humo, tiembla el techo y llegan los bomberos para enfrentarse a las tres plantas del edificio, en las que estaban alojados 19 ancianos. La mayoría de los habitantes de la residencia tenían más de noventa años y, de acuerdo con el consejero de Sanidad de Aragón, algunos tenían "bastantes limitaciones".
"Para entonces, me ahogaba. Los ancianos ni te hablaban. No se sabía si estaban vivos o muertos", cuenta Pedro, de 65 años, sobre esos instantes de lucha contra el humo en medio de una noche cerrada, porque la electricidad dejó de funcionar en la residencia. "Subió mi chaval y ya no podía. Por el humo y porque se estaba cayendo el techo. ¡No se podía subir!", insiste. "Los bomberos, cuando llegaron, subieron con mascarilla, y a mi chaval le tuvieron que dar un poco de oxígeno. A mí me dolían los ojos del humo. No me quise meter más para adentro porque tengo mal una válvula del corazón".
Fueron tres horas de carreras. Las consecuencias seguían visibles hoy en el jardín de la residencia, que no tiene escalera de incendios. Allí flota contra el viento la cinta de la Guardia Civil que prohíbe el paso. Sobre una silla todavía lanza destellos una manta dorada de los servicios de emergencia. Las ventanas han quedado ahumadas, y las paredes del piso superior, negras y carbonizadas. Son los restos del infierno.
Los primeros datos apuntan a que las muertes se produjeron por intoxicación por inhalación de humo. Cuatro de los heridos han sido trasladados al Hospital Royo Villanova, otros cuatro al Miguel Servet y cuatro más —entre ellos la cuidadora— al Hospital Clínico de Zaragoza. Uno de los heridos, que ha sufrido quemadura y ha inhalado humo, está grave. Otra anciana, de entre 97 y 99 años, está con pronóstico reservado. Nueve de los afectados serán dados de alta este mismo domingo. Cruz Roja ha activado hoy el Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE) para la atención psicológica a los familiares y amigos de las víctimas.
Este incendio es el que mayor número de víctimas mortales ha causado en una residencia de ancianos en España en los últimos quince años. Desde el año 2000, al menos 47 personas han muerto por incendios de este tipo en España, incluidas las últimas víctimas.
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