Los asaltantes del Parlament evitan la prisión mientras se decide el indulto
La Audiencia Nacional suspende la entrada en la cárcel hasta que se resuelva la medida de gracia
La Audiencia Nacional ha suspendido la pena de prisión a los ocho condenados en firme por el Tribunal Supremo por el asedio al Parlamento de Cataluña el 15 de junio de 2011. La Sección Primera de lo Penal de la Audiencia, presidida por Fernando Grande-Marlaska, ha decidido paralizar el ingreso en la cárcel de los ocho condenados a tres años de prisión mientras el Gobierno decide sobre el indulto que han solicitado.
En un auto —resolución razonada— el tribunal accede a esta petición en atención a los “hechos objeto de la condena”, las “circunstancias sociales” de los condenados y al hecho de que estos no tienen antecedentes penales. Al ser la pena inferior a cinco años, la entrada en la cárcel podría hacer ineficaz un posible indulto.
El pasado 17 de marzo, el Supremo condenó a tres años de prisión por delito contra las instituciones del Estado a ocho de los 19 procesados por el asedio al Parlament después de que la Audiencia Nacional los absolviera a todos en julio de 2014. En aquel primer fallo, la Audiencia primaba el derecho a la libertad de expresión sobre otros derechos constitucionales. El Supremo corrigió esa sentencia al entender que incurrió en una “errónea y traumática desjerarquización del derecho constitucional de participación política a través de los legítimos representantes en el órgano legislativo, que, pese al esfuerzo argumental empeñado, se aparta de las claves definitorias de nuestro sistema”.
El día del asedio, una multitud de casi 1.000 individuos se concentró a las puertas del Parlamento catalán para protestar contra los recortes e impedir el paso de los políticos, que ese día iban a debatir y aprobar las enmiendas a la totalidad de los presupuestos autonómicos. El presidente catalán, Artur Mas, y la presidenta del Parlament, Nùria de Gispert, tuvieron que acceder a la Cámara en helicóptero, y varios parlamentarios sufrieron zarandeos, insultos y agresiones. La sesión tuvo que suspenderse durante media hora, mientras en la calle proseguían los disturbios.
Entre los diputados que sufrieron un mayor acoso figuran la secretaria segunda del Parlament, la socialista Montserrat Tura, a quien un manifestante pintó una cruz con spray negro en la gabardina y el bolso; el independentista Alfons López Tena, al que un manifestante golpeó y empujó repetidamente y otro le sustrajo del bolsillo las llaves de su casa; o la convergente Ana Isabel Marcos, a la que arrojaron por encima “gran cantidad de una sustancia líquida”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.