La renuncia de UPyD hiere el caso Bankia

La lucha judicial no da votos. Rosa Díez, portavoz de UPyD, hizo algo más que certificar la crisis económica que atraviesa su formación cuando el lunes anunció que el partido abandonaba las 25 causas judiciales contra la corrupción política en la que se había personado como acusación particular. La formación, que no ha obtenido representación parlamentaria en las últimas elecciones, renunció con esas palabras a la bandera más significativa que ha enarbolado nunca. Tras años de lucha en los tribunales, UPyD se despidió de una parte esencial de su identidad política. En consecuencia, el caso Bankia, que impulsó contra viento y marea, se queda sin su principal motor.

“He trabajado en esto más de tres años, con 150 declaraciones, escritos, recursos… personalmente es muy doloroso renunciar ahora”, explicó Andrés Herzog, abogado y portavoz adjunto de UPyD, que recuperará 60.000 euros en fianzas al abandonar todas sus personaciones. “El procedimiento sigue. Hay muchas partes personadas. El problema es que solo en UPyD tenemos el procedimiento entero en la cabeza, desde el principio hasta el final”, añadió sobre un juicio que arrancó en 2012. “La fiscalía ha sido pasiva en ocasiones, ambigua en otras y no lo suficientemente expeditiva”, siguió. “Hay una desigualdad de recursos”, lamentó al comparar el músculo de las defensas, que cuentan con los despachos más prestigiosos de España, con el trabajo que ha llevado a cabo el partido, robándole horas a la política y recursos a los presupuestos de campaña. “Me parece muy triste. La causa pierde bastante fuelle y se puede comprometer que acabe el juicio. Igual se queda en nada o en una cosa menor como las tarjetas black. Es un riesgo”.

El caso Bankia, presidido por el juez Andreu, investiga la fusión de siete cajas y la salida a bolsa de la entidad nacionalizada con información financiera falseada, según el informe de los peritos del Banco de España. Hay casi 350.000 pequeños inversores afectados, porque vieron cómo las acciones que habían comprado a 3,75 euros la unidad se desplomaban hasta perder casi todo su valor cuando la institución fue rescatada con más de 22.000 millones de dinero público. Hay, también, decenas de imputados, entre los que destacan algunos de los apellidos más ilustres del mundo político y financiero. Que la baja de UPyD es significativa se refleja en la reacción de algunos despachos de abogados, que estos días ofrecen al partido llevar el caso pro bono, gratis, y en la de los afectados.

“Lamento mucho que UPyD no continúe con la querella”, dice Piedad Moreno, que ya ha recuperado el dinero que invirtió. “Temo que el caso se quede muerto porque la base fundamental era todo lo que argumentaba UPyD”, añade. “Nos quedamos desvalidos. ¡Dan fecha para los juicios para 2017!”, lamenta. “Va todo lentísimo. Han tardado año y pico en ingresarme todo el dinero, intereses y costas incluidos. ¡Con lo mal que lo he pasado! Me dejaron sin nada, he vivido con 400 euros. Ha sido muy duro. Nos han destrozado la vida”.

Abogados que conocen todos los detalles del caso, como Javier Cremades, que representa a miles de afectados por la salida a Bolsa, reconocen la valía del esfuerzo de Herzog pero niegan que su ausencia vaya a impedir que la causa mantenga el mismo ritmo que hasta ahora. El juicio también ha sobrevivido a la marcha del abogado Juan Moreno Yagüe, que representaba al movimiento 15MpaRato y ahora es diputado autonómico de Podemos en Andalucía.

“Pero los imputados deben estar bastante contentos”, dice Alberto Funes, que se afilió a UPyD después de ver cómo defendía sus intereses en una pieza separada del caso, la de las preferentes. “Se alegrarán de que se retire Herzog, un luchador. Hay otros despachos personados, pero quien llevaba el empuje era él”, asegura. “Me ha causado un bajón bastante grande. Estamos agradecidos, es una pena que ese agradecimiento no se haya reflejado en las urnas”.

UPyD, que estos días negocia un Ere con sus trabajadores, no ha entrado en los 14 Parlamentos autonómicos que se han puesto en juego en 2015, con lo que no cuenta con las subvenciones públicas que lleva aparejado cada escaño. El lamento es doble. “No es lo que nos ha llevado a tomar la decisión, pero el respaldo es importante”, dice Herzog. “Si hay más afectados por las preferentes que votantes hemos tenido, quizás es que no les importa tanto”.