Ciudadanos insiste en que el PP debe hacer primarias si quiere acuerdos

El Partido Popular depende de llegar a un acuerdo con Ciudadanos para mantener los gobiernos de Madrid, La Rioja, Murcia o Castilla y León (ahí podría valerle con un pacto con partidos regionalistas), que son algunas de las plazas decisivas en el poder político de España. A primera hora de la mañana, Albert Rivera, el presidente de la formación emergente, ha establecido la línea de negociación de su partido: no habrá excepciones locales, sino una política nacional homogénea decidida por una Comisión de pactos; el punto de partida para negociar será el decálogo anticorrupción de Ciudadanos; y en consecuencia el PP tendrá que aceptar las primarias si quiere su apoyo en Ayuntamientos y Parlamentos. "Esa condición va a estar encima de la mesa", ha advertido.

"Vamos a poner condiciones para mejorar la vida de los españoles y la democracia", ha dicho Rivera durante una entrevista en Telecinco. "Si no, tendrán que buscar otros apoyos, podrán buscar el de Podemos", ha seguido. "No vamos a apoyar gobiernos que sigan gobernando de la misma manera. No somos muletilla ni comparsa del bipartidismo. Tenemos toda la legitimidad y autoridad para poner condiciones de cambio que beneficien a los ciudadanos, no a los partidos", ha añadido. "Pondremos condiciones concretas para toda España: de regeneración democrática, de reactivación económica y cambio a una economía del conocimiento; y una pata de cohesión social, que afecta a la educación y la sanidad. No va a haber excepciones ni vamos a doblar la rodilla ante una situación personal".

La dirección de Ciudadanos negocia desde marzo su abstención en la votación para la investidura de Susana Díaz como presidenta de Andalucía ("El PSOE se ha asustado", ha dicho Rivera sobre la exigencia de que logre la dimisión de Manuel Chaves, diputado y expresidente de la Junta imputado por el caso de los ERE). Si ese es el termómetro del ritmo al que avanzarán las negociaciones que ahora comienzan, quedan meses para la formación de varios gobiernos autonómicos y no es descartable la convocatoria de nuevas elecciones. El nuevo escenario, además, obligaría a Ciudadanos a dar un paso cualitativo en sus decisiones: si en Andalucía sería suficiente con su abstención, para que Cristina Cifuentes (PP) gobierne en Madrid debería votar afirmativamente.

"No va a haber condiciones especiales para Cifuentes", ha avisado Rivera. "Las habrá generales", ha añadido. "Si no, que se busquen otros socios. No vamos a legitimar que se gobierne de la misma manera. Esa condición [de las primarias] va a estar encima de la mesa. Si el PP quiere llegar a acuerdos con Ciudadanos tendrá que comprometerse a las primarias".

Ciudadanos ha cerrado el primer paso para su implantación nacional entrando en diez de los 13 Parlamentos autonómicos en juego, ganando una cincuentena de alcaldías y logrando más de 1.500 concejales. Sus representantes no entrarán en ningún gobierno que no presidan. Intentarán influir desde la oposición. Queda un semestre para las elecciones generales, y los dirigentes del partido defienden que Ciudadanos ha dado el primer paso para asaltar La Moncloa.