“Un conductor raramente cumple el límite de velocidad establecido en cada vía”
El general de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, Tomás García Gazapo, alerta del consumo de drogas y alcohol entre las víctimas de accidentes de circulación
El general de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, Tomás García Gazapo, sale de una videoconferencia con los mandos de la zona de Andalucía. Es lunes y acaba de regresar de vacaciones, pero se le acumula el trabajo. Esta a dos días vista de una de las operaciones con mayores desplazamientos de todo el año (8,3 millones) y su mesa está repleta de informes. Nacido en Sarolino (Cáceres) hace 62 años, está al frente de unos 9.000 agentes que se encargan de vigilar la circulación en gran parte del territorio español. Lleva desde febrero como máximo responsable de la Agrupación, que es la especialidad con más antigüedad del cuerpo. Antes de recalar en este puesto, ha pasado por el País Vasco, Granada, Salamanca, Badajoz y la Escuela de Tráfico que el instituto armado tiene en Mérida (Badajoz).
Pregunta. Ya 65 años de la Agrupación de Tráfico. ¿Cómo ha cambiado durante todo este tiempo su trabajo?
Respuesta. La Agrupación de Tráfico ha experimentado un cambio notable no solo en procedimientos y protocolos de actuación a nivel operativo, adaptándolos a las necesidades de las nuevas vías, de movilidad, de capacidad, sino también de los nuevos protocolos de procedimientos de alcohol y drogas, de controles de velocidad con unos dispositivos de última generación y temas de transportes y tacógrafos. Y sobre todo en medios que hace 65 años eran impensables. Se ha mejorado mucho el tema de motos y coches.
P. En este tiempo han fallecido 345 agentes en acto de servicio.
R. Sí, son muchos los fallecidos en este tiempo. Se está trabajando mucho en la equipación que resulte como una medida pasiva que reduzca la lesividad en accidentes viales, lo que redunde en la seguridad propia. A partir de septiembre, nos van a dar airbags para los motoristas y en todos los vehículos se está intentando implementar las medidas activas de seguridad, lo que se llaman los ADA, las ayudas a la conducción.
P. Tienen fama de intentar poner multas, de ir detrás del conductor y de intentar recaudar.
R. Lo que está demostrado es a mayor visibilidad nuestra de patrullas en carretera, se disminuye notablemente la producción de siniestros viales. Y una de las principales funciones que tiene la Agrupación de Tráfico es la prevención y, dentro de esta, la supervisión del cumplimiento de las normas. Si evitamos esas infracciones, que pueden derivar en un siniestro vial, evitaremos accidentes. Evidentemente la sanción es una consecuencia del incumplimiento de la norma. Lo que sí intentamos es que esa sanción sea ejemplarizante y para ello tiene que ser el lugar y en el momento adecuados. Las del radar intentamos que se notifiquen en el momento para que el conductor se dé cuenta de la infracción que ha cometido y que además tenga una función educadora. Que el conductor sepa que esa infracción pudo haber terminado en un siniestro vial. No es un afán recaudatorio, sino de que la gente sea consciente y responsable de ese riesgo por incumplir la norma.
P. Hablando de radar, se supone que se eligen los puntos de más accidentalidad o donde se corra más, ¿no?
R. Eso es. Hay dos modalidades de los controles de velocidad. Uno es en estático, que se deben de poner en aquellos sitios hay mayor siniestralidad y luego los controles en dinámico, que es una medida muy adecuada para en autovías vehículos camuflados intentan captar a vehículos que van a alta velocidad y que se notifique con otros vehículos ya uniformados bicolor en ese momento.
P. ¿Le han puesto alguna vez una multa?
R. [Sonríe] De velocidad, sí. De radares que no he visto, sobre todo, en alguna vía convencional en el que me he pasado señalización de limitación de velocidad. Eso es muy típico. Esos fallos los tenemos todos. Lo que sí es cierto es que yo veo una patrulla en carretera y lo primero que hago, como hacemos todos, es levantar el pie del acelerador. Eso quiere decir que nuestra presencia en carretera previene. Siempre miras si llevas puesto el cinturón de seguridad, las luces puestas o la velocidad a la que se va.
P. ¿Cómo es posible hacer un viaje de Madrid a Alicante y no ver a ninguna patrulla de la Guardia Civil?
R. Somos conscientes de que la visibilidad es la mejor medida para prevenir. La mayor parte de la gente, sobre todo en operaciones especiales, se mueve por vías de alta capacidad. Hasta ahora el menor número de accidentes se producía en estas vías, porque son muy seguras. Los siniestros se estaban produciendo en vías convencionales, de ahí que volcáramos la vigilancia en ellas. En estos últimos tiempos está cambiando la tónica y estamos intentando cambiar los servicios y hacer más visibles nuestras patrullas en autovías y autopistas.
P. ¿A qué se debe ese aumento de accidentes en estas vías?
R. Hay muchas distracciones que están produciendo esas salidas de vía. Está agravándose el tema como consecuencia del exceso de velocidad y de ahí que estemos aumentando los controles dinámicos de velocidad.
P. De todas formas, les falta personal. Según el catálogo de puestos, deberían ser unos 10.500 agentes.
R. Todo el personal que pueda venir es beneficioso. Lo que intentamos que con el personal y grado de cobertura que tenemos podamos cumplir de una forma eficiente nuestras competencias. Este año nos han venido 120 alumnos que han hecho el curso desde la Academia de la Guardia Civil a la Escuela de Tráfico de Mérida. Y el año que viene serán 150 más. Se capta la atención del alumno desde el centro de formación.
P. ¿Cuáles son los tres principales defectos de los conductores españoles?
R. Primero, el tema de las distracciones y el móvil en la conducción. Eso es de una forma reiterativa y a pesar de que existe el manos libres. Es frecuente ver a la gente con el aparato en la mano o wasapear. Está causando muchos siniestros. Segundo, beber alcohol y conducir. Al volante, cero cero alcohol y drogas. Los resultados analíticos demuestran que está aumentando de una forma increíble el consumo de drogas en la conducción. Tercero, la velocidad inadecuada en los desplazamientos. Un conductor raramente cumple el límite de velocidad establecido en cada vía.
P. Pero las sanciones por exceso de velocidad no son muy altas en algunos casos.
R. Los conductores saben que ir hasta 149 kilómetros por hora en una autovía les va a suponer 50 euros de multa. Posiblemente no sea proporcional en la sanción que se pone y quizás habría que hacer una modificación normativa para concienciar de que ese exceso de velocidad es lo que produce el accidente y es el que mata. Quizás hubiera que aumentar la sanción porque el exceso de velocidad se está produciendo de una manera muy reiterada.
P. Se están incrementando los fallecidos en las carreteras en lo que va de año. ¿Qué está pasando?
R. Hemos tenido una época de pandemia en la que la población ha estado imposibilitada de salir y ahora se ha visto la posibilidad de recuperar ese tiempo. La movilidad ha aumentado mucho más. Este verano va a haber un 5% más de movilidad a zonas turísticas que el año pasado. Al aumentar la movilidad aumenta la siniestralidad proporcional y estadísticamente. La gente sale más. No hay un fin de semana que la gente se quede en casa.
P. ¿Se podrá bajar de los 1.000 muertos en carretera al año?
R. Es una cifra muy complicada de bajar. Hemos estado muy cerca el año pasado, pero la tónica que llevamos a lo largo del año es que posiblemente haya un ligero repunte con respecto al año pasado. Lo necesario es que haya concienciación y una responsabilidad cuando se pone a los mandos de un vehículo que no existen todavía por parte del conductor.
P. Donde hay un problema importante es con los motoristas.
R. Efectivamente, hemos notado un repunte muy importante con las motos. Hay un factor curioso es que los motoristas que sufren accidentes son personas de cincuenta, sesenta o setenta años. Gente con un nivel de vida estable y potente se compra una moto de gran cilindrada, sin darse cuenta de que ya no tiene las mismas condiciones físicas ni pericia en la conducción. Ahora tiene dinero pero lo falta lo otro.
P. ¿Cómo están funcionando las motos camufladas de la Guardia Civil?
R. Están funcionando en Galicia, Valencia, Castilla-León, Andalucía, Canarias y Baleares, que son las que tenían más incidencia. Salen los fines de semana, en las vías y las horas más concurrentes. Está dando en principio gran resultado. Además, se les entrega un folleto y un decálogo de prevención de accidentes en moto. No se les para solo para denunciar, sino también para dárselos.
P. Estos días se celebran muchas fiestas patronales.
R. Es un factor que hay que tener en cuenta. Se van a intensificar los controles de alcohol y drogas en los municipios donde haya festejos. A eso se unirán los controles de velocidad dinámicos en las vías rápidas.
P. ¿Qué le diría a un conductor que se pone al volante tras haber consumido alcohol o drogas?
R. Que tiene falta de concienciación, falta de responsabilidad y que no es consciente del daño que se puede causar cuando un conductor que ha bebido pierde facultades, las reacciones son más lentas y todo eso puede terminar en un siniestro. Y no solo lo que se puede causar a sí mismo, sino al resto de usuarios de la carretera.
P. ¿Cómo se da la noticia de que un familiar ha fallecido en un accidente?
R. Es de lo peor que se le puede dar a un guardia civil llamar a las dos o las tres de la madrugada a una puerta y comunicar esa noticia. Tenemos cursos de formación específicos en la Escuela de Mérida impartidos por psicólogos. Se intenta que sean personales y que lo haga la misma unidad que ha tramitado las diligencias. Es un tema delicado.
"Fuera el teléfono móvil"
El general de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, Tomás García Gazapo, hace algunas recomendaciones a los conductores que van a coger estos días festivos el coche para sus desplazamientos, tanto de largo como de corto recorrido: "Primero, lo importante es llegar y que se respeten las normas de circulación. Además, que no haya distracciones, fuera el teléfono móvil y que se respeten la distancia de seguridad y los límites de velocidad, además de nada de alcohol y drogas en el traslado que se haga. Aparte de eso, evitar la somnolencia, en especial en los largos recorridos. Al mínimo síntoma de sueño, que se pare en un área de servicio y que se eche una cabezada para continuar después. Es una tontería decir que nos faltan 20 minutos para llegar al sitio y al final no se llega. También se debe programar el viaje y saber la ruta que vamos a coger y las paradas que vamos a hacer".
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