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España vota por primera vez en las municipales tras caer la inmigración

El PP catalán es el único de los grandes partidos que recurre al discurso xenófobo

J. Jiménez Gálvez
Propaganda enviada por el PP de Barcelona en el barrio del Raval.
Propaganda enviada por el PP de Barcelona en el barrio del Raval.

La crisis ha cambiado la estructura poblacional de España y el próximo 24 de mayo, por primera vez, se reflejará en una cita electoral de ámbito nacional. Los comicios autonómicos y municipales se desarrollarán en un escenario inédito hasta ahora, ya que los ciudadanos acudirán a las urnas en un país con menos extranjeros que en la anterior convocatoria. Algo que nunca había ocurrido desde que España se convirtiese, a principios de siglo, en una importante nación receptora de inmigrantes. Según los datos del INE, 4.718.864 foráneos se encuentran empadronados actualmente en los más de 8.000 ayuntamientos, frente a los 5,7 millones de 2011. Eso sí, solo 463.665 tienen derecho a voto en las locales del 24-M. Apenas un 9,8%.

Este descenso ha tenido consecuencias más allá de las cifras. La inmigración se coló en la primera línea del enfrentamiento político en las citas electorales de 2011: con casos como el de Badalona, donde el PP repartió panfletos que asociaban inmigración y delincuencia. Este año, de momento, también ha vuelto a irrumpir y, de nuevo, en el debate catalán —más allá de una foto de Aguirre con una mujer negra—.

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En Barcelona, por ejemplo, el PP ha repartido dípticos en los que pide el voto para evitar que El Raval "se convierta en un gueto islámico". Y en L'Hospitalet ha propuesto limitar la "proliferación" de "locutorios, bazares y kebabs", además de exigir a los inmigrantes cinco años de residencia para acceder a los servicios sociales. "En Cataluña, el discurso anti-inmigración ha estado más activo. Y el PP ha tenido esta reacción, de claro carácter electoral, porque a su derecha tenía un partido [Plataforma per Catalunya] que le hacía la competencia", explica Héctor Cebolla-Boado, profesor de Estructura Social de la UNED. 

Vistos los mensajes lanzados en anteriores citas con las urnas, antes del comienzo de la campaña, el Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica ya había mostrado su "preocupación" ante el posible uso en campaña de discursos "falaces, xenófobos, discriminatorios y demagógicos". "En una sociedad intercultural y plural como es hoy la española, cualquier retroceso en el discurso político debe ser considerado preocupante y ser combatido desde el primer momento", recalcó este órgano, dependiente del Gobierno de España.

La inmigración rara vez se ha utilizado a nivel nacional como arma arrojadiza electoral Héctor Cebolla-Boado, profesor de Estructura Social de la UNED

"Aunque, en España, la inmigración rara vez se ha utilizado a nivel nacional como arma arrojadiza en las elecciones", continúa Cebolla-Boado, que explica cómo a PP y PSOE —"las dos formaciones que han tenido la voz cantante hasta ahora"— nunca les ha interesado entrar en este asunto: "Al PP porque el modelo de irregularidad existente, alentado por los empresarios, le interesa. Y al PSOE porque, en las encuestas de opinión, su electorado no se mostraba tan progresista en este tema".

De hecho, en el artículo Retos de la política de inmigración española ante el cambio de ciclo, el profesor de la UNED y Gemma Pinyol, de la Universitat Pompeu Fabra, ya subrayaron el "escaso conflicto electoral" al respecto. Aunque el debate sí alcanzó a nivel social grandes cotas en 2006, cuando el 59,2% de los españoles consideraba la inmigración como uno de los principales "problemas" del país, según el barómetro del CIS. Un sondeo que, ahora, constata cómo este fenómeno ha dejado de inquietar a los ciudadanos: en mayo de 2011 "preocupaba" al 11,2% y actualmente solo al 2,7%.

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Sobre la firma

J. Jiménez Gálvez
Redactor de Tribunales de la sección de Nacional de EL PAÍS, donde trabaja desde 2014 y donde también ha cubierto información sobre Inmigración y Política. Antes ha escrito en medios como Diario de Sevilla, Europa Sur, Diario de Cádiz o ADN.es.

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