Rivera: “El problema es que el PSOE prefiere proteger a sus imputados”
El líder de Ciudadanos detalla la conversación telefónica con Susana Díaz que no ha servido para acercar posturas sobre la investidura de la socialista
Hace dos días, Susana Díaz, la candidata socialista a presidir la Junta de Andalucía, llamó por teléfono a Albert Rivera, el presidente de Ciudadanos, para intentar que facilitara su investidura, encallada desde el pasado 22 de marzo. La presidenta en funciones quiso pulsar la sintonía entre el líder nacional de la formación emergente y Juan Marín, su representante en Andalucía, donde el partido exige al PSOE que firme un pacto anticorrupción para lograr la abstención de sus nueve diputados. Díaz, según ha explicado Rivera este viernes en Toledo, no encontró ni una sola grieta en la posición de Ciudadanos. Rivera defendió que lo que argumenta Marín en Andalucía valdrá para toda España tras las elecciones del 24 de mayo. Aunque no se pronunció su nombre, la conversación quedó marcada por Manuel Chaves, expresidente socialista de la Junta, cuya dimisión pide Ciudadanos por su imputación en el caso de los ERES.
Rivera, sobre Aznar: "Mejor trabajando para España que para una multinacional"
Albert Rivera siempre ha divido en dos grupos a los expresidentes de España: a un lado estarían Adolfo Suárez, Felipe González y José María Aznar, por haber tenido un proyecto para España, "con sus luces y sus sombras", según su perspectiva; y al otro José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, a los que achaca pensar más en los intereses partidistas que en los generales. Por eso llamó la atención que precisamente Aznar le lanzara un dardo dialéctico esta semana al prevenir a los votantes contra "los aprendices de brujo".
"Los expresidentes de un país deberían estar colaborando con su país", ha opinado Rivera. "A mí me gustaría contar con su opinión, experiencia y consejo", ha continuado, ensalzando el modelo estadounidense. "Que el señor Aznar hable en favor de su partido me parece lógico", ha continuado, antes de añadir: "Mejor trabajando para España, que para una multinacional [Aznar fue consejero de News Corporation]".
Rivera ha recorrido las estrechas calles de Toledo, cubriendo la distancia que separa la Iglesia de San Juan de Dios del Ayuntamiento. Acompañado por aplausos y gritos, el líder de Ciudadanos se ha plantado en la plaza y allí, rodeado de micrófonos, ha hablado de Andalucía.
“Susana Díaz convocó elecciones anticipadas sin que tocara y ahora ella tiene que solucionar el problema que le ha creado a los andaluces”, ha dicho Rivera, que ha recordado que la abstención de sus nueve diputados no sería suficiente para garantizar la investidura de la política socialista. “El problema no es el 24 de mayo, el problema es que el PSOE prefiere proteger a sus imputados en lugar de dar un paso adelante y soltar lastre”, ha añadido sobre la posibilidad de que su formación estuviera esperando a pactar a que se conocieran los resultados de las elecciones municipales y autonómicas. “Espero que Susana Díaz de un paso adelante. Si no, llevará a Andalucía a una situación de bloqueo”.
El partido socialista alimenta la teoría de que ha habido, como poco, una discrepancia entre Marín y Rivera. El núcleo de esa versión está en la reunión que mantuvieron representantes de ambos partidos el sábado 2 de mayo, y que las dos partes abandonaron pensando que la firma del pacto anticorrupción era cosa hecha. La versión de Ciudadanos, sin embargo, es muy distinta. Fuentes del partido advierten de que si Marín dio por hecho el acuerdo es porque el PSOE comprometió su firma; y que si Rivera intervino fue para respaldarle cuando Susana Díaz filtró que las medidas anticorrupción no afectarían a Manuel Chaves.
“Hablamos del pacto anticorrupción”, ha resumido Rivera sobre su conversación con Díaz, que también telefoneó a Mariano Rajoy y Pablo Iglesias. “Ella quería corroborar que la posición [de Juan Marín] era la misma que la de la Ejecutiva Nacional. Le trasladé que es exactamente lo mismo: cambios profundos, no papel mojado”, ha recordado. “El PSOE ha perdido mucha credibilidad, y cualquier acuerdo tiene que ser concreto y por escrito”, ha añadido. “Le trasladé que es el PSOE quien tiene que pasar página y dejar de tener imputados en los escaños y aforados en el Supremo. Eso al PSOE le molesta”.
Por ahora, sus nueve diputados andaluces no se han movido ni un milímetro: con Chaves en su escaño, no hay posibilidad de acuerdo.
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