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Albert Rivera: “Susana Díaz no es libre para romper con el pasado”

El líder de Ciudadanos dice que la salida de Chaves se ha convertido en un “problema interno” para el PSOE que imposibilita el pacto en Andalucía

J. J. MATEO

Si Ciudadanos no ha alcanzado un acuerdo con el PSOE para apoyar la investidura de Susana Díaz como presidenta de Andalucía es entre otras razones porque el partido socialista andaluz no puede tomar decisiones sin consultar antes con Ferraz, según ha argumentado este lunes en Madrid Albert Rivera. El presidente de Ciudadanos ha realizado una dura exposición sobre los motivos que han impedido, en su opinión, que ese pacto cristalizara después de que el sábado 2 de mayo los dos partidos lo dieran por hecho. La cerradura de los pactos en Andalucía solo tiene una llave, según Rivera: la dimisión de Manuel Chaves, expresidente de la Junta de Andalucía imputado por el caso de los Eres, al que Díaz, según la versión del líder de Ciudadanos, no quiere dejar caer.

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“En cuanto pronunciamos la palabra Chaves se levantaron de la mesa”, ha dicho Rivera durante un desayuno informativo en Madrid en el que ha explicado por qué las dos formaciones aún no han firmado el pacto anticorrupción que Ciudadanos exige como condición irrenunciable para negociar la investidura de Díaz. “Estaba cerca que Ciudadanos se abstuviera”, ha añadido sobre la posición de los nueve diputados del partido en el Parlamento andaluz. “Cuando eso se va a concretar, dicen que el pacto anticorrupción no se aplica a Chaves, que no se aplica en algunos casos”, ha continuado. “No es suficiente con ser joven, hay que tener las manos libres. El PSOE tiene un problema interno”, ha asegurado. “Son gente nueva, pero no son libres para romper con el pasado. [Pedro] Sánchez dice que no habrá imputados en sus listas, salvo cuando se trata de Chaves. No son capaces de soltar lastre. Les pido que sean responsables”.

Antes de las elecciones autonómicas y municipales del 24 de mayo, la dirección de Ciudadanos ha conseguido que sus conceptos se impongan en el debate político español. Lejos quedan los días en los que se hablaba de “la casta” y en los que desde todos los partidos se discutía usando los términos de Podemos. Hoy todos los representantes distinguen entre vieja y nueva política o entre novatos y nuevos, las expresiones que usa más habitualmente Rivera. El líder de Ciudadanos ha encontrado en Andalucía el escaparate perfecto para subrayar las diferencias entre su partido, una fuerza emergente, y los tradicionales. Puede haber coincidencias generacionales con líderes de otras formaciones, como por ejemplo Susana Díaz, pero esos cambios en el PSOE, ha asegurado Rivera, serán cosméticos mientras no vengan acompañados de la libertad de acción de la que ahora carece la candidata, según la versión del político catalán.

“En manos de Susana Díaz está que empiece la legislatura”, ha dicho hoy Rivera, que también ha recordado que al PSOE no le vale solo con la abstención de los nueve diputados de Ciudadanos (necesita al menos 16 abstenciones, por lo que necesita implicar al PP o a Podemos). “Si cree que es mejor proteger a sus expresidentes, que mueva ficha. Nosotros no tenemos miedo a llegar a acuerdos”, ha asegurado. “Espero que no haya excepciones ni apellidos privilegiados [en el pacto anticorrupción]. Lo mejor es comprometerse por escrito y con garantías de ejecución. Quien tiene la pelota en su tejado es Susana Díaz. Tiene que decidir si suelta lastre o sigue siendo el PSOE de los ERE”.

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Sobre la firma

J. J. MATEO
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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