El PP se queda sin los regionalistas
Los malos resultados previstos por las encuestas para partidos locales obligan a la formación de Rajoy a pactar con Ciudadanos
Las encuestas electorales anticipan una fuerte bajada de las formaciones regionalistas que obligará a su socio tradicional, el Partido Popular, a buscar coaliciones con más formaciones políticas, fundamentalmente con Ciudadanos. Mariano Rajoy y otros dirigentes del partido prevén un resultado el 24 de mayo mejor para sus filas del que auguran las encuestas. En las plazas más disputadas contemplan, tras la jornada electoral, poder gobernar en muchos municipios en tercera votación con mayorías simples. En otros lugares están dispuestos a entablar pactos con todos menos con Podemos y Bildu.
La irrupción de Ciudadanos y Podemos no solo afecta al PP y al PSOE sino a los partidos regionalistas que, salvo algunas excepciones, han servido al PP para completar sus mayorías de gobierno con pactos de diversa intensidad. Los daños colaterales de la aparición de los dos nuevos partidos los pagan el PAR y la Chunta Aragonesista en Aragón, el Partido Regionalista de Cantabria, Foro Asturias, los partidos canarios y también los partidos nacionalistas en Cataluña.
El PP en este terreno se considera el más afectado, aunque el PSOE, después de 35 años de vida democrática municipal y autonómica, ha tenido ocasiones de pactar con partidos regionales. Ya sea con el Partido Regionalista de Cantabria de Miguel Ángel Revilla o ahora con el presidente canario, Paulino Rivero, de Coalición Canaria (CC). Nadie se ha movido aún para anticipar posibles acuerdos ante la volatilidad y la incertidumbre del voto pero el PP planifica ya lo que puede ocurrir. Sí es seguro el descenso de los regionalistas aunque está por ver el calibre del mismo. Un asesor cercano al presidente del gobierno, Mariano Rajoy, etiquetó esa fase de la política como la del “mercadeo de los pactos”. Y en ese bazar se hacen, de partida, pocas exclusiones. Ni siquiera al PSOE.
En este partido, sin embargo, no ven la posibilidad de pactar con el PP en ningún sitio, siempre con alguna excepción que pueda darse en algún municipio pequeño. “No es un cordón sanitario, sino que el PP es nuestro adversario por antonomasia ya que o gobiernan ellos o nosotros”, señalan en la dirección socialista, con la mirada puesta en el mapa que ofrecen las encuestas. Socialistas y populares sí miran a los regionalistas o a lo que de ellos pueda quedar.
La preocupación del PP por sus posiciones en Aragón es extrema. En la encuesta de Metroscopia que hoy publica EL PAÍS se apunta la imposibilidad del PP de formar Gobierno incluso con la suma de Ciudadanos y del PAR. Este partido baja de 7 a 3 escaños por lo que la suma de los tres llegaría a 32 diputados. Un acuerdo del PSOE con Podemos, CHA e IU, sumaría 35 actas. Aún así no será fácil que se produzca ese acuerdo.
En Asturias, tampoco el PP puede echar las campanas al vuelo. Todos los sondeos apuntan a que el PSOE será el partido más votado y si en la legislatura a punto de acabar su presidente, Javier Fernández, pactó con UPyD e IU, en esta tendrá que haber otro juego de acuerdos ante la posible desaparición del partido de Rosa Díez y el descenso de IU, de 5 a 2 actas. En este caso, los votos se irán a Podemos. Foro Asturias, pasará como un fenómeno pasajero ya que su descenso será radical: de 13 a 5 escaños.
En Canarias, el PP aguarda un reparto en votos cercano al que obtengan CC y PSOE, aunque luego, en escaños, los nacionalistas puedan ser los ganadores por el peculiar reparto de diputados por islas pese a bajar cuatro. En la última legislatura el entendimiento ha sido con los socialistas. Con este panorama la situación es muy abierta e impredecible. Las únicas mayorías claras del PP se dan en Castilla y León y Ceuta.
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