Más el candidato que la sigla

Las planas mayores de los partidos políticos trabajan con la hipótesis de que puede producirse una situación asimétrica electoral entre la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid. La encuesta de Metroscopia lo confirma. No puede achacarse esta situación a un único elemento, sino que son diversos los factores que provocan una mayoría conservadora en el Ayuntamiento de la capital frente a una división casi por la mitad del electorado entre derecha e izquierda para la Comunidad. Ideología y candidatos son los dos principales vectores, aunque se abre con fuerza la fuerza de los aspirantes.

El tirón de Esperanza Aguirre y de Manuela Carmena es muy evidente entre los candidatos al Ayuntamiento, en tanto que en el caso de Ciudadanos lo que cuenta son sus siglas

El tirón de Esperanza Aguirre (Partido Popular) y de Manuela Carmena (Ahora Madrid, la marca de Podemos y Ganemos para la capital) es muy evidente entre los candidatos al Ayuntamiento, en tanto que en el caso de Ciudadanos lo que cuenta son sus siglas, muy por encima de su candidata, Begoña Villacís, apenas conocida. Muy conocido es en Madrid el candidato socialista municipal, Miguel Antonio Carmona, aunque para muy poco le sirve a él y a su partido, que descienden hacia el abismo. La tragedia del PSOE no se produciría en la Comunidad, donde el catedrático Ángel Gabilondo quedaría en segundo lugar, detrás de la popular Cristina Cifuentes. En el PP y en el PSOE, por tanto, contarían y mucho los candidatos, mientras que, de nuevo, Podemos y Ciudadanos, prácticamente empatados, serían votados por sus siglas y no por las caras que los representan. Así se refleja en todas las encuestas de todas las comunidades donde se celebran elecciones el próximo 24 de mayo.

Los bloques de izquierda y derecha aparecen en la Comunidad, por lo que ambas opciones de gobierno son posibles. No es el caso del Ayuntamiento, donde la primera se muestra con gran fragilidad. A esta división ideológica tradicional se opone Ciudadanos, una formación que no quiere ser caracterizada en ningún bloque. Y sí, se le supone en disposición de pactar con el PSOE, con el PP o... con ninguno.

Pactos cerrados de gobierno no habrá ahora en Madrid, ni probablemente en ninguna parte; la cercanía de las elecciones generales retraerán las decisiones de los partidos

Pactos cerrados de gobierno no habrá ahora en Madrid, ni probablemente en ninguna parte; la cercanía de las elecciones generales, que se celebrarán seis meses después, retraerán las decisiones de los partidos, temerosos de quedar marcados por los acuerdos. Después del 24 de mayo, eso sí, tendrán que decantarse, por acción u omisión, para las investiduras de alcaldes y presidentes autonómicos.

En Madrid capital el PP nacional, es decir, Mariano Rajoy, puede sentirse reconfortado por haber designado a Esperanza Aguirre como candidata al Ayuntamiento. Es, probablemente, la mejor entre las opciones existentes, aunque sus posibles resultados se alejan considerablemente de la mayoría absoluta. La consternación la vivirá el PSOE, si se confirma la tendencia que marca la encuesta de Metroscopia, dado que quedaría en tercera posición, a solo tres décimas de Ciudadanos (cuarta). Ambos empatados a diez concejales. El duelo lo tendrá que pasar Izquierda Unida, que no contaría con representación en el Ayuntamiento de Madrid, una situación insólita desde la restauración de la democracia. No así en la Comunidad donde lograría siete actas, seis menos de las obtenidas en 2011. Se sabía y se confirma que, junto a Valencia, la batalla de Madrid será encarnizada porque marcará la de toda España, seis meses después.