“Tenemos miedo pero vamos a subirnos a ese avión”

Juan Carlos Valenzuela (53 años) y Cristina García (41) son farmacéuticos y a las tres de la tarde se han subido en un vuelo de Germanwings, la compañía cuyo avión que partió de Barcelona se ha estrellado en la mañana de este martes en los Alpes franceses con 150 personas a bordo. Viajan en grupo a un congreso europeo de farmacéuticos de hospital que se celebra en la ciudad alemana de Hamburgo a partir de este miércoles. La noticia del siniestro les ha pillado en pleno aeropuerto de Barajas de Madrid, dispuestos a facturar. Con la mirada en la pantalla del teléfono, pendientes de las últimas novedades, explican resignados antes de embarcar que se van a subir al avión. “Tenemos miedo pero volaremos; basta que no vueles para que tengas un accidente de tren, o de coche”, asegura Juan Carlos. “Estas cosas pasan, pero tampoco pasan todos los días”, apunta Cristina, que prefiere aferrarse a las estadísticas.

En el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas los mostradores de facturación de Lufthansa, la compañía a la que pertenece Germanwings, han mostrado durante la mañana un trasiego intenso de viajeros. Apenas hacía unas horas que el aparato de la aerolínea alemana correspondiente con el número de vuelo GW9525 se había estrellado y, más allá de los periodistas, el aeródromo ofrecía una estampa habitual, ajeno al siniestro aéreo que se había desencadenado en cielo europeo.

“Vamos a exponer allí trabajos, no nos hemos planteado no volar”, explica el farmacéutico Juan Carlos. Ellos no han gestionado su vuelo, lo ha hecho el propio congreso al que acuden, y por eso no han elegido la compañía lowcost ni conocen el precio del billete. La aerolínea oferta en su web pasajes a Alemania a partir de 33 euros. Su compañera Cristina evidencia su malestar: “Tanta compañía lowcost y luego pasa lo que pasa, se están cayendo muchos aviones”, se lamenta. El grupo de farmacéuticos enfila hacia el mostrador de facturación con semblante serio. Temen, además, que en el vuelo de esta mañana viajara algún colega que tuviera que hacer escala en Dusseldorf para llegar a Hamburgo. Aún no han recibido malas noticias.

El personal de tierra de la aerolínea sí ha tenido que atender todas las dudas y peticiones de información de usuarios preocupados por el accidente. Nuno Pascual, directivo de una empresa de transportes de 38 años, es uno de ellos. Portugués y residente en Lisboa, suele coger un vuelo de Lufthansa o Germanwings una vez a la semana por motivos de trabajo. Normalmente hace el trayecto Colonia- Lisboa y Frankfurt- Madrid. "Acabo de aterrizar desde Lisboa y he venido a preguntar por el accidente. Me informaré de cuáles han sido las causas del accidente y, en función de eso, decidiré si sigo volando con ellos, porque esto que ha ocurrido es muy grave", explica.

"Trato mucho con alemanes y ellos hablan de los problemas de Europa del sur, pero ahora a ver si ellos van a tener también problemas de calidad", apunta el directivo portugués.