El PP a su militancia: “Somos lo que somos y que nadie vote cosas raras”

“Somos lo que somos”. Así se titula el vídeo familiar que ha descubierto ahora el PP de Andalucía para apelar a los sentimientos y al corazón de los militantes aún indecisos y en el que su candidato, Juan Manuel Moreno, presenta en campaña a toda su familia más cercana. Sale primero su madre, María Bonilla Dueñas, explicando cómo ella y su marido decidieron volver a Andalucía tras haber emigrado años a Barcelona, donde nació su hijo. Y con imágenes de vídeos familiares color sepia, en las que el niño y el joven Juanma revolotea por su casa y por la playa, la madre explica que de pequeño era muy bueno, que se podía contar con él para todo y que incluso le gustaba ir a la tienda de ultramarinos que abrieron para ayudar en cualquier cosa.

Sale su esposa, Manuela Villena, granadina, que explica cómo y cuándo le conoció hace diez años y ratifica el compromiso de toda la familia de volver a las raíces pese a los 3.000 kilómetros semanales que se tiene que recorrer el candidato por la inmensa Andalucía. Y salen sus tres hijos, en las clásicas escenas de comidas y ajetreos normales de familia. El vídeo se titula: "Somos lo que somos" y Moreno, al que le gusta citar el origen emigrante y humilde de sus padres, enlazó con la misma idea al comienzo de su intervención ante el abarrotado con más de 3.500 militantes del PP de Granada: "Así es como soy y así gobernaré Andalucía".

El plan muy planificado del partido era presentar a Juan Manuel Moreno más familiar, cercano e implicado en su tierra, a costa incluso de renunciar a una prometedora carrera política en Madrid. Con la idea de generar una comparación evidente con la candidata rival, Susana Díaz, y sus presuntas pretensiones al frente del PSOE. Aludió luego a ese mantra popular, en el mitin del palacio de Congresos de Granada, Moreno para agradecer la presencia del presidente del PP, Mariano Rajoy: “Yo me siento orgulloso de tí. Otros no se sienten tan orgullosos de su jefe pero tú eres el presidente que ha sacado España adelante”. Y hasta el propio Rajoy, que hizo una faena más bien de aliño, con un final muy abrupto, entró a ese juego: “Otros para venir aquí tienen que pedir permiso y tiene que ser muy duro venir a Andalucía y no disfrutarla en compañía”.

Moreno, al que le gusta ensalzar en cada plaza lo más bonito del lugar, llevó ese eje de su discurso en Granada también de lo meramente familiar a lo político. Besó a su esposa y recordó que tanto ella como sus tres hijos son naturales de la ciudad y luego glosó las tres grandes maravillas de la provincia (la Alhambra, Sierra Nevada y la Alpujarra) para criticar el olvido y el mal tratamiento que la Junta de Andalucía gobernada por la "soberbia" Susana Díaz propina a esas zonas. Hace lo mismo, eso sí, en Huelva, Almería, Córdoba o Málaga. El mensaje es cuestionar la capacidad de gestión del actual gobierno, tras 33 años de socialismo en el poder, para engarzar con la necesidad de un cambio tranquilo, sin estridencias ni experimentos y con un nuevo estilo, el suyo.

Ni Moreno ni Rajoy entraron en el cuerpo a cuerpo contra Podemos y Ciudadanos, el gran enemigo electoral que le ha surgido al PP en las últimas semanas y que compite por el mismo espectro político. Por la mañana, en un acto más institucional en Córdoba, durante la clausura del foro de autónomos ATA, Rajoy sí había reclamado a los suyos y a todos los españoles que no se distraigan ahora "con componendas, historias, rumores o cotilleos". Porque entiende que la única prioridad, en esta campaña andaluza pero también en las próximas, autonómicas, municipales y generales, será la creación de empleo. Por ahí irán sus promesas.

Fueron los candidatos locales de Granada los que endurecieron más el discurso y los que cumplieron la función programada de arremeter contra Podemos y, sobre todo, Ciudadanos. “Que nadie vote cosas raras”, clamó el aguerrido alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado, con un discurso tremendamente populista que enganchó al auditorio y que va destinado, como otros que se producirán en los próximos días, a movilizar al electorado propio del PP más desencantado.

El portavoz parlamentario del partido, Carlos Rojas, también granadino, enfatizó que en esa línea que la única opción válida el 22 de marzo es el voto al PP "porque las demás son regalar el voto al PSOE". Y pormenorizó: Sobre Ciudadanos rescató que su candidato local fue senador del PSOE y sobre Podemos rebatió que puedan dar ninguna lección de igualdad porque "donde ellos se han aleccionado no hay ni medicinas ni comida". Se supuso que quiso referirse así a países latinoamericanos como Venezuela.

El alcalde de Granada arremetió contra el PSOE ("son malillos, nos maltratan y les vamos a dar un zurre que se van a enterar") y remachó con su temor a los pactos poselectorales de los socialistas y sus futuros socios: "Se juntan todos porque son unos maestros en coger los sillones y no nos equivoquemos, el voto que no vaya al PP irá a la coalición de Gobierno para maltratar Andalucía".

Moreno sí recordó finalmente que necesita el millón y medio de votos que cosechó el PP hace tres años y que ahora le proporcionarían seguro la mayoría absoluta, ante el actual panorama mucho más fragmentado y con menor peso y escaños para su partido que vaticinan casi todas las encuestas. Rajoy, menos animado, recibió un impulso desde el auditorio cuando un simpatizante le espetó al final de su intervención: "Tienes dos cojones". La sala, repleta, estalló en aplausos. Rajoy recuperó el hilo y replicó: "Eso no lo voy a negar".