Iglesias entra en campaña con cautela para no perder los apoyos logrados
El líder de Podemos rebaja el miedo al efecto Syriza y dice que “el euro es ineludible”
Pablo Iglesias entró este lunes en la precampaña electoral con todas las cautelas que necesita para convertir a Podemos en una opción realmente “transversal” en el tablero político. El secretario general de la formación, que según el último sondeo de Metroscopia se consolida como primera fuerza, pretende ganar la contienda al bipartidismo sin prisas, “partido a partido”. Y en este escenario, además de rebajar los temores generados en algunos sectores por propuestas radicales defendidas en el pasado, la dirección del partido busca establecer un calendario de hitos porque sabe que su verdadero objetivo, las elecciones generales del próximo otoño, todavía quedan muy lejos.
La primera gran cita será la manifestación convocada para el 31 de enero en el centro de Madrid, entre Cibeles y la Puerta del Sol: una marcha con un recorrido modesto, de algo menos de un kilómetro, que, en palabras de Iglesias, debería suponer “el inicio del cambio político en España”. El secretario general del nuevo partido, que compareció en rueda de prensa en el Círculo de Bellas Artes de la capital, enmarcó la movilización en una exhibición del consenso que ha suscitado Podemos en todos los estudios de opinión desde el barómetro del CIS del pasado mes de agosto. Señaló que esta marcha “no es para pedir nada al Gobierno ni es ninguna protesta”. “Pensamos que lo que toca ahora es movilizarnos”, opinó, “para decir que en 2015 va a haber un Gobierno de la gente”. Iglesias evitó cuantificar las expectativas de su formación, pero se mostró convencido de que acudirá “mucha, mucha gente” y logrará una foto de la Puerta del Sol que reviva, al menos simbólicamente, los entusiasmos del Movimiento 15-M. “Queremos que sea una movilización histórica. Queremos que la gente pueda decir a sus nietos que estuvo en la marcha que abrió el cambio de ciclo en España”, enfatizó Iglesias, que parafraseó una coletilla del entrenador del Atlético de Madrid, el Cholo Simeone: “Tendremos que ganar partido a partido para ganar las próximas elecciones generales”.
Hay que ganar partido a partido para ganar las generales
Tras ese “partido a partido” se sitúa la piedra de toque de la estrategia electoral de Podemos, que empieza el año y la precampaña en pleno proceso de constitución de sus direcciones autonómicas. El nuevo partido intenta abordar cada cita con las urnas de manera distinta. No concurre a las municipales con su marca por temor a no poder controlar las listas en todos los Ayuntamientos, pero quiere impulsar candidaturas de “unidad popular” para no perder protagonismo en esas elecciones. Irá a las autonómicas con su nombre, aunque de momento enfría cualquier especulación sobre alianzas con Izquierda Unida y otras fuerzas. Se fija como meta final las generales, en las que se propone llenar parte del espacio que históricamente ha ocupado el PSOE. Sin embargo, para lograrlo necesita hacer equilibrios con algunas de sus propuestas iniciales, suavizar su proyecto y comenzar a fortalecer su presencia territorial.
En este contexto, el líder de Podemos —que dará un mitin en Sevilla este sábado y el próximo fin de semana viajará a Valencia— rebajó los temores que apuntan a un debilitamiento de la convocatoria del 31 de enero por el miedo al efecto Syriza, la coalición de la izquierda radical de Alexis Tsipras, favorita en las elecciones griegas del 25 de enero. Iglesias, que participará en el cierre de campaña de Tsipras en Atenas, lanzó no obstante algunos mensajes de moderación. Los líderes de Podemos acusan a los llamados “partidos de la casta” —en referencia, principalmente, a PP, PSOE y CiU— de fomentar una “campaña del miedo” y mantienen una postura crítica con los términos del Tratado de Maastricht, pero entienden, por ejemplo, “que la moneda única es ineludible”. “Aunque nos gustarían un BCE y una moneda al servicio de la ciudadanía”, agregó Iglesias, que hace dos años planteaba la salida del euro. También se pronunció en materia de defensa, al mostrarse partidario de “una estructura de defensa europea” para reforzar la integración de las instituciones comunitarias y conseguir un “sistema integral que no fuera tan dependiente del Pentágono”.
Mientras se intensifica el debate sobre posibles acuerdos electorales con vistas a las elecciones municipales y autonómicas —de las que el secretario de Política, Íñigo Errejón, será jefe de campaña—, Iglesias negó también que se hayan producido contactos formales con Alberto Garzón, principal aspirante a dirigir Izquierda Unida y candidato a la presidencia del Gobierno.
“Si hubiera una reunión formal con Alberto Garzón, sería una reunión pública y tendrían conocimiento de ella. Nosotros decimos que el cambio político se llama protagonismo ciudadano”, enfatizó frente a la hipótesis de coaliciones de izquierdas. Esta afirmación también forma parte de la estrategia electoral. Podemos pretende superar el eje izquierda-derecha y presentarse como un partido transversal, que dice defender los intereses de “los de abajo” frente a “los de arriba”. Para hacerlo, sabe que necesita extremar los cuidados y desmarcarse de parte de un pasado todavía reciente.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.